Décimo Sexta: sus cosas y las mías

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Durante los meses siguiente las cosas marchaban muy bien y comencé a pasar más tiempo con Jhon, conocí con el cada lugar hermoso de la ciudad hasta agotarlos todos, entonces empezamos a planear en como visitar lugares cercanos que nos permitieran ir y venir el mismo día por si algo importante se presentaba, el conocía muy bien España y no dejaba de contarme sus experiencias en lugares mágicos a los que le gustaba mucho ir, yo estaba completamente de acuerdo con el también quería viajar y conocer y nada mejor para comenzar que por los más cercanos y accesibles, ahora que disponía de un poco tiempo.

La compañía de Jhon siempre ha Sido muy agradable y sin darme cuenta fui tomando su mano al caminar para mí sorpresa ya no me sentía tan incómoda como antes, el amanecer a su lado también se hacía más tolerable ya que dormia sin problemas tanto él estuviera con si no fuera así.

Pero sin dudar la mejor parte de todo lo que sucedia, era la cara de Sofía cuando me veía llegar a casa de Maritza con Jhon tomados de la mano, esa parte definitivamente la disfrutaba mucho, por lo que mi novio inglés, se volvió un invitado frecuente en casa de mi amiga, incluso llegué a lamentar que se fuera de viaje por negocios, solo cuando Sofía me veía llegar sin jhon, se acercaba para soltar su veneno, insistiendo en hablar de <Fabián y su futura maravillosa y prácticamente mejor amiga Olivia >por lo que me tocaba evitarla, encerrandome en el cuarto con el pequeño Daniel y haciendo mis visitas muy cortas obligandome a dejar de pasar el tiempo que deseaba estar con mi pequeño ahijado, la verdad es que nunca entendí porque no le caía bien a Sofía, pero tampoco quería averiguar el motivo, Aveces simplemente no nos agrada una persona y definitivamente yo era esa persona para ella.

Volví a casa temprano luego de visitar a Maritza el domingo y sin mucho que hacer decidi ordenar mis casa igual me hacía falta un poco de orden y mientras sacaba la ropa ya seca de la máquina ví un par de prendas de Jhon, no presté atención y seguí con mis oficios, al tener todo ordenado solo me faltaba doblar la ropa limpia por lo que me fui a mi cama, cargando la enorme cesta, puse una película y al mismo tiempo que la veía comencé a doblar prenda por prenda, separandolas en grupos para colocarla en sus respectivas gavetas, note que había doblado muchas prendas de Jhon, un par de camisetas y otras cosas por un minuto pensé en buscarle espacio entre mis gavetas pero no me pareció apropiado, las deje sobre un costado y salí a en busca de algunas prendas que había llevado a la lavandería

Llegué a casa y abrí mi closet para colgarlas entonces ví que tenía entre mis trajes un camisa de vestir de hombre, sabía que era de Jhon, por lo que entre un poco en pánico, ha pasado tanto tiempo en mi casa que ha dejado algunas de sus cosas es normal, me dije para calmarme tome un pequeño bolso de mano coloque sus cosas dentro y lo puse en un costado cuando él regrese, simplemente le devolvere sus cosas y nada habrá paso.

Quedamos en encontrarnos esa noche para ir a cenar según el uno de los lugares con la comida más rica de toda España. Tenía la impresión de haber ido a comer ya todos los restaurantes cercanos después de todo era una ciudad pequeña, pero al parecer aun me faltaba uno por conocer y era el más extraordinario de todos. Decidí vestirme de forma que combinará con el extraordinario lugar por lo que mi look incluía unos zapatos de tacón muy altos que moría por estrenar. me anunció por un mensaje de texto que ya estaba frente de mi edificio, tomé el bolso con sus cosas y en la otra mano la camisa con cuidado para no arrugar el trabajo de la tintorería y me encamine a encontrarlo.

Lo ví al terminar de bajar las escaleras y me sonrió, abrió la puerta y yo al subir a su auto coloque el bolso en la párte de atrás mientras el daba la vuelta para subirse tambien.

Puso en marcha el vehículo y conducido durante unos minutos, me di cuenta que se alejaba de la zona del centro que era donde normalmente estaban los restaurantes a los que siempre visitamos, para mi sorpresa se metió en una zona residencial con casas muy hermosas fue disminuyendo la velocidad hasta que se estacionó en una de ellas yo me quedé un poco impresionada le dirigí la mirada para preguntar dónde estábamos pero el se bajó sin darme oportunidad de formular la pregunta, y me baje también del vehículo y lo veo sacando de su maletera un paquete que parecía un regalo, se me acercó en silencio me tomó de la mano y me condujo hasta la puerta de aquella casa.

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