Décima: Un Vestido Corto y Sexi

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Dos meses pasaron y las cosas comenzaron a tomar forma, la barriga de Maritza se veía muchísimo más grande, ella insistía en ir a la oficina, aunque, yo ahora, intentaba manejar la mayor parte de sus responsabilidades.

Arturo por su parte, trabajaba sin descanso, pretende dejar todo en orden antes de que se cumplan los nueve meses del embarazo, puedo entenderlo mucho mejor ahora, que conozco casi todos los movimientos de la empresa.

A pesar de las protestas de Maritza me he marchado a vivir sola a mi departamento, poco a poco he estado haciendo que sea mi espacio, intentando que se sienta como un hogar.

Aquella tarde fuimos a la tienda favorita de Maritza, yo ya había renové por completo mi guarda ropa, en especial, atuendos adecuados para asistir a las reuniones de trabajo junto a ella, me sentía bien al poder brindarle apoyo, mi interés principal es aprender rápidamente, pues en un mes nacerá el bebé y para ese entonces tendré que defenderme sola al fin y al cabo a eso vine a ayudar a mi amiga.

La tienda tiene todas las cosas que nos encantan a las mujeres, los zapatos y vestidos mas lindos que se pueda imaginar, desde luego comprendo a la perfección por qué es su favorita, luego de un rato, encontramos un pequeño vestido rojo que porsupuesto Maritza insistió en que me probará.

yo no le veía como opción, no podía imaginar una ocasión para usarlo.

Aún con mis protestas insistió en que me colocara aquella prenda tan diminuta

-Te queda muy bien llévalo, insistía ella.

Yo me miraba en el espejo de un lado a otro, unos años atrás ni lo abría pensado simplemente me lo abría comprado, pero ahora mi cerebro no podía imaginar un lugar en el que pudiera vestirlo

-Te servirá para que salgas a buscar un nuevo amor dijo ella de forma tan normal como si se encontraran en cada esquina

Yo solté una gran carcajada

-¿Que? Eres joven bonita y estás soltera, necesitas más vestidos como esos en tu armario. Disfruta de tu vida y de tu juventud

-¿Que te hace pensar que no disfruto de mi juventud? le pregunté aún entre risas.

Ella me miró con esos ojos centelleantes y finalmente soltó, Necesitas ese vestido y necesitas un nuevo amor y por todos los santos necesitas una noche de sexo que te haga olvidar de...

Mi respiración de corto y algo en mis entrañas se revolvió, hacía mucho tiempo no hablabamos de Fabián fue como un acuerdo al que llegamos ambas sin siquiera hablarlo, ella solo dejo de preguntar y yo no volví a mencionarlo y allí quedó.

- esta bien, Lo voy a llevar le dije al fin.

-Elena...

-esta bien lo llevaré está hermoso y me queda de maravillas será mi puti-vestido favorito y le regale una gran sonrisa. pero sabía que seria de esas cosas hermosas que compro conciente de que estarán enterradas en el armario.

-¿piensas pasar el resto de tu vida soltera, Nunca más vas a volver a salir con un hombre? me preguntó insistentemente, mientras yo pagaba la cuenta en caja.

-querida amiga, le dije mientras tomo sus sus bolsas y las mías, ahora solo quiero trabajar y olvidar que venga lo que deba venir después, pero de algo si estoy segura, es que no vuelvo a querer a nadie de la misma forma en que lo quise a el, no vale la pena

-es tonto pensar de ese modo. Dijo mientras caminaba tras de mi

-me hice la desentendida avance rápido y cambie de tema, La verdad me mantenía ocupada en el trabajo, llegaba lo suficientemente cansada a casa y en mis ratos libres estaba en su casa, no quería un nuevo amor, no quería ningún tipo de amor en realidad.

No Me Obligles A Amar De Nuevo  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora