La tercera semana de marzo apareció Taeyong, con el cabello rojo y algunas cicatrices en su rostro. Kwang no aprovechó lo suficiente su momento de gloria, así que quería volver a hacer desaparecer al rojo.
–Gran cambio de imagen, amigo. Me gusta –Johnny le despeinó el cabello, haciéndolo reír–. Te extrañé hijo de perra, como no tienes idea.
–También yo, imbécil. Pero ya sabes, el viejo me tenía de esclavo. Debería aceptar que me ama. ¿A qué te refieres con cambio de imagen?
–Tu cabello está rojo... Maldición, lo siento. A veces olvidó que eres ciego. Te cambiaron el color de cabello, antes era azul.
–Eres un hijo de perra –le golpeó el hombro con suavidad.
Doyoung apareció de repente, corriendo como si su vida dependiera de ello e intentó abrazar a su amigo, pero este le dio un empujón, que, si no hubiera sido por Johnny, este hubiera caído de una manera terrible.
– ¿Qué mierda? Taeyong, es Doyoung –Johnny miró al menor sin saber que decirle.
– ¿Qué con eso?
Doyoung estaba sin palabras, no sabía que le sucedía al chico que hace algunos meses atrás era un pedacito de algodón de azúcar.
– ¿Qué mierda pasa contigo, Yongie? –Doyoung le habló, provocando que se le erizara la piel.
–Escucha, chico. No tienes el derecho de hablarme así, tú y yo no somos nada, ¿oíste? Por cierto, el viejo me dijo que eras mi compañero de celda. Bueno, ya no más. Me asignaron otra presa, si quieres perder la vida, ven a dormir conmigo. No tengo problema.
–Puedes dormir en mi celda, Dongs.
Taeyong sintió incómodo la manera en que Johnny le hablaba a Doyoung, pero no dijo nada. Caminaron los tres en silencio, hasta la "cafetería" de la cárcel, donde todos al ver regresar a Taeyong se le abalanzaron encima como si fuera una estrella pop.
–La verdad es que algo raro está pasando con él, Dongs. Pero no estoy seguro si ya había pasado antes. Se perdió casi dos o tres meses y regresa como si se hubiera ido anoche a tomar algo con ese viejo hijo de perra.
–Espero que se le pase, no quiero despedirme de él, cuando está siendo una mierda conmigo.
Johnny y él se sentaron en las mesas apartadas del gran bullicio, riendo de estupideces y jugando entre ellos. Lucían como una pareja y Jaehyun apareció para molestarlos.
– ¿Así que te olvidaste de Taeyong y te quedaste con el alto musculoso? Tienes buen gusto, amigo mío –Johnny solo se rió, pero no hizo nada para defender su puesto de solo amigos.
–Oye idiota, Johnny es mi amigo –Taeyong se sentó frente a él, con un aura oscura. Jaehyun salió huyendo, como si hubiera visto un fantasma.
– ¿Qué? –Johnny miró a su amigo, quien no decía absolutamente nada–. ¿Sucedió algo con tu club de admiradores?
– ¿Por qué mierda son tan unidos ustedes dos? Algo me está molestando.
–Ni idea de qué estás hablando, Taeyong.
Su nombre en los labios de Doyoung no fue para nada agradable, así que frunció el ceño.
– ¿Quién mierda eres? ¿Por qué me haces enfadar?
–Soy Doyoung. ¿Qué acaso perdiste la memoria o alguna mierda así?
–No recuerdo tu nombre.
Johnny miró a Doyoung con tristeza, otra vez había sucedido. Yeong le había lavado el cerebro a Taeyong una vez más.
Nadie dijo nada, ni siquiera cuando Doyoung estaba sacando sus cosas de la celda 429. Johnny miraba como el menor con tristeza miraba a Taeyong mientras sacaba todas sus pertenencias.
– ¿Estás seguro que dormirás bien sin Doyoung?
Taeyong soltó una risa sin vida. – ¿Cuándo he podido dormir, Johnny? ¿Acaso olvidaste mi insomnio?
Johnny y Doyoung se marcharon, dejando solo a Taeyong.
–Esta mierda me incomoda, no sé que está pasando por su cabeza, pero me hace sentir como un extraño, siendo que yo le hice... –Johnny le tapó la boca antes de que hablara sobre sus actos sexuales.
–Entiendo que estés enfadado, pero respeta mi ser puro.
La risa de Doyoung resonaba en los oídos de Taeyong como si estuviera riendo a su lado. Algo tenía ese chico que lo hacía estar pendiente de él. Incluso se sentía furioso por la cercanía de su mejor amigo y él.
–Sal de mi puta cabeza, imbécil. Voy a disfrutar asesinarte, solo espera.
Johnny y Doyoung fueron compañeros de celda hasta que la irritación de Taeyong fue incontrolable. Fue aproximadamente una semana en que le dieron diez compañeros de celda y esos diez fueron asesinados a sangre fría. Como si Taeyong hubiera perdido la cabeza una vez más. Yeong estaba más que contento con aquellos resultados, sin embargo, cuando decidieron que lo cambiarían a la cárcel del oeste, no le gustó demasiado.
"El alcaide de la cárcel Neo ha tenido un pésimo trabajo en este último tiempo, donde las familias de los afectados han llegado a nuestras oficinas exigiendo que aquel hombre sea reubicado lejos de sus familiares" "Yeong Juwon será asignado en una cárcel del oeste a finales de marzo, en respuesta a las exigencias de los familiares afectados" "El alcaide ha tenido mala racha desde que su esposa enfermo de cáncer el pasado 6 de agosto de año pasado, creemos que esa a sido una de las razones por las que a cometido tantos errores..."
Yeong lanzó el periódico a la cara de Taeyong, como si fuera la culpa del ahora pelirrojo que hiciera un desastre la cárcel. Como si antes no hubiera estado patas arriba.
– ¡Esta mierda es culpa tuya! ¡Eres un puto inútil! –Taeyong quería matarlo a golpes, pero aún no era el momento, esperaría al último día en la cárcel y los destruiría como siempre lo había soñado–. ¡Asesina a Kim Dongyoung!
Taeyong sintió que sus manos temblaban, había tenido una crisis justo antes de ser llamado. Doyoung había sido devuelto a su celda por culpa de los ataques de ira que estaba volviendo a tener, donde seis guardias perdieron parte de sus cuerpos. Taeyong había decidido que aquel chico de risa encantadora no sería asesinado por nadie. Nadie tocaría un solo cabello de aquel hombre, ni siquiera él.
–No juegues conmigo, imbécil.
Yeong lo miró sin creerlo.
– ¿Estás desobedeciendo mis ordenes? ¿Por ese chico, Taeyong?
–Así es.
Los instintos de Taeyong se activaron cuando sintió que Yeong se movía, dio un paso hacia la derecha y algo cayó junto a él. – ¡¿Tienes la puta idea de cuánto me tarde en volver a tenerte en mi poder?! ¡Solo para que ese imbécil volviera a lavarte el cerebro! ¿Qué mierda te hizo? ¿Una mamada? ¿Te dio sexo? ¡Respondeme maldita sea! –la vena en su cuello estaba hinchada y su rostro estaba rojo, Taeyong soltó una risa divertida, burlándose del comportamiento del viejo.
–Amigo, yo decido sobre mi vida, no digas estupideces. ¿Lavaste mi cerebro y luego? Mi mente podrá ser borrada millones de veces, pero al parecer ese chico puede hacer y deshacer en mi vida como se le plazca. Ni se te ocurra ponerle un dedo encima –su aura cambio por completo, casi parecía desquiciado–, sabes la mierda de la que soy capaz –se acercó a la cara de Yeong y con un dedo lo hizo sentarse–. No digas que no te lo advertí –le dio una pequeña cachetada de advertencia y salió de ahí como si nada.
Yeong jamás había sentido tanto terror de Taeyong, en sus largos años junto a él.
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Dragón Negro/DoTae
FanfictionEl día en que él llegó las cosas se tornaron un caos en la cárcel. La mayoría quería verlo arrodillado mientras les hacía un trabajo oral. Aquel muchacho de cabello negro y con apariencia de conejo, se llevó el corazón del rey. 🐰Advertencias🌹 Leng...