Dragón Negro/DoTae

Capítulo 6 "Primera vez"

El patio estaba en construcción, así que solo podían pasearse como fantasmas por fuera de las celdas. El frío estaba siendo extremo este año, había tormentas enormes y las calles habían sido cerradas por seguridad.

– ¿Tienes algún cuatro? –Johnny le pregunto a Taeyong, provocando que Doyoung soltara una enorme y contagiosa risotada.

–Tienes un humor muy básico, Kim Dongyoung –le replicó Taeyong frunciendo el ceño con molestia–. Eres un hijo de perra, Johnny. Váyanse ambos a la mierda.

–No te enfades, Taeyong. Doyoung te dará unos besitos más tarde en compensación –el mayor estiró el cuello en busca de los besos hablados–. Respeta a las personas solteras. Más tarde, Lee. Ahora estoy yo, él me los dará a mí como regalo de navidad –su amigo no lo tomó de buena manera, así que fue golpeado en la pierna con "la poca" fuerza que tenía el mayor–. Hijo de perra con fuerza –se quejó sobando su pierna–. Doyoung acaricia mi pierna, tu novio me pegó.

Taeyong estaba perdiendo la paciencia.

–Bien, esa es mi alarma para marcharme. No hagan nada sucio mientras no estoy, no quiero perderme la diversión.

Johnny se levantó en cuanto Taeyong comenzó a preparar sus puños de combate. Agitando su mano de manera efusiva huyó como un cobarde, dejándolos solos.

–Deberías dejar de coquetearle a Johnny –Doyoung resopló, la misma conversación de siempre–, no resoples. Hablo enserio, presiento que estás confundiendo a mi amigo y no pienso pelear por el pene de nadie.

–Nadie peleará por el pene de nadie, Taeyong –le dio un golpe suave en la frente–. Ahora, si yo coqueteo o no con alguien, debería ser mi problema, al fin y al cabo, al único que termino besando es a ti –se encogió de hombros, recibiendo un suave golpe en su hombro–. ¿Cómo es que te sonrojas tan rápido? Eres un bubu.

– ¿Bubu?

–Un bebé, Tae.

La lluvia afuera se oía perfecta para dormir acurrucados, así que, armando la cama, se apretujaron en un abrazo, sacándole una suave risa nerviosa a Taeyong. Doyoung le acarició la cicatriz cerca de su ojo que le recordaba a una rosa y luego posó sus dedos en esa pequeña y deliciosa boca.

– ¿Estás coqueteando conmigo o quieres besarme? –Taeyong suspiró debajo de los dedos delgados del menor.

–Quiero comerte la boca, ¿te molesta? –Taeyong negó–. Bien.

Con la lentitud que se le caracterizaba acercó su rostro al ajeno, notando como las ojeras negras que alguna vez invadieron ese perfecto rostro, ya no estaban. Los labios suaves de Taeyong lo hicieron soltar un pequeño gemido de gozo.

–No me provoques, Kim –Doyoung sonrió de lado y volvió a besarlo, esta vez poniendo una pierna en medio de las de Taeyong, sacándole un gemido a él–. No hagas eso –suspiró–, a menos que quieras lamerme el culo.

– ¿Qué pasa si quiero lamerte el culo? –Taeyong cerró los ojos, rezando porque su queridísimo pene no deseara unirse a la fiesta de coqueteos que estaban teniendo.

–Deja de moverte... ah –gimió dejándolos a ambos congelados, lo que no quería que sucediera, sucedió.

La dureza que sentía Doyoung en su pierna lo hizo sonreír, le gustaba provocar esas reacciones a Taeyong, sobre todo porque con la belleza que tenía el mayor, sentía que había tenido millones de aventuras sexuales y eso le aumentaba el ego.

– ¿Qué tan excitado estás, del uno al diez? –Taeyong escondió su rostro en el cuello de Doyoung.

–Creo que nueve –Doyoung movió su pierna hacia arriba y hacia abajo, sacándole gemido tras gemido, Taeyong quería que lo besaran y se lo hicieran tan duro que le temblaran las piernas, pero quizás era solo él quien pensaba de esa manera, así que estaba avergonzado.