Capítulo 11 "¿Dónde está el dragón negro?"

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Taeyong no volvió. Doyoung estaba preocupado desde la primera noche que pasó sin abrazarlo y ya iba una semana. La mayoría de las personas decían que había muerto a manos del "Dragón blanco" o que Yeong se había desquitado por hacerle daño a su querido protegido, pero nadie sabía el paradero de su cuerpo o de alguna parte de su cuerpo. La cárcel estaba descontrolada y nadie sabía hacia donde debía ir. Jeno y Jaemin habían vuelto justo cuando Donghyuck y Renjun volvían a su celda, así que el único que faltaba era el "líder".

– ¿Has sabido algo de él, Johnny? –Doyoung preguntó mientras comían su almuerzo, el mayor negó sin despegar la vista de su comida.

Jaehyun se acercó a la mesa junto a un chico alto con apariencia tierna. –Hola chicos, ¿aún no saben nada de Taeyong? –ambos negaron–. Diablos. Esto se está yendo a la mierda, mi sección asesinó a un guardia anoche y dos de los culpables fueron llevados al patio de los castigos, espero que descansen en paz. ¡Ah! Por cierto, él es mi nuevo compañero, Dong Sicheng. Es chino y habla muy poco coreano, pero nos llevamos bien.

– ¿Qué tal? –Doyoung le sonrió con simpatía, el otro asintió–. Siéntense por favor, es incómodo mirar hacia arriba todo el tiempo.

Ambos se sentaron frente a ellos y con un suspiro Johnny también se unió a la conversación.

–Así que te atraparon en una de tus guaridas –Johnny parecía más animado ahora que hablaba con Sicheng–, ¿alguno de tus secuaces te traicionó, no es así?

–Tengo mis sospechas –su coreano era algo extraño, pero se le entendía a la perfección–, sin embargo, esa guarida nadie la conocía. Fue extraño, supongo que juzgué mal a la policía de Corea. Aunque esta mierda de cárcel es justo como la describían en el panfleto.

Todos asintieron. –Aunque por un tiempo esto estuvo bastante tranquilo –Johnny miró hacia las demás mesas donde todos peleaban entre sí–. Cuando llegó el conejito, el dragón negro calmó las aguas y quedó así hasta que desapareció del mapa. Hijo de perra, espero que esté bien, no consigo aceptar que esté muerto.

–Solo esperemos un poco más.

–Doyoung ya casi es año nuevo, ¿entiendes? Es como su celebración favorita o no sé, pero jamás se la pierde, ni siquiera por ir a pelear con un imbécil como Kwang.

– ¿Quién?

–El dragón blanco. Siempre tienen peleas por estos días, ya que Taeyong llegó el 31 del 2025, justo antes de que fueran las doce él ya había destrozado el rostro de Kwang y era nombrado como el rey de esta cárcel.

Doyoung sonrió, sonaba bastante ridícula la historia, pero como que todo le encajaba. –Es tierno que sepas la historia de tu mejor amigo –Jaehyun le dijo sonriéndole, ganándose un pequeño golpe en su cabeza.

–Todos deberían saber sobre él, por si algún día muere.

–No digas eso, no morirá –Doyoung se negó a pensar en la muerte de Taeyong, no hasta que le enseñaran el cuerpo sin vida.

–Todos moriremos algún día, Dongs. Acéptalo. Sobre todo, si el involucrado es Taeyong.

Las celdas cerrarían más temprano aquel día, nadie sabía la razón y eso desató aun más el caos. Johnny llevó a Doyoung a su celda y luego fue a golpear guardias con Jaehyun y Sicheng por la sección de los más pequeños.

Doyoung no dejaba de mirar por la ventana como los copos de nieve caían de manera furiosa, como si algo los hubiera hecho enfadar. A eso de las tres de la mañana el caos se había controlado y la luz había sido apagada. La gente gritaba desde sus celdas como decapitarían a todos los guardias por esconder información.

Dragón Negro/DoTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora