Dragón Negro/DoTae

Extra 4

Cumpleaños

Doyoung temblaba, no recordaba que aquella cárcel fuera tan aterradora. Los guardias lo miraron casi sin poder creerlo. Al fin regresaba aquel conejito, pero no como un recluso, sino como una visita.

– ¡Johnny! –por cosas que ni dios sabe, Doyoung fue admitido a entrar.

Corriendo veloz entró a la celda 524 donde su querido amigo Johnny descansaba sobre su estómago mientras leía una revista. Doyoung se lanzó sobre él y lo abrazó con muchas fuerzas.

– ¡Imbécil! ¡Dong eres tú!

Ambos caminaron hacia la cafetería, donde Jaehyun y Sicheng se daban esa asquerosa comida como si fuera un banquete. Jaehyun miró hacia la entrada y como un rayo corrió a abrazar a su querido amigo.

– ¡Maldición, idiota! –dieron una vuelta y comenzaron a reír–. Te extrañé –Sicheng también abrazó a Doyoung.

– ¿Qué haces aquí? ¿Volviste para quedarte? Eres un sol.

–De hecho, vine a celebrar el cumpleaños de todos mis hijos. Traje un pastel y en la lavandería hay una sorpresa. Vamos por los niños.

Caminando hacia la sección de aquel grupo, todos miraban a Doyoung sin poder creerlo. Alguien había regresado por gusto.

Sicheng, Jaehyun y Johnny vendaron los ojos de los cuatro, con ayuda de Kun. Quien al ver a Doyoung le dio un abrazo, pero no emitió sonido alguno.

Todos excepto Doyoung taparon sus ojos al llegar a la lavandería.

– ¿Por qué huele a calcetín podrido? –preguntó Donghyuck, haciendo reír a Jeno.

Doyoung sacó el pastel del bolso que traía y con un movimiento hizo salir a una celebridad. –Ya pueden abrir sus ojos.

Los cuatro menores que no sabían que Doyoung estaba ahí, al oír su voz quitaron la venda de sus ojos, corriendo a darle un enorme abrazo. Johnny corrió hacia su mejor amigo mientras lloraba de alegría.

– ¿Por qué estás llorando, idiota? ¿Acaso creíste que estaba muerto?

Los cuatro chicos corrieron esta vez a abrazar a su querido dragón negro.

–Te extrañé, hijo de perra –Johnny abrazó a Taeyong una vez más, sus lágrimas no dejaban de caer y Kun solo le podía acariciar la espalda.

–Estamos celebrando todos los cumpleaños, así que divirtámonos.

Aquel grupo en particular lloraba mientras comían pastel, mirándose entre ellos. Taeyong comía junto a Doyoung con mucha alegría. Después de tanto tiempo podía estar cerca de toda su familia, desde aquellos pequeños chicos, Jaehyun y Sicheng, Johnny y Kun y su querido Kim Dongyoung, su conejito de la suerte.

–Feliz cumpleaños.

Lágrimas, abrazos y promesas de una nueva vida cuando salieran de la cárcel. Todos despedían al conejito, al domador de dragones. Y a aquel dragón, el incomprendido dragón negro, quien con un poco de cariño podía serte leal la vida entera.

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