viii. ILUSIONES DE LA FUERZA

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No pasaría mucho tiempo antes qué decidieran trazar los pasos hacia otra batalla, eso mismo estaba apunto de desatarse entre la gente de mare y las fuerzas del oriente. Un recluso habló y les otorgó una preciada ventaja a cometer esa misma noche, mi corazón se detuvo al haber escuchado fuerte y claro que todos seríamos participé, que finalmente el comandante Magath movía a todos sus peones sobre el tablero hacia un frente sinuoso y aterrador. Desconocido por sus resultados, pero las consecuencias eran visibles en cada marca oscura bajo los ojos de los soldados eldianos, las heridas todavía sangrantes y una minúscula llama de vida en sus ojos.

Todos ellos estaban listos. Marley no iba a parar hasta obtener la victoria por cada batalla y ganar una guerra que aseguraría su posición y supervivencia en un mundo cruel. Incluso cuando yo me encontraba en el borde de este mundo atroz y el mundo donde nací, el único donde aún conservaba recuerdos felices. Inmersa en una pelea en la cuál estoy obligada a no retroceder o escapar por ellos, por cada ciudadano de mi nación. Sin importar qué, a pesar del miedo que desesperadamente intenta hundirme.

—No pienso que sea buena idea hacer participé a Angelika de este ataqué. Ella todavía necesita entrenamiento para saber por lo menos defenderse.

—Se puede arreglar eso, nuestras armas serán su mejor defensa. —respondió tranquilamente.

—General, pido que ella no sea parte del plan de ataqué a las barricadas.

—¿Por qué? ¿Olvidas lo que hice por ti para convencer a los mandos que ella esté aquí... viva? ¿Recuerdas lo que acordamos? Ella será tanto escudo o suicida como sirva para acabar con está guerra.

— Subestima la sangre que posee. No puede ser un sacrificio, yo le prometí que vería a su familia si salía con vida de ésto.

En el pasillo me hundí de hombros presionado con todas mis fuerzas mis nudillos, buscando estabilidad, soportando crudas oraciones a escondidas del otro lado de la habitación. Mi visión amenazaba con perturbarse de pronto, pero tras pestañear conseguía desvanecer paulatinamente el escozor, respirando en pausas breves, olvidando el titubear de mis huesos y sin embargo el nudo en todo mi ser prevalencia dolorosamente en mi pecho.

Por ser eldiana, debería estar acostumbrada.

Suspiré débil y cerca de dar el siguiente movimiento para alejarme me detuve. Reiner Braun subió el último peldaño a esta planta e intercambiamos miradas escasas sin una expresión. Lentamente pude movilizarme, rompí el contactó y me dirigí hacia su derecha para bajar las escaleras cuando las bisagras de la puerta sonaron cuál eco vacío.

—Reiner. Angelika. —oí la voz del señor Jaeger al tenernos en su campo de visión. Una sensación frustrada en sus facciones contagiaba el tono de su gruesa voz. — Quiero que le enseñes a portar un arma, se un hermano mayor bueno.

Atrapé el detalle de lo tensó que Reiner Braun se colocó ante las últimas palabras de Zeke Jaeger, una tormenta apareció por todo su rostro y un momento cargado de densidad nos llevó a otro.
Cuando tomé en la misma posición que el rubio, separando un poco las piernas entre si, evité demostrar como me afectaba el peso que debí acoplar en mis brazos. El arma de fuego quemaba las yemas de mis dedos ante su roce y sentía la gravedad queriendo enterrarme bajo tierra al sostener un objeto asesino.

Entrecerré mis ojos, cerca de dejar caer mi párpado izquierdo y no pude anular el temblor de mis nervios al poner mi dedo sobre el gatillo. Al disparar di dos pasos hacia atrás en tanto la bala cayó por algún sitió lejos del blanco.

—Dudaste otra vez. —me señaló con unos orbes fatigados, yo formulé un bajo “lo siento” y él volvió a suspirar. — Necesitas mantener los ojos bien abiertos además, así tendrás un mejor enfoqué.

Reiner se colocó a mi lado para levantar el cañón del rifle en mis manos y direccionarme hacia el siguiente blanco. Me esforcé en mantener ambos ojos abiertos y al último segundo los cerré por el estallido de la bala expulsada.

Otra vez fallé.

Ella será tanto escudo o sacrificio para terminar está guerra.

Mi estómago dio un vuelco mientras Braun me quitaba el arma de fuego para recargar, la respiración en mi sistema se volvía pesada y los nervios agitaron los latidos en mi interior. Es aterrador. Comprendía lo que una guerra significaba con claridad, en cuánto juré por alto que daría todo de mi para protegerlos estaba trayendo la balanza en la que pondría mi propia vida.

—Una vida por otra.

El suelo bajo mis botas amenazaba por nublarse con las lágrimas encerradas en mis orbes. Si soy capaz de arrebatarle la vida a otra persona, entonces ¿Podré salvar las vidas que quiero?

—¿Qué haces?

Parpadee, reaccioné tardé y luego las lágrimas brotaron al subir la cabeza para mirarlo a él. El par de ojos claros en su mirada dejaron ver las mismas emociones que de antaño cuando se dirigió a hablarme. La molestía y ansiedad mezclados oscurecian sus rasgos.

Galliard avanzó rápidamente para quitarle a Braun el arma que ni siquiera fui consciente desde hace cuánto tiempo quiso entregarmela. Di dos pasos hacia atrás por impulsó, pero él se plantó junto a mi en un paso y colocó en mi poder el rifle en una posición ligeramente distinta hacia un objetivo más grande que los anteriores. Dispara tres veces. Murmuró entredientes antes de perderlo de vista a mis espaldas. Los latidos crepitaron con violencia hacia mis oídos, todos mis sentidos queriendo dormirse junto al miedo buscando hacerme ceder, rendida.

Volverás a casa, verás a tu familia si vives, Angelika.

El señor Jaeger lo prometió y lo dijo en alto ante el comandante Magath.

Abuelo.

Jalé del gatillo, tres veces y los disparos se convirtieron en estallidos de luz para mí. Dos balas rozaron el objetivo, solo una lo alcanzó.

Volteé sobre mi hombro atónita, sin pestañear hacía el par de guerreros, Braun veía perdido mi objetivo de antes y todo lo que alcancé a ver de Galliard fue su espalda al marcharse hacia la casa antes de notar otras dos figuras expectantes en la ventana del segundo piso.

Los altos mandos de Mare con ojos afilados me sonrieron de manera breve y desaparecieron.





𝐁𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐑𝐎𝐖𝐍  ━━𝐩𝐨𝐫𝐜𝐨 𝐠𝐚𝐥𝐥𝐢𝐚𝐫𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora