x. SOL DE MEDIANOCHE

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Las voces distorsionadas en la lejanía, cada temblor sobre la tierra y la adrenalina intentado fluir en cascada a través de mi no lograron por mucho despertarme de la catarsis experimentada por todo mi cuerpo, está sensación me dominó por completó al recibir la mirada oscura e inexpresiva de ese titán andante a gatas.

Un par de brazos tiraron de mi cintura para sacarme del interior del vehículo de carga y a pesar de que un terció de mi sistema lograba reconocer que aclamaban una respuesta de mi parte, otra porción simplemente no lograba generar una órden directa a mi cerebro que se encargó de instalar está parálisis en mi ser. Todo el panorama a mi alrededor podría estar cayéndose en miles de pedazos y yo solamente me suspendía en una nube oscura lejos de la realidad. Encerrada en la oscuridad. Sin embargo una corriente eléctrica dibujó un rayo dorado qué pareció atravesarme con furia y me despertó. Abrí los ojos y como si hubiese mantenido la cabeza bajo el agua todo regresó a mi, los sonidos nítidos, voces, gritos, el olor a pólvora, las sensaciones de frío y calor, así como un ácido sabor en la punta de mi lengua.

Observé el rostro de Braun un poco cerca de mi, estaba suspendida del suelo por él y mi mano era envuelta por la del señor Jaeger quién me jaló hacia abajo al verme recuperar los sentidos.

—¿Puedes oirme? Mírame, Angelika y asiente si comprendes lo que digo. —alzó su voz por sobre el estruendo en el ambiente. Asentí repetidas veces e intenté mirar más allá de nosotros, pero Zeke sostuvo mi mejilla pidiendo que lo escuchará a continuación. — Escucha, haz perdido la consciencia por un momento. Debes mantenerte alerta ahora y no pisar la línea de fuego, no estamos en un lugar seguro.

Mis ojos se sumergieron en los suyos, donde innumerables palabras podía visualizar selladas en su interior y nada de lo que dijera ahora iba asegurar que está noche saldría viva. El comandante Magath tenía sus planes y reclamó eufórico la presencia de Zeke al frente de una barricada que estaba por derrumbarse.

»—Angelika, somos guerreros eldianos. No es solo un título, ésto es lo que en verdad significa y la redención debemos atraparla, tomarla en nuestras manos y transformarla en la libertad que perseguimos. —relató formando un semblante severo, casi atemorizante sonó cuando sus palabras huían de mi comprensión.

Sentí su mano tensarse sobre mi cara y otra corriente eléctrica se expandió. El rostro del señor Zeke se difumino por segundos dando paso al de una bestia, la visión de un enorme mono se reflejó demasiado pronto para conocer más detalles y retrocedí quitando su mano de mi cara.

El hombre observó fijamente mis reacciones esperando alguna respuesta, sin embargo las objeciones del comandante Magath llenaron el ambiente en cuánto se alzaron sobre todo el caos.

—¡Rompan filas a los laterales! ¡La barricada caerá pronto sino detenemos el paso! ¡Zeke, ahora!

—Reiner.

Me dirigí a observar al recién nombrado por el señor Jaeger, el rubio asintió firme con cierta tensión en sus facciones perturbadas. Comprendí que la señal de Zeke ordenaba al guerrero permanecer junto a mi por el segundo donde estos actuaron. Uno corrió hacia el general Magath y el otro tomó de mi antebrazo para guiarme hacia otra dirección. Mi visión cambiaba de un rumbo a otro en el mismo instante que fui arrastrada a cierta ubicación volví a encontrar a ese titán que caminaba a cuatro patas contra las barricadas y su espalda era equipada con una estructura metálica que sostenía una gran cantidad de escombros.

La palabra impactada seguía pareciéndome corta para describir lo que sentía al ver a esa creatura sacada de los cuentos de terror. Observé sus ojos un momento antes de bajarnos de la camioneta.

—No avances más desde aquí. —regresé lejos de las imaginaciones grotescas que llenaban mi mente recordando las historias. Oí ansioso a Reiner Braun pegado a mi, su mano no abandonó mi brazo y en el segundo que la tierra volvió a temblar por los estruendos de las armas, el rubio presionó su agarré. — Sobrevive, aguanta y vuelve.

Sus murmullos me desconcertaron, lo miré interrogante y súbitamente hizo que nos pusiéramos al raz del suelo en cuclillas. Otro temblor apareció sumado a un destello cegador como un rayo tocando la superficie. Me desequilibró y presioné los labios cuando las ráfagas llegaron levantando el polvo. Una bestia se puso en pie provocando el horror en mi interior, caminó como hombre siendo un auténtico monstruo y capturó entre sus manos un conjunto de escombros del titán a gatas antes de lanzarlos de una forma vertiginosa. El escandaloso impactó de sus lanzamientos resonó aún por detrás de las barricadas y los gritos nublaron todo el panorama una vez más.

Ataca, defiende y vuelve a atacar. Más la respuesta del enemigo apareció inminente con bombas que volvieron a caer contra el escudo que era la barricada, una explosión tras otra hizo a más de un soldado retroceder. Grité en cuánto la bestia gigantesca se tambaleó hacia atrás junto a los eldianos, llenaron de pólvora y fuego el aire, como misiles feroces atinaron al estómago del titán causando otra masa de destrucción.

—No puede ser...

—¡Colt! —exclamó Reiner al verlo de pronto junto a nosotros.

—E-era cierto, Reiner... Es v-verdad... —con ojos desencajados giró a vernos, en especial al rubio cercano a mi y oí la nota de temor e impotencia en su voz. — La tecnología n-nos aplastara, han a-alcanzado el p-poder de los titanes...

Una punzada de dolor en mi brazo se disparó con fuerza, ahogué un gritó y quise apartarme en vano.

—M-mi brazo... ¡Sueltame! —le grité a Braun, quién no demostró haberme oído por todo el caos. Vi su expresión aturdido y sudoroso fijo en la situación por delante, Colt le sujetó su hombro para que reaccionará.

—¡Reiner, escúchame! ¡No te quedes otra vez! ¡No lo hagas en un sitió como esté! ¡Reiner!

Apriete la quijada en un inútil intentó de soporté, pero volví a recuperar la movilidad de mi brazo en cuánto Braun fue golpeado por un tercero. Una nueva explosión en el ambiente aturdió mis oídos. Colt exclamó algo que no logré oír y me alejé bruscamente de ellos reparando en Porco Galliard, quién parecía gritarle varias palabras cerca del rostro del rubio perturbado.

Un silbido agudo invadió mi cabeza con gran fuerza. Giré desorientada hacia las barricadas, estaban cayendo y el enemigo dando la cara finalmente junto a una maquinaría desbordante de artillería que apuntaba contra los titanes. El pánico fue la siguiente sensación que me proporcionó adrenalina. La bestia era forzada a dar marcha atrás, mis ojos se instalaron sobre su nuca antes de conocerle el rostro en el segundo que volteó y sus fauces se abrieron. Un potente rugido inundó todo el lugar.

—¡Inició a la línea de fuego! ¡Apunten y no retrocedan! —sentenció Magath por alguna parte y los soldados eldianos atendieron comenzando a disparan agrupados en el frente hacia los soldados enemigos que acompañaban la artillería. — ¡Braun, Galliard!

El segundo aludido avanzado hacia adelante sin dudar seguido por el otro.

—¡Prepárate! —Colt se dirigió a mi desenfundando el arma.

Mi pulsó aumentó de la invasiva tormenta de sensaciones en mi y muy a pesar tomé el arma.

No te dejes caer.














𝐁𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐑𝐎𝐖𝐍  ━━𝐩𝐨𝐫𝐜𝐨 𝐠𝐚𝐥𝐥𝐢𝐚𝐫𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora