Un mensaje de texto.

La mujer del dragón

Estaba nerviosa una sensación de miedo recorria todo mi cuerpo, trata de tranquilizarme pero esa sensacion dominaba todo mi cuerpo, mis piernas temblaban, mis manos sudaban, estaba muy claro que no tenia el valor suficiente para encararmeles pero tenia que hacerlo, queria hacerlo por mis padres aunque ya habia pasado un largo tiempo aun asi quiero escuchar por lo menos ¿Una disculpa? Me estaba haciendo ilusiones ¿Como alguien que trabaja en la mafia puede tener sentimientos de culpa? Ellos de seguro eran como piedra, todo lo contrario a natsu... En estos momentos más que nada necesitaba el calido abrazó de natsu, un abrazo en el que me demuestra lo mucho que me ama, en el que me da calor y protección, pero el no esta.
No habia podido dormir en toda la noche, el hecho de saber que natsu no estaba y que iba haber a sus padres me estaba matando pero no habia vuelta atras, tenia que ayudar a mi tio hacerles saber que el no esta solo, que yo con todo lo protegeria a mi familia.

-Luce hija ¿Estas despierta?- Escuche atras de mi puerta.

-Pasa tio, ya hace un tiempo que me levante- conteste.

-¿Levy?- Entro y se sento en la orilla de la cama.

-Se fue ala escuela, le insisti mucho que se fuera porque quedarse tambien pero ahoita lo más logico es que ni mi tia ni ella esten presentes- contesté cepilando mi cabello.

-Lo se hija- suspiro- No se si es seguro que tu tambien estes- Le iba a contestar cuando le entro una llamada al celular. -Vamos- contesto

Bajamos las escaleras y mi tio fue el que abrio la puerta, nos encontramos con dos tipos altos, vestian trajes negros y usaban lentes.

-¿Solo ustedes dos?- preguntó uno de los hombres.

-Si- dijo mi tio.

Salimo de la casa y uno de los hombres se metio y miro por todos lados asegurandose que no hubiera nada sospechoso, para después cerrar la puerta y subirnos aun auto negro, estaba nerviosa pero no como antes al parecer el valor y las ganas de verles la cara me daban la fuerza para poder sostenerme y no salir huyendo como comunmente lo haria al recordar eso tan doloroso para mi.
Pasamos un par de horas en el carro con destino  a quien sabe que lugar, mi tio y yo no hablabamos solo esos tipos mantenian una conversacion un tanto extraña que solo ellos se entendian, me undi en mis pensamientos que no me habia dado cuenta que ya habiamos salido de Magnolia ¿Sera una trampa? Comenzaba a pensar y el miedo se empezaba hacer presente, mi tio lo noto y tomo mi mano en forma de protección, eso logro tranquilizarme un poco hasta que llegamos a una casa grande con un hermoso Jardin ¿Aqui viviran los padres de Natsu?- me pregunte, a decir verdad cuando estaba pequeña siempre soñaba en conocer a los padres de mi futuro prometido, más nunca me imagine que iban hacer en estas condiciones. El carro se paró y uno de los hombres abrío mi puerta.

-Bajete- dijo sin ninguna delicadeza, lo cual yo me baje sin darle importancia.

-Lucy- me hablo mi tio y yo me acerque a él -No te separes de mi- dijo en susurro y yo asenti.

Comenzamos a caminar por todo ese jardin, hasta que llegamos a la puerta, mi corazón latia con fuerza mientras más me acercaba al cuarto en donde supongo que ibamos a entregar el dinero y en donde los veria, llegamos y uno de los hombres anuncio nuestra llegada.

-Que pasen- Escuche.

Hicimos casoy comenzamos a caminar, ahi estaban señora y señor Dragneel sentandos en su comoda silla acompañados de una buena taza de café ¿Como podian ser tan malditos? Pense y despues me di una bofetada psicologica, no podia expresarme así pues son los padres de mi novio y sea lo que sea tengo que respetarlos por el.

-Pensé que vendrias solo- dijo un hombre de pelo rojizo y cuerpo delgado, muy parecido a Natsu.

-Decidi venir con ella- contestó mi tio.