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—Tú... no estarás pensando en-

El rostro de Irene enrojeció rápidamente.— ¡No! —exclamó algo alterada, luego se recompuso y habló más tranquila— No... pero me gustaría que tuviéramos un momento a solas, conocernos, ser más cercanas —dijo, jugando con sus manos mientras miraba al piso, se sentía tímida de repente.

Llegaron a tiempo para ver a uno de sus compañeros ingresar al salón. Wendy sintió como si una chispa quemara su pecho, parecía emocionada ante la idea de Irene queriendo conocerla... queriendo cercanía.

Era una buena señal, ¿no? ¿Por qué estaba tan nerviosa con la idea entonces?

—Está bien, te lo confirmaré esta noche.

(...)

—Mamá, por favor —apareció una Joy exhausta en la cocina—. ¿Cuántas veces tengo que disculparme?

La susodicha la miró ofendida.— Si tanto quieres tu celular debiste pensar mejor las cosas antes de tomarte dos botellas de soju —dijo con notorio reproche—. Además, eres menor de edad. ¡Por Dios! Ni siquiera sé quién de tus amigas te incentivó a hacerlo...

—Sabes que solo fui yo la de la idea —soltaba Joy, rodando los ojos.

—Sí, ya sé. Wendy no sería capaz de eso y Rosé mucho menos, sin embargo, a las otras dos niñas las desconozco y esperaba limpiar un poco tu dignidad por lo sucedido —bromeó la señora Park, aunque Joy en el fondo sabía que el castigo seguía en pie a pesar de la ligereza del ambiente.

—Ay mamá —murmuró mientras acariciaba su sien con las yemas de sus dedos—. Ya no somos niñas pero sí tienes razón, somos menores de edad, me equivoqué, lo siento y no lo volveré a hacer... ¿Ahora puedo tener mi celular, por favorcito?

—Me parece muy bien que te disculpes, no deberías hacer menos pero ni aunque me pidas "por favorcito" te daré el celular —respondió la señora Park, dejando el cuarto plato limpio guardado en la alacena. En eso, sonó el timbre de la entrada—. Hija, ve a fijarte quién es, por favor.

Joy se fue casi corriendo a la entrada; pasar su día en casa en vez de ir al instituto solo por ese día como parte del castigo había funcionado como tal, ya que ella odiaba quedarse en casa y no ver a sus amigas, el aburrimiento la atacaba más que escuchar al profesor de historia desde temprano.

Cuando llegó a la puerta y preguntó quién era, abrió al escuchar la conocida voz y saltó a abrazar a la chica del otro lado.

—¡Rosé, sálvame! Odio estar aquí, estoy aburrida, ya quiero ir al instituto —casi le lloriqueaba a la recién llegada.

—Realmente eres una drama queen —se burló la castaña, riéndose ante el comportamiento de su amiga.

—Es genial ser la reina en algo —contestó, vio a Rosé rodando los ojos y se rió un poco antes de que ambas escucharan los pasos de la señora Park acercándose. 

—Mi hija es muy exagerada, ¿no Rosita? —la mujer le sonrió a la menor a modo de saludó el cual fue correspondido sin problemas por la contraria.

—Mamá, es mi Rosita, solo yo puedo decirle así —bromeó Joy, tomando del brazo a la castaña fingiendo posesividad.

—Claro, claro —respondió su madre con desinterés—. Por cierto, ¿Qué se te ofrece, cariño? ¿Quieres comer algo? En un rato haré la merienda —se dirigió a Rosé, la cual sonrió apenada.

—Solo vine a traerle la tarea de hoy a Joy y pensaba irme después pero si no es molestia me quedaré para la merienda.

—Sabes que no es ninguna molestia, pero Joy sigue castigada —les recordó—. Pueden ir a sentarse al livin, les llevaré la merienda cuando termine.

Mientras decidieron aprovechar esa pequeña libertad que les dio la señora Park a pesar del castigo. Joy y Rosé no perdieron el tiempo, y la castaña informó cómo habían sucedido las cosas con el WenRene. Y sí, ya hasta habían unido sus nombres para que nadie las entendiera cuando hablaran sobre la atracción mutua de sus amigas... o eso esperaban.

—¡¿En serio?! —exclamó sorprendida la más alta.

—Sí, es más, tuvieron suerte de que nuestros compañeros las ignoraran cuando ingresaron al salón porque ambas tenían los labios rojizos e incluso algo hinchados. Era muy obvio qué estaban haciendo —mencionó Rosé, recordando el momento.

Tanto Lisa como ella misma estaban sorprendidas por lo descuidadas que se mostraban sus amigas.

Y una más se unía a esa reacción y esa era Joy justo ahora.

—Vaya... creo que deberíamos decirles algo —dijo Joy.

—¿Cómo qué? Si les decimos algo la más propensa a avergonzarse o ponerse a la defensiva sobre ello será Irene.

—Tienes razón... podría hablar con Wendy —ofreció un poco más esperanzada en ayudarlas.

—Pero estás castigada.

—Tienes razón —volvía a exclamar con desilusión—. Espera, mañana volveré al instituto, puedo hablarle allí a Wendy y listo.

—Ah, es cierto —recordó—. Lamento el momento de arruina planes, mi culpa —bromeó Rosé, riéndose con Joy.

—Mañana realmente será un día entretenido.

(...)

—¿Y bien?

—¿Hola, no? —trató de bromear Wendy por medio del teléfono, se sentía nerviosa.

Escuchó la dulce risa del otro lado de la llamada.

—Hola Wendy, ¿tu mamá te dejó quedarte en mi casa mañana? —sonó más linda ahora, la rubia sonrió.

—Tienes suerte —le dijo, Irene sonriendo orgullosa al otro lado de la línea a pesar de que la contraria no podía verla—. Te veré mañana.

—¡Genial! No te aburrirás, tengo películas interesantes y algunos vídeo juegos, aunque si no te gustan también tengo juegos de mesa... Podríamos incluso probarnos mi ropa, no sé si es tu estilo pero podríamos hacerlo por diversión, incluso tengo algo de maquillaje aunque no lo uso pe-

—Irene, estás divagando —trató de cortarla Wendy, aunque le gustaba mucho ese nuevo lado que desconocía de ella—. Aunque suena divertido, estoy segura que lo pasaremos bien —la rubia esperaba que esa última frase no pudiera malinterpretarse, lo había dicho de la manera más inocente posible.

De todas formas, Wendy no podía ver el sonrojo de Irene al otro lado de la llamada, pero cuando escuchó el silencio repentino, optó por hablar:

—Irene... ¿Sigues allí?

—Sí.

—Ah bueno. Te dejo, te veré mañana.

—Está bien, descansa Wendy. Nos vemos

—Duerme bien, Irene.

Y con eso, concluyeron la llamada.

Ambas estaban emocionadas.

Ambas estaban eufóricas.

Ambas estaban nerviosas.

Esperaban que fuera especial... y así lo sería.

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⏰ Última actualización: Jan 05, 2021 ⏰

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As she pleases ; WenreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora