POV. June:
Apenas quedan dos semanas de verano y no paro de pensar en todo lo que puede pasar este curso, la verdad es que el año promete ser una mierda. Mi hermano Alex entra a la universidad y se va de casa, es decir, que me quedo sin una de las pocas personas que me escuchan sobre la faz de la tierra. Y, cómo no, esto tiene sus consecuencias, ahora que soy la única en casa, mis padres están muy sobreprotectores, en serio, mucho. Esto quiere decir lo siguiente: no hay moto, ni fiestas, ni salir hasta tarde ni, por supuesto, salir de la ciudad sin peguntar días antes. Si Alex estudiase en la universidad de aquí no habría problema, pero claro, el mundo no gira a mi favor y le han dado plaza en la otra punta del país.
Si recuerdo bien, hoy es jueves. Al estar en verano no me suele interesar mucho. El jueves es mi día favorito, lo relaciono con el otoño, mi estación favorita también y, por supuesto es de los pocos días libres de la semana que tengo, nada de clases, ni salidas obligatorias, ni ensayos, ni nada, así que me suelo tomar las cosas con calma si es jueves.
Hace más o menos una hora que estoy despierta, pero no me he movido de la cama hasta ahora, que me entró hambre. Bajo a la cocina, con una camiseta de Alex como pijama, sí, no tengo novio que me deje la suya, entonces se la pido a mi hermano, ya sé que es triste. Al entrar en la cocina me encuentro de frente a la nevera, mirando qué me apetece, pero no encuentro nada más que mermelada de fresa para unas tostadas y un batido de fruta.
Mientras miro la tostadora como si fuera el invento del siglo, pienso en qué voy a hacer hoy. Seguramente quede con Josh y Alice para ir a la pista de baloncesto a mirar a los chicos jugar mientras comemos helado. Suena a aburrido pero nada es aburrido si incluye a Josh babeando por chicos sudando.
Me gustaría poder decir que tardo poco en desayunar, pero no es cierto. Tampoco es que sea rápida duchándome, pero hay que vivir con ello. Tardo unos 10 minutos en decidir qué ponerme, que son unos vaqueros anchos con un top blanco, no es gran cosa, para qué mentir.
Una vez lista para salir de casa, cojo las llaves y llamo a mis amigos para quedar en la heladería de al lado de la pista.
Podría definir a mis amigos como peculiares, quiero decir, yo también lo soy y ellos son un amor, pero tienen sus cosillas.
Alice siempre destacó por su sarcasmo, pero en el fondo es adorable y un poco sensible de vez en cuando. Tiene el pelo negro como el carbón, unas facciones muy destacadas, los ojos pequeños del color más oscuro que he visto nunca, es difícil no quedarse en blanco con ellos si la estás mirando al hablar, su nariz es fina y tiene los labios muy perfilados. Viste siempre con un aire original, pero con estilo. Podría decir que su pasatiempo favorito esa jugar a videojuegos sangrientos los viernes por la noche y escribir, le encanta escribir sobre cualquier cosa.
Por otra parte Josh es lo contrario, alto de pelo castaño, con ojazos azules y mandíbula marcada. Es muy majo, pero si lo enfadas podrías morir. Su forma de vestir depende de como se sienta, un día trae 75 colores, pero si está mal puede aparecer vestido completamente de negro. Normalmente es el típico amigo que te saca de casa un día de bajón para ir a bailar a cualquier sitio. ¿Su cosa favorita en el mundo? Plancharle el pelo a Alice mientras vemos RuPaul.
Y yo... bueno, yo soy lo más normal que se puede cruzar alguien. Tengo unos ojos marrones claro, igual que el pelo, que llevo liso normalmente, pero en realidad es ondulado. Visto bastante diferente a la gente, pero siempre siguiendo alguna moda. No soy ni muy alta ni muy baja, tampoco tengo un cuerpo voluminoso ni inexistente, simplemente soy un punto medio en la mayoría de las cosas. Soy sociable, pero también me gusta tener mi espacio. Toco el piano, mi madre me enseñó cuando era pequeña, y mi cosa favorita de todas ya no la puedo hacer, porque Nick ya no está en mi vida como lo que fue, ahora yo no existo y él es el rey del instituto, por lo tanto ya no puedo pasar tiempo con él, que era lo único que me llenaba de pequeña. Y puede, solo puede que ahora esté guapísimo y que me haga notar mariposas en el estómago si me pasa de cerca.
Todo empieza en 4º, nosotros ya conocíamos a Nick, pero no venía a nuestro colegio. Ese mismo año se cambió a nuestra clase. Era un niño muy tímido, pero sociable cuando tenía que serlo. Aquel niño rubio de ojos verdes entró a la clase y poco a poco se hizo amigo de todos, me pareció guapo desde el momento en el que le vi y, la verdad me acabó gustando. Joder, todo lo que te puede gustar alguien en 4º, que seguramente sea para ser novios súper monos de 8 años. Pero lo mío fue más allá, realmente me gustaba, de hecho me seguía gustando desde entonces y resultaba casi vergonzoso admitirlo, pero era cierto.
Alice siempre se había llevado bien con él, al menos dentro de clase, por eso a Alice le molestó separarse de Nick cuando ella se peleó con Jason, su ahora exnovio y amigo de Nick de toda la vida. Pero estos dos últimos años han vuelto a hablar, así que la tengo de cómplice para contarme cosas de él, yo no me atrevo a hablarle, le veo demasiado lejos del nivel en el que estuvimos alguna vez. Tengo interiorizado que soy inferior y dudo que gaste su tiempo leyendo o escuchando lo que le diga.
Ojalá algún día poder hablarle sin importarme tanto el hecho de hacerlo. Alice dice que le caigo bien a Nick, hablamos muy poco en clase, pero dice que soy maja, y no sé hasta qué punto es verdad o mentira, así que mejor, como siempre, me mantengo al margen.
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EL CHICO DE LAS CONVERSE
Teen FictionHace ya casi 7 años que van en la misma clase y apenas intercambian palabra. June no puede evitar sentirse atraída a esos ojos verdes de Nick, el popular de la escuela. ¿Qué pasará cuando los recuerdos de ambos no coincidan y los secretos de la fami...