Las calles del sur de Londres nunca fueron un lugar seguro, lo sabías pero tenías que seguir hallando aquella tienda. Una tienda de cosas antiguas y que de seguro ibas a encontrar lo que deseabas.
Definitivamente te sentías incómoda, fuera de lugar, no encajabas en aquel lugar. Casas abandonadas, tiendas en mal estado, gente en las calles, inseguridad en cada esquina.
Frenaste cuando viste algo que llamo tu atención, en una vidriera observaste unos antiguos libros que en el centro de Londres seguramente no se hallarían ni en un millón de años.
Ese era uno de los beneficios de este pueblo del sur, todo único, nada igual que en cualquier otro lugar.
No tenía etiqueta, el libro reposaba sobre la vidriera de cristal, rebuscaste y divisaste toda la vidriera, no había nada.
De repente oíste gritos y personas corriendo, en ese momento te preguntaste realmente "qué hacías allí".
Observaste la situación, un grupo de jóvenes apurados parecían estar ebrios y buscaban algo por allí, entre los callejones y calles.
No le diste importancia solo rogabas para que nadie allí se diera cuenta de tu presencia en aquel lugar tan inadecuado para ti.
Los observaste hasta que se fueron de las calles, menos mal que se habían ido. No les apartaste el ojo de encima ni un segundo. Hasta que unas manos y un cuerpo fugas corrió hasta ti y toco tu espalda.
Pegaste un grito de terror, ¿Iban a robarte? O peor...¿Querían secuestrarte?
Cuando estabas decidida a defenderte usando lo único que sabías hacer, dar un golpe bajo en la ingle hacía el atacante, lo viste a los ojos.
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Eso si que te llevo una sorpresa.
¿De que escapaba?
—¿Tn, eres tu?—Solto tu nombre. Él respiraba fuerte y casi que le faltas a el aire. Había salido de un callejón de la nada como si se estuviera ocultando.
Normal, si estas escapando de alguien...
Era él que hacía un millón de años no habías visto jamás.
—Hero—Soltaste por tu boca sorprendida, vestía ropa sucias y rotas, y su cara estaba completamente demacrada. Algunos rasguños y hasta incluso moretones y unos pelos que también cubrían su rostro.
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