—¿Que chico?—Miraste hacía todos lados sin encontrarlo.
—Allí—Señaló hacia detrás de una barra en el que un chico, o mejor dicho un empleado de aquí trabajaba armando sándwiches.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Que? No, no lo necesito.
—Claro que si, por eso te lo estoy dejando para ti. Hace mucho que no te veo con alguien—Hablo tu amiga.
—No quieres verme sola? Después de mi ex me dijiste que los chicos eran demasiado estupidos y que no le diera lata al asunto.
—Y no cambie mi opinión al respecto, solo es que...creo que deberías ya encontrar a alguien que te guste mucho y que sean felices, sabes?
—Es que...no creo que pueda salir con alguien luego de lo qué pasó con mi ex.
—Solo ve a hablarle, creo que él también te vio. ¿Lo harías por mi?—Rodaste tus ojos.
Por ella.
—Está bien. ¿Que debo hacer?
—Vaya que perdiste tu toque—Murmuró por su boca— ¿Ya te olvidaste como coquetear?—Abrió sus ojos.
—No, solo es que él chico está haciendo sándwiches de carne—Reíste—¿Que se supone que debo decirle? ¿Que rica carne tienes entre las manos? O...Preparas buenos sándwiches ¿Cómo es que los haces?—Hablaste irónicamente.
—Que se yo, acércate a la barra y dale charla—Arreglo por ultimo cuando te obligo a levantarte y a acercarte hasta la barra donde se pedía la comida.
Aguardaste ahí, solo lo viste como rellenaba salsas en unos tarros. Era bastante lindo ahora que lo mirabas de cerca.
Pero esto era incómodo y no sabías como hacer para llamarle la atención, de veras que estaba muy concentrado en lo suyo.
La miraste a tu amiga desde allí y le hiciste una mueca, pero te hizo una seña para que te dieras vuelta y que hicieras lo tuyo.
—Hola, puedo ayudarte en algo?—Lo oíste preguntar.
—Ehhh—Miraste hacía todos lados—No, solo estaba viendo el...menú—Inventaste rápido.
—Cualquier cosa avísame y te ayudo con las dudas que tengas. Toda esa parte en el tablero de los menús son las opciones vegetarianas y las del otro lado las que no, hay algunos aperitivos que tienen nombres que son propios del lugar asi que si te interesa alguno de ellos solo dime y te aclaro sus ingrediente.
—Ah, de acuerdo—Desviaste tu mirada e hiciste como si leías la carta del menú otra vez en el tablero.
¿Que más decías? No estabas aquí para comprar otro sándwich, solo para conseguir el maldito número del chico.
