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Mamá, te quiero mucho y todo eso. Lo sabes, ¿verdad?— pregunté mientras me apoyaba en la pared, entrecerrando los ojos con cansancio e irritación—. Pero, ¿me estás jodiendo? ¿Verdad? Es esto una mala broma o algo así. Tienes que decirme que esto es mentira.

___— dijo con un claro tono de advertencia dese el otro lado del teléfono—. ¿Qué es lo que te tengo dicho de ese vocabulario?— suspiró—. Antes te lo he dejado pasar por la situación tan caótica y extraña en la que te encontrabas, pero ya no voy a tolerar ni una sola mala palabra más.

Mamá, no me cambies de tema— dije con el ceño fruncido—. No tienes derecho a reclamarme nada. Me has dejado completamente sola y sin avisarme antes en la casa de los Kujo. Los acabo de conocer, esto es raro e incomodo mamá.

Sentí la mirada de todos los presentes en mí. Porque sí, estaban en la cocina intentando descifrar que era lo que estaba diciendo con esa llamada urgente que había pedido hacer, ya que todavía no se fiaban del todo de mí (sobre todo por parte de Joseph, que parecía creer aun que era alguna clase de espía soviética).

Y bueno, solo faltaba Kakyoin, quien se había ido a descansar a uno de los muchos cuartos por ordenes de la única Kujo presente, cosa que me parecía lo más sensato, junto con ir a un hospital (idea que no parecía coincidir con el resto). Sobre todo, si le acaban de extraer células de Dio del cerebro. Y Seiko, quien ha diferencia de los presentes, sabía lo que era la privacidad.

No quiero quedarme aquí, mamá. Solo quiero volver a casa cuanto antes— dije cansada—. ¿Por qué te has ido de golpe? Sin avisarme antes.

Lo siento mucho, ___, cariño mío— dijo en un tono más bajo—. Tenía que irme a trabajar.

¿Y qué mamá?— repliqué—. Podías haberme llevado a casa. Quiero ir a casa.

Esa era mí intención, he ido a avisarte. Pero estabas muy entretenida y concentrada escuchando lo que te estaba contando el padre de Seiko. Que pensé que era mejor dejar que pasaras la noche en su casa— dijo rápidamente— . No quería que por mí culpa tomaras una decisión precipitada sobre todo lo que estaba ocurriendo. Y tomaras una decisión de la que luego te fueras a arrepentir, únicamente porque te estaba metiendo prisa.

Mamá, te lo agradezco mucho, pero es que no quiero estar aquí— repetí entre conmovida y exasperada por lo ocurrido—. Si me uno a ellos acabaré enfrentándome a decenas de usuarios de stand mucho más fuertes que Acuario— suspiré cansada—. Solo quiero volver a casa, ir al cine ha ver buenas películas y dormir en mi camita. No quiero pelear contra otros usuarios de stand, bastante tengo con pelearme por ser la primera en entrar a la ducha— rió levemente desde el otro lado del teléfono—. Mamá, ¡no quiero pelear contra un vampiro de más de cien años que se ha robado el cuerpo del tatarabuelo de Jotaro! Sí, por raro que suene, eso es lo que ha pasado.

Yare yare daze— murmuró el nombrado con cansancio.

No te creas tan importante, no estoy hablando sobre ti— murmuré con el ceño fruncido a pesar de que este no era capaz de entenderme—. Mamá, quiero volver a casa cuanto antes— aseguré confiada—. ¿No está papá en casa? Puede venir a recogerme.

___, te recuerdo que está en Kyoto hasta el sábado.

...Estúpidas convenciones de empresas multinacionales que nos dan de comer— suspiré irritada y cada vez menos esperanzada—. ¿Y no puedo ir andando? No puede estar tan lejos de casa. Seguro que son diez minutos a pie.

Acuario [Jojo's Bizarre Adventure]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora