Gemelos

27: El Jefe

Gustabo y Horacio se encontraban en una reunión con los tipos de la mafia, para resumir se estaba hablando sobre su desempeño, Nadando era quien estaba dirigiendo la conversación, al parecer ambos habían entrado oficialmente a la organización, Horacio dentro de sí pensaba sí tal vez Gringo tuvo algo que ver con aquello, por lo que dirigió la mirada hacia el, notando que este también estaba mirándolo fijamente, cosa que despertó el nerviosismo del chico de cresta.

Horacio simplemente bajó la mirada hacia sus pies, suspiró profundamente y decidió enfocarse mejor en Nadando, este por su lado continuaba dando explicaciones sobre cuáles serían sus rangos y los trabajos que tendrían que hacer.

Gustabo también escuchaba atentamente, aquello era un buen avance con la investigación, ya hablaría con Jack más tarde y desde luego que pediría una pequeña paga por el trabajo, después de todo aunque estaban comprometidos eso no significaba que dejaba de ser su jefe.

Sin embargo algo le sorprendió bastante de las palabras de Nadando, ciertamente no esperaba algo como eso.

- Entonces... para su seguridad y la de nuestra organización, ustedes tendrán que quedarse en este lugar viviendo junto a nosotros, de ustedes depende el día que empiecen

- ¿Cómo dice? – pronunció Gustabo

- Tenemos que estal juntos como la familia que somos – una voz de acento extraño se hizo escuchar

- Gustabo y Horacio voltearon a ver hacia el responsable de dicha voz

- Xiaomi has llegado al fin – pronunció Nadando acercándose al tipo

- Así que estos son los chicos – el hombre pelirrojo y de rasgos asiáticos se acercó hacia ambos mirándolos de arriba a bajo – me gustan parecen buenos, ya velemos si cumplen

- ¿Xiaomi? – preguntó Gustabo observando al hombre

- Ese soy yo, el jefe de esta organización, bienvenidos chicos

- ¿De verdad tenemos que permanecer aquí? – cuestionó Horacio

- Si así es, de esa folma podemos hacel muchas cosas, quielo sabel si valen pala esto

Ambos chicos se miraban fijamente, la sede era enorme y parecía tener cuartos dispersados por toda la construcción pero realmente dudaban si de verdad todos ellos vivían ahí, es decir ¿no era arriesgado? Bueno tal vez se trataba de una de sus acostumbradas pruebas, sea como sea solo les quedaba obedecer las ordenes dadas.

La reunión finalizó, les habían dado un plazo para trasladar sus cosas para su estadía, Horacio había desaparecido repentinamente por lo que Gustabo se quedó hablando con Nadando.

- ¿Esto será permanentemente o sólo será durante un determinado tiempo? – cuestionó Gustabo

- Eso depende de Xiaomi, el insistió en llegar a cabo esto

- Entiendo

- Tengo muchas expectativas de ti Gustabo, tu sobresales bastante a comparación de tu amigo ya te lo había dicho antes, espero que realmente cumplas con todo lo que se te pida, no me hagas arrepentirme de haberte recomendado con Xiaomi

- De eso no tenga duda Nadando, yo estoy dispuesto a todo... absolutamente todo – Gustabo pronunció esto último con una voz algo seductora, desde luego disimulándola un poco después de todo no quería sonar demasiado sospechoso y hacer evidente sus intenciones

- Ya veremos si es así – Nadando se alejó dirigiéndose al pequeño grupo apartado de compañeros que estaban haciendo bastante ruido

Gustabo sonrió, pues Nadando parecía ser un hombre bastante reservado, tendría que trabajar bastante con el, para ganarse su completa confianza, incluso si tenía que seducirlo tal y como había hecho con Emilio.

De repente algo lo interrumpió de sus pensamientos, sintió que estaba siendo observado, al voltear hacia atrás pudo comprobar que así era, Xiaomi estaba mirándolo fijamente, momentos después se acercó hacia el, tomando el mentón de Gustabo con sus manos.

- Que apuesto eles – susurró para sí mismo aquel hombre

- ¿Disculpa? – preguntó extrañado Gustabo, después de todo se trataba de nada y nada menos que el jefe de aquella mafia

- Olvídalo háblame de ti, emm... ¿Cómo quieles sel llamado?

- ¿Eh?

- Necesitas un nomble, ya sabes como nosotlos

- Oh pues… puedes llamarme Wilson

- ¿Wilson? Me gusta, algo me dice que nos vamos a lleval muy bien, Nadando me ha dicho mucha cosa buena de ti

- Oh vaya pues… será un honor llevarme bien con usted señor - acto seguido seria abrazado por aquel hombre, cosa la cual le sorprendió bastante pues no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas, salvo por Jack pero el tampoco era de brindar muestras de afecto

Después de romper con el abrazo, Xiaomi le dedico una risa mientras le daba palmadas en la espalda, seguido de un “bienvenido” ciertamente al asiático le había caído bastante bien el rubio, le parecía una persona agradable y según las palabras de Nadando, prometía bastante para la organización.

Mientras tanto Horacio se encontraba con su pareja en un lugar apartado del resto, Gringo había comenzado a besarlo y Horacio no ponía resistencia alguna, en realidad parecía estar acostumbrándose a las muestras de afecto de aquel hombre.

- Horacio – susurro el hombre de rastas separándose del beso – pronto estaremos más tiempo juntos

- Eso parece… dime ¿tu influiste en eso? – preguntó Horacio mientras colocaba sus brazos rodeando cuello del hombre

- No todo fue idea de Xiaomi, el suele hacer cosas que el considera que son mejores para la organización

- Entiendo… ¿estas feliz de que estemos juntos?

- Desde luego… hace bastante que no me sentía de esta forma

- Eres lindo… gracias por tu cariño

- No es nada… debemos regresar no quiero que nos encuentren de esta forma ya sabes no me gustaría que los demás piensen que estas aquí gracias a mi

- Si descuida, vayamos entonces

La pareja regresó al lugar en donde se encontraron con sus demás compañeros, los cuales estaban siendo reprendidos por Nadando, pues habían estado peleando entre ellos, no eran riñas en serio si no más bien eran sus acostumbrados juegos entre ellos, Horacio se pregunta en ocasiones si realmente eran una mafia o alguna clase de guardería.

Más que sembrar respeto o miedo, la impresión que les daba era la de un grupo de amigos que se divertían haciendo cosas ilegales más que enfocarse en obtener ingresos de cualquier forma, tal vez en el fondo Horacio sentía que les agradaban, después de todo ellos eran bastante divertidos.

Continuará...