16: Cita En La Playa

273 35 2
                                    

Fred se encontraba algo pensativo, aún no había hablado con su hermano sobre la supuesta posibilidad de casarse, no estaba del todo convencido de que fuera la mejor idea pero si así podría hacer las paces con el, pues estaría dispuesto a soportarlo.

Su momento de reflexión fue interrumpido por Gregorio el cual se acercó a él para tomar su mano, Fred se sorprendió por la repentina acción pero al ver a Gregorio mostró una sonrisa, Gregorio lo llevó consigo hacia el patrulla y le indicó que se subiera, Fred le hizo caso, observando como Gregorio arrancaba.

-¿A dónde vamos? – preguntó Fred mientras miraba a la calle a través de la ventana

-Quiero que vayamos a dar una vuelta

-Bueno supongo que podemos ausentarnos un poco, considerando que hay demasiados compañeros en servicio, solo espero que el viejo no esté molestando

-Quería compartir un suceso importante para mi contigo

-Pues cuéntame

-Me ascendieron a sub inspector, ahora tenemos el mismo rango

-¡Felicidades! Estoy orgulloso de ti

-Espero un regalo de tu parte

-¿Qué quieres que te de?

-Déjame pensar… ya sé quiero una cita contigo

-¿Una cita? Supongo que podría hacerlo

-¿Te parece bien hoy?

-De acuerdo

Gregorio llevó a Fred a un badulaque en donde compraron cafés, unos aperitivos y se quedaron junto al patrulla mientras comían, estuvieron hablando de diversas cosas de su vida diaria, Fred decidió contarle a Gregorio la situación que tenía con su hermano.

-Cuidas mucho a tu hermano

-Es el único familiar de sangre que tengo, si algo malo le pasa no se que haría

-Entiendo pero creo que debes tener mas confianza en el, por lo que me cuentas el es un buen chico vamos Fred tu confía, ya verás que todo estará bien

-Esta bien si tu lo dices Gregorio, entonces es verdad

-Así se habla, ahora debes hacer las paces con tu hermano y demostrarle que lo apoyaras en sus decisiones

-Si mi niño

Terminaron de beber el café y regresaron a trabajar, las horas transcurrían hasta que finalmente el turno se acabó, Gregorio se despidió de Fred recordándole sobre su cita con el, Fred esperó a Dan para que pudieran irse a casa, ya en el camino Fred le contó sobre lo acontecido a Dan.

-Entonces mi pequeño Fred tendrá su primera cita, como has crecido estoy feliz por ti

-No te pongas así solo saldremos a comer y platicar, no es gran cosa

-Aun así nunca se sabe lo que puede suceder

-Si claro, bueno cambiemos de tema ¿Qué tal te va con el tal Yuu?

-Pues se ha distanciado de mi, he estado observándolo durante un tiempo y lo he notado muy cercano a otro compañero

-Ostia supongo que haz perdido tu oportunidad con el

-Pues no lo sé, pero si aun fuera verdad puedo conseguir otro objetivo

-Vaya por dios

-Los hombres son mi debilidad y lo sabes

-Pues deberías tener cuidado

-No pasa nada o ¿acaso piensas sobre protegerme como lo haces con Gustabo?

-No lo haré es solo que tu siempre fuiste un poco más libre que yo, así que me preocupas un poco

Mientras tanto Gregorio se encontraba preparándose para su cita con Fred, quería aprovechar esa oportunidad para conocer más a fondo al chico que le gusta, admiraba la responsabilidad que Fred manejaba, como era que el hombre siempre dio lo mejor de sí mismo desde que entró al cuerpo, fueron años en los que el había trabajado de forma dura en todo lo que se le pidió y poco a poco fue ascendiendo hasta el puesto en el que se encontraba y como era de esperarse no se conformaba con su puesto actual si no que quería ascender todavía más, hasta donde pudiera.

Fred era atractivo, tenía un buen cuerpo, se veía muy bien a pesar de las múltiples cicatrices que tenía de todos los tiroteos y accidentes que ha tenido durante todos sus años en el cuerpo, tiene un rostro lindo y a pesar de su carácter estricto algo agresivo, sabía que en el fondo Fred era muy dulce sólo que era un poco difícil de ver ese lado.

Finalmente Gregorio salió hacia la dirección que Fred le había enviado por mensaje, una vez en la casa se dispuso a tocar el timbre esperando a que su amado apareciera para abrirle la puerta, Fred salió de forma inmediata mostrando una tímida sonrisa.

-¿Estas listo Fred?

-Si vamos

Gregorio tomó la mano de Fred y lo guio hasta su coche, Gregorio era bastante atento con el, durante el viaje en el coche le dedicó halagos los cuales causaban que las mejillas del rubio se ruborizaran, llegaron a su destino un restaurante a las orillas de la playa, Fred estaba encantado por el lugar, el estar con una persona a la que quería demasiado comiendo juntos, conversando tan cómodamente mientras admiraban el hermoso paisaje eso era especial para él, Gregorio disfrutaba el ver a Fred tan contento, tan sonriente mientras miraba el mar y más cuando el rubio se percataba de que estaba siendo observado, avergonzándose inmediatamente.

Cuando terminaron de comer Gregorio nuevamente tomó la mano de Fred para llevarlo hacia la playa para que así pudiese contemplar más de cerca el paisaje, Gregorio le indico que cerca del lugar había una tienda de ropa, así podrían cambiarse tranquilamente para no ensuciar la ropa que llevaban puesta, cuando terminaron de vestirse estuvieron caminando por la playa, mientras seguían conversando alegremente, Fred amaba sentir la suave arena cada vez que daba un paso, tanto que en algún punto comenzó a correr en ella con tanto entusiasmo, mientras Gregorio corría detrás de él hasta que finalmente lo alcanzó, ambos cayeron en la arena, Gregorio estaba encima de Fred, cosa la cual le hizo sonrojar en extremo por la cercanía de sus cuerpos.

Gregorio fue el primero en levantarse y brindar su mano para ayudar a Fred, mientras continuaban su camino, pudieron ver como el atardecer lentamente se llevaba a cabo, Fred estaba más que satisfecho por ver tan magnífico paisaje, tan lindos colores decorando el cielo y como su silueta y la de su acompañante resaltaban por la luz del sol el cual estaba por ocultarse, sin duda ese era el mejor día de su vida.

Continuará...

GemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora