Falling. | Satoru Gojō

Capítulo II

Cuando terminan las clases y los niños vuelven a casa con sus padres, me quedo un poco más en el salón revisando los trabajos que me entregaron el día de hoy. Estoy tan concentrada que ni siquiera noto que alguien está de pie en la puerta. 

—Buenas tardes, profesora. ¿Puedo pasar? —Levanto la mirada de las hojas de papel que tengo en mis manos y la pongo sobre la persona que acaba de llamarme.

Es un hombre aproximadamente de mi edad, alto, fornido —no de manera exagerada—, cabello plateado y tiene unos hermosos ojos azules resguardados bajo unas gafas redondas.

¿Satoru Gojō?

No puedo evitar ruborizarme: es muy atractivo, de un modo reservado. 

Es una belleza tranquila, totalmente opuesta a la de Satoru, pero... si ya no pienso en él como lo solía hacer, ¿por qué no puedo evitar imaginarme que es él quien viene a buscarme?

—Disculpe, profesora, soy Casper Anderson, hermano mayor de Clare Anderson, su alumna de traslado. —Salgo de mi trance y le presto toda la atención posible. No entiendo porque ha venido a hablar conmigo, Clare es una niña que nunca da problemas.

—Buenas tardes. —Me levanto de mi lugar y extiendo la mano—. Soy Kyoko Saitō. Puede tomar asiento. —Sonríe abiertamente y se posa en la primera silla que toma, la cual coloca directamente frente a mi escritorio. —Clare es una buena niña, ¿podría decirme cuál es el motivo de su visita?

Él se sonroja, pero nunca pierde el contacto visual conmigo, logra perturbarme un poco.

En realidad, no parece tener algún motivo para estar hablando aquí conmigo.

—Amm... siendo sincero... creo que... —Se rasca la nuca y empieza a transpirar—. Bueno, el motivo principal es... quiero decir... yo... —balbucea—me gustaría que saliera conmigo.

Bueno... realmente esto no era lo que esperaba.

—Señor Anderson, me halaga su invitación, pero creo que ambos sabemos que no sería adecuado por diferentes razones: Primero. — Levanto mi mano derecha para enumerar con los dedos—. Soy profesora de su hermana; segundo, en realidad no lo conozco, es la primera vez que lo veo; y tercero, las dos anteriores son unas muy buenas razones.

—Discúlpeme, sé que esto es muy repentino y que tiene razón en la mayoría de sus objeciones, pero ahora déjeme señalar: Primero, mi hermana regresa a Londres con mis padres y ese es el otro motivo por el cual me encuentro aquí; segundo, llevo tiempo observándola cuando vengo a recoger a Clare y me parece no solo una mujer hermosa, sino también interesante. Le prometo que si acepta salir conmigo no se arrepentirá. Si después no quiere verme porque la hago sentir incómoda, aceptaré mi destino; y en tercer lugar, las razones anteriores tienen solución.

Touché. Es demasiado listo para su propio bien.

—¿Por qué regresa Clare a Londres? Creí que se adaptaría perfectamente a este país.

—Pensé lo mismo. —Su actitud vivaz y engreída se apaga, solo se le puede ver compungido —. Ella está triste, cuando habla con nuestros padres sus ojos se iluminan, pero después... después no es la misma. —Suspira—. Es mi hermana pequeña, es casi como si fuera mi hija; la diferencia de edad es demasiado obvia. Solo quiero protegerla.

Asiento. Tiene sentido, yo haría lo mismo por las personas que me importan. 

De pronto este desconocido está dejando de serlo para mí y solo hemos cruzado ¿qué?, ¿tres palabras?

—Muy bien, se lo haré saber a la directora. ¿Alguna otra cosa que pueda hacer por usted?

Una mirada de cazador aparece en su rostro y sonríe de lado.