Capítulo X

3.8K 404 737
                                    

—Kyoko, al parecer no tienes nada de resistencia física. —Yuuji extiende su mano hacia mí para ayudarme a ponerme de pie, pero ni siquiera puedo recuperar el aliento.

El vapor que sale por mi boca cada vez que exhalo se siente fresco en mi piel; solo necesito unos minutos para recuperarme.

—Yuuji. —jadeo—. No es que yo no tenga resistencia física, es solo que tú tienes demasiada; ni siquiera con toda esta nieve alrededor bajas el ritmo. —suspiro audiblemente—. ¡Vas a matarme!

—Bueno... no puedo hacer eso si llegas a resfriarte. Venga, levántate. —se inclina lo suficiente para tomarme de la cintura y ponerme de pie.

Realmente es muy fuerte.

—¿Por qué no simplemente continuas el recorrido sin mí? Yo caminaré el resto del camino. —le digo mientras sacudo la poca nieve que quedó adherida a mi ropa, o al menos eso intento antes de que esta se derrita y congele mi trasero.

—¿Qué sentido tiene seguir si no estás a mi lado? —Vuelvo mi atención hacia Yuuji, quien está de pie frente a mí con los brazos cruzados por encima de su cabeza. Tiene una expresión despreocupada en el rostro. Sonrío; últimamente nos hemos vuelto realmente cercanos.

—¿Tienes alguna idea de lo adorable que te ves justo en este momento? —me abalanzo sobre él y lo abrazo fuertemente por la cintura; tarda solo unos segundos en reaccionar, pero cuando lo hace, coloca uno de sus brazos sobre mis hombros. Ambos estamos riendo.

—Me gustaría ver la expresión del profesor Gojō en estos momentos. —seguimos carcajeando.

—Eres realmente malo Yuuji, sobre todo considerando que te estás burlando de Satoru justo ahora; pero si realmente él estuviera aquí, estarías temblando del miedo. ¿No es así? —nos alejamos el uno del otro. Yo sigo sonriendo, pero Itadori ahora tiene la cara desanimada y los hombros caídos.

—Creo que la mala es otra. —susurra, pero no lo suficientemente bajo como para que no logre escuchar lo que está diciendo.

—Ven. —le tiendo mi mano—. Vámonos, te voy a preparar el desayuno como recompensa por rendirme a mitad del camino. —le sonrío.

Itadori parece no reaccionar, así que enfoco mi atención en su rostro y descubro que está sonrojado hasta las orejas. ¿Tendrá mucho frío? —¿Yuuji?, ¿estás bien? Si te estás congelando, puedes tomar mis orejeras. —las retiro y me acerco para colocárselas, pero antes de que mis manos se acerquen demasiado a su rostro, me toma por las muñecas; ahora el que está demasiado cerca es él. Su nariz casi tocando la mía, eso solo porque es un poco más alto que yo.

Nos miramos fijamente mientras el vapor de nuestras respiraciones se mezcla entre sí. ¿Qué está pasando?, ¿qué estoy haciendo?, ¿por qué no tengo la voluntad para alejarme de la situación en la que nos encontramos justo ahora?

Sus ojos bajan a mis labios y los míos a los suyos. ¿Por qué estamos haciendo esto?, ¿realmente va a besarme?, ¿voy a permitirlo?

Sus manos sueltan mis muñecas y me toman por las mejillas; siento como el material de sus guantes roza contra mi piel y como si estuviéramos en cámara lenta, lo veo matar la poca distancia que nos queda...

—Ejem... ¿estoy interrumpiendo algo? —nos separamos de golpe. Mi cara está ardiendo, ¿en qué demonios estaba pensando?

Esta es la primera vez que siento que quiero abrazar a Ijichi hasta dejarlo sin aliento: me salvó de cometer el error más grande de mi vida.

Aunque siendo honesta... mi cuerpo me dice desesperadamente que esto no era un error, ¿lo era?

—Ijichi... no estabas interrumpiendo nada, ¿por qué piensas que lo hacías? —le digo riendo nerviosamente.

Falling. | Satoru GojōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora