Capítulo XI

3.6K 335 501
                                    

—¿A dónde crees que vas? —Yuuji me toma por la cintura desde la espalda y me levanta del frío suelo para comenzar a girarme alrededor.

Toda la nieve que hay sobre mis botas sale volando por todas partes, no puedo dejar de reír fuertemente.

¿Alguna vez me he sentido así de feliz?

—¡Bájame! —le grito mientras sigo carcajeando descontroladamente.

—¿Acaso esto no es divertido? —no puedo responder ya que repentinamente pierde el equilibrio y caemos juntos de nuevo al suelo cubierto de gélida nieve.

—Eres demasiado tierno. —estoy debajo de Yuuji, pongo mi mano sobre su mejilla y la acaricio mientras nos miramos a los ojos; ya no me siento demasiado tensa cuando estamos juntos de esta forma—. Gracias por dejarme sentir amada.

"La vida es como el clima: a veces está soleado y otras lluvioso, cualquiera puede pasar; por eso, puede que necesites un paraguas y casualmente yo tenga uno, entonces podremos caminar juntos debajo de él." —me dice y sonrío, es la primera vez que lo veo en modo poético.

—¿Por qué siempre sabes justamente lo que quiero escuchar? —Itadori acerca su nariz con la mía y las frota en un beso de esquimal.

—No lo sé... simplemente hay algo dentro de mí que... bueno... no sé cómo explicarlo... Desde que te vi por primera vez, supe que quería ser lo que sea que necesitaras; era como algo más fuerte que yo, como si... fuera la voluntad de otra persona. —ahora lo miro sorprendida, ¿a qué vino todo eso?

—Realmente no sé a qué te refieres, pero... supongo que es algo que llevas tiempo queriendo decirme, así que estoy bien con eso. —me estremezco cuando siento que la nieve debajo de mí ha comenzado a derretirse y a empapar mi ropa. Yuuji lo nota y se levanta, me tiende su mano para que la tome y me ayuda a levantarme a mí también, cuando lo hago y estamos ambos de pie no deja ir mi mano, entrelaza nuestros dedos y tira suavemente de mi instándome a caminar de regreso al escondite.

———

—¿Estás segura de que estás bien solo con la manta? —Yuuji me pasa la taza con chocolate caliente que tiene en las manos antes de sentarse en el sofá y acomodar mis pies en su regazo.

—Sí. —me acurruco un poco más antes de relajarme por completo y darle un sorbo al líquido caliente que tengo en las manos.

—Hay muchas cosas que todavía no sé de ti Kyoko Saitō. Realmente no sé que tanto puedas decirme, pero... quiero saberlo... quiero saber todo de ti, quiero ayudarte a cargar con el dolor que llevas en el corazón, quiero ser la persona en la que puedas apoyarte. —tiene la mirada fija en el piso y la cara sonrojada.

Doblo un poco las piernas, de manera que pueda acercarme a él y acariciar los mechones de su cabello con los dedos.

—¿Por qué piensas que soy tan interesante? —le pregunto.

—Simplemente lo eres para mí, pero... no solo porque seas interesante... sino... más bien... simplemente quiero saberlo todo: lo que te gusta, lo que te disgusta, lo que amas, lo que odias, cómo eras cuando más joven, quién eres... qué... es para ti el profesor Gojō.

En ningún momento se ha girado a mirarme, estoy segura de que es porque todavía se siente inseguro. Es cierto que no somos nada y que este tiempo robado que hemos pasado juntos nos ha servido a ambos para aclarar nuestros sentimientos; aunque sinceramente creo que debo decir que para aclarar mis propios sentimientos, porque sé exactamente cómo se siente Yuuji al respecto.

Falling. | Satoru GojōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora