El dolor nos cambió. [Segunda Temporada]

¿Es emo o algo así?

*Rubius*

Joder, ya pasaron siete años. Siete años desde la fiesta de Rachel. Siete años sin hablar ni ver a Mangel...Ya tengo 24 años. Es increíble.

Tal vez os preguntáis que pasó con todos nosotros. Vale, yo ahora vivo con Barbara en Madrid. Sí, la tía del cine. Nos mudamos juntos porque se volvió mi mejor amiga. Somos como hermanos. Ella ha dejado en claro que quiere que seamos solo eso, y yo estoy bien así.

Cristina. Ella tiene 22 años ahora. Ahora es Youtuber. Mucha gente la quiere, y los compañeros de su ex escuela ya no la molestan. Es más feliz, creo. Vive sola, pero sabe que siempre cuenta conmigo, al igual que mamá.

Después de lo de Mangel, yo...cambié. Sigo siendo Youtuber y esas cosas, y actúo igual frente a la cámara, porque sé que ese Rubius es el que a las criaturitas les gusta. Pero fuera de ella...es decir, ya no soy de tener relaciones amorosas, o hacer muchos amigos, ser amigable. Me volví más frío. Paso el tiempo en casa, jugando videojuegos, o salgo a pasear cuando el día no está muy claro, pero solo. Ahora fumo...Eso da igual. El punto es que no soy el mismo. Maduré, supongo.

Ahora Barbara y yo hemos vuelto de visitar a Alex, Andrea y papá en México. Alex se ha puesto celoso, lol. Andrea tiene 13 años ya. Creció mucho. Y para ella, yo también..

*Flashback*

-¡Rubius!- gritó Andrea acercándose a mí. Una versión mayor de Andrea, pero reconocible. Aún tenía esa sonrisa súper mona que te obliga a abrazarla.
-Te extrañé.- dije abrazándola, sintiendo que correspondía al abrazo. -Haz crecido mucho, ¿Tienes 13 años? Estás vieja.- dije y ambos reímos.
-Tú tienes 24 años. No puedes criticarme.- dijo sonriendo. -¿Y Mangel?

Sentí como si algo me hubiera golpeado. Algo muy pesado y fuerte.

-Discutimos. Larga historia, sabes lo complicado que pueden llegar a ser las relaciones.- dije.
-Sí...¿Fumas?- dijo sacando una caja de cigarrillos y un encendedor del bolsillo de mi chaqueta.
-De nuevo, larga historia.- dije quitándolo de sus manos y guardándolo de nuevo.
-Fumar está mal. ¿Sabes eso?- dijo.

Apreté mis puños y suspiré. Antes le hubiera dicho que tenía razón y lo pensaría. Pero ahora las cosas son diferentes. No soy el mismo.

-Ya vengo.- dije besando su mejilla y alejándome de ella, dándole la espalda.
-Has cambiado.- dijo en tono de decepción y subiendo rápidamente a su habitación.

*Fin del Flashback*

Me tensé al recordar eso. Andrea estaba decepcionada de mí. Coño...y pensar que antes siempre me decía que me quería y cosas así.

Salí de mi habitación después de guardar las cosas de mi maleta y fui a la sala de estar, donde estaba Barbara.

-Hola.- dijo ella dedicándome una sonrisa. -Valeria me llama, dice que si queremos salir con ella y los chicos.- dijo Barbara. Valeria, Sofía y Dustin son amigos de Barbara, y un par de veces hemos hablado. Algunos de ellos me agradan, pero no los considero "mejores amigos".
-Ve tú. Saldré.- dije tomando mis llaves de la casa.
-¿Se puede saber a donde?- preguntó.
-Basta. Ya pareces mi madre.- dije sin mirarla y salí de la casa. Ella sabía que cuando no le decía a donde iba era porque iba a hacer lo de siempre. Pasear sin rumbo y luego volver a casa. Siempre y cuando el clima estuviera oscuro.

*Barbara*

Vi como Rubius salió y volví a poner el teléfono en mi oído, Valeria no había colgado aún, y oyó eso.

-¿Se fue?- preguntó Valeria.
-Sí.
-¿Él es emo o algo así? ¿O bipolar?
-¿A qué te refieres?
-Parece muy...seco. No lo sé. Además, he visto sus vídeos. Parece un tío alegre y eso. Y luego lo conocí y...
-Entiendo. No es igual. Es complicado, ha sufrido.
-No lo tomes a mal. No digo que sea malo. La verdad me cae bien. Lo frío y seco que él es...es algo sexy.
-Espera, ¿Qué? Recuerda que es como mi hermano. No quiero que estés con mi hermano.

Olvide mencionarlo, a ella le gusta Rubius. Y a él...digamos que ni siquiera le agrada.

-Lo sé...¿Pero alguna vez te dijo algo de mí? ¿Sobre mi cabello o algo?
-Eh...Supongo que lo mencionó.- mentí.
-Genial.
-Vale, iré con vosotros.- dije y colgué.

Se me pegó el acento español. He vivido aquí mucho tiempo.