десять

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El anaranjado que pintaba levemente el cielo anunciando que la noche llegará pronto, la calma del canto de las aves y el sonido del viento fluyendo suavemente; una atmósfera calmada y confortable, muy en contraste a la atmósfera pesada e incomoda en la que se encontraba Yoongi, frente a los padres de Taehyung en la oficina de Seokjin.

Taehyung mantenía su mirada sobre Seokjin, quien tranquilamente acomodaba una pila de hojas; a su lado estaba Sookhye, quien mantenía una mirada impaciente sobre ambos.

Llevaban más de media hora encerrados, y Sookhye empezaba a irritarse del silencio que mantenían ambos hombres.

Yoongi comenzó a jugar nerviosamente con sus dedos sobre su regazo, a su lado Taehyung mantenía la calma sin apartar su mirada de Seokjin; envidiaba la facilidad del rubio para mantenerse imperturbable en situación incómodas.

Y Jungkook estaba en una esquina de la pequeña oficina de Seokjin, sentado mirando con aburrimiento su celular.

—¿Entonces me dará la empresa o no? —preguntó de golpe Taehyung, sorprendiendo a todos en aquella habitación, hasta a Yoongi, quien tiempo después intento guardarse una carcajada.

—Que descarado, Kim Taehyung. —regañó Sookhye. —Es muy complicado lo que nos estás pidiendo, pues a pesar de que seas nuestro primogénito, no nos has demostrado tu eficiencia para manejar de manera correcta nuestra empresa; yo estoy más inclinada a qué Jungkook la maneje, ya que él-

—Sookhye, cállate, por favor, las decisiones las tomo yo. —demandó Seokjin.

Sookhye abrió su boca con indignación y apretó fuertemente la mandíbula con enojo.

—¿Quien te crees que eres para mandarme a callar? —cuestionó con enojo.

—Simplemente quiero que guardes silencio, tú no eres la indicada para hablar de este tema. —con tranquilidad señaló la puerta, y Sookhye entendió que su presencia no era apreciada en esa habitación. Con indignación se resignó a abandonar el lugar, no sin antes mandar una mirada de odio a su esposo.

—Lamento que tuvieran que presenciar eso. —se diculpó con ambos invitados, quienes simplemente restaron importancia al asunto. —Bien, respondiendo a tu pregunta, hijo, no quiero darle la razón a tu madre, pero tampoco puedo heredar la empresa sin saber si estás calificado para ello. —su mirada serena nunca se apartó de Taehyung, por otro lado Yoongi juraría que podría dormirse con tan suave y tranquila que es la voz de su supuestamente suegro.

—Okay, entiendo, sin embargo, debo de informarle que me gradué con honores de la carrera en administración de empresas, estuve cinco años estudiando para poder heredar y dirigir su empresa de manera eficiente. —informó con seriedad, cosa que intimidó a Yoongi, pues estaba acostumbrado al Taehyung que se reía de todo en el bar.

—Sí, comprendo, pero te haré unas pruebas, debo de ser yo quien decida si estás calificado o no. —finalizó Seokjin.

Taehyung simplemente asintió a lo dicho, y Jungkook miró a ambos con una pequeña mueca.

((🎐)) 誤り

—Me preocupa que mi padre le herede la empresa a Taehyung. —habló Jungkook mientras miraba a Hoseok, quien se encontraba sacando una gaseosa de la máquina expendedora.

—¿Por qué? ¿No debería alegrarte? —preguntó extrañado Hoseok mientras recogía la gaseosa. —Tú siempre has dicho que no tienes interés en la empresa.

—Sí, pero no sé, tengo un mal presentimiento. —dijo en un suspiro.

—¿Mal presentimiento? ¿O es que temes que se casé con su pareja una vez tenga la herencia? —preguntó con burla, ocasionando un sonrojo en Jungkook.

—¡¿De qué mierda hablas?! —gritó exaltado.

—No creas que no noté como lo mirabas después de salir de la oficina. —río. —no creo que Taehyung este interesado en compartir a Yoongi contigo. —dijo tomando un sorbo de la gaseosa.

—Cállate, claro que no es eso. —gruñó con molestia. —simplemente siento que algo malo va a suceder.

—Claro que sí. —dijo con burla.

Ambos se miraron por unos segundos, en los cuales poco a poco iban acortando su distancia, hasta que Jungkook sintió que Hoseok tenía sus labios sobre los suyos, agarrándolo de la nuca para que el pelinegro no se alejara de su agarre, y él no se resistió.

Novios Falsos | ᵗᵃᵉᵍⁱ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora