Máquinas y animales [Fanfic: Soudam]

CAPÍTULO III. - El desayuno

INFORMACIÓN IMPORTANTE

Este fanfic contiene ¡¡mini spoilers!! de algunas cosas que suceden durante la historia. Por ejemplo, información de los personajes que es revelada más tarde en el juego o en el tiempo libre.

No killing game AU: Nadie muere. Monokuma simplemente molesta de vez en cuando y Monomi ayuda a los niños con los fragmentos de esperanza.

NO nsfw: No me gusta escribirlo, lo siento.

Souda disfrutaba de un desayuno con Sonia y Gundham, aunque la presencia del último no le agradara del todo. No podía evitar pensar en la forma que tenía de comunicarse el otro, que era un tanto sospechosa. Unas palabras le sacaron de sus pensamientos.

— Hola Souda. Gundham me dijo que nos acompañarías antes, me alegra verte. Buenos días. Espero que hayas dormido bien.

— ¡Sí! ¡Gracias! Espero que tú también. — estaba demasiado nervioso como para coordinar una frase normal.

— Me gusta ver que ahora vosotros dos os lleváis bien. Es bueno saberlo.

— Ah bueno, supongo... — la conversación le parecía muy extraña.

— Como hacemos todos los días procederemos a hablar de temas que conciernen a las artes oscuras. ¿Te gustaría acompañarnos? — dijo la rubia con una sonrisa.

— Hoy discutiremos sobre la existencia del wendigo. — Tanaka parecía muy emocionado con estas cosas.

— ¿El wendi-qué? — exclamó el mecánico. De qué carajos estaban hablando. Se estaba empezando a perder en esta conversación.

— El wendigo es una criatura mitológica. Tiene aspecto de bestia, pero no es una. Es bastante grande y gusta de comer mortales. O eso es lo que creen las tribus algonquinas.

— ¿Que-que come humanos?

— ¡Sí! ¡El wendigo come carne humana! — Sonia parecía igual de entusiasmada.

— Voy a dormir estupendamente esta noche, chicos.

— Vamos Souda, es una criatura mitológica. Eso significa que no existe.

— Para los mortales. — dijo Tanaka, haciéndose el interesante.

— Gundham, no asustes al pobre Souda. Estaba ya suficiente asustado.

— ¿No podemos hablar de cosas más normales? ¿Como de qué hicimos ayer?

— Las conversaciones absurdas de mortales no me interesan. — se escondía con su bufanda mientras decía esto.

— Bien, no tenemos por qué hablar de ninguna de esas cosas. Se me ocurre algo sobre lo que podemos hablar los tres juntos. — dijo Sonia. — ¡Hablemos de Dungeons & Dragons!

Kazuichi estaba cada vez más perdido en esta conversación.