Máquinas y animales [Fanfic: Soudam]

CAPÍTULO VII. - Halloween II

INFORMACIÓN IMPORTANTE

Este fanfic contiene ¡¡mini spoilers!! de algunas cosas que suceden durante la historia. Por ejemplo, información de los personajes que es revelada más tarde en el juego o en el tiempo libre.

No killing game AU: Nadie muere. Monokuma simplemente molesta de vez en cuando y Monomi ayuda a los niños con los fragmentos de esperanza.

NO nsfw: No me gusta escribirlo, lo siento.

Había llegado el día de Halloween. Kazuichi aún estaba nervioso y tampoco sabía de qué disfrazarse. Sonia le había dicho que le ayudaría con eso, así que por otra parte estaba contento.

Pensaba en cómo estaría pasándolo Mikan y que quizás podría hacerle una pequeña visita. Se dirigió entonces hacia la cabaña de la chica asustadiza. Estuvieron hablando unas horas sobre sus miedos particulares, entre lo que se podían ver monstruos, fantasmas, vampiros, etc. Por lo menos estaban más aliviados al haber compartido sus temores el uno con el otro. Eso tranquilizó algo a Souda, pero aún era por la tarde. Habría que esperar a la noche.

Después de su conversación con Tsumiki ya se estaba acercando la hora de ir a disfrazarse. No sabía de qué se iban a disfrazar los demás. Todos los estaban manteniendo en secreto para que fuese una sorpresa. Se encaminó a la habitación de Sonia pensando en cómo se vería Tanaka disfrazado. El Halloween le gustaba así que seguro que era un disfraz por lo menos interesante.

Llamó a la puerta de Sonia y ésta le recibió con la cálida sonrisa de siempre.

— ¡Hola Souda! ¿Estás preparado para la más tenebrosa noche del año? — Le dijo la princesa ya disfrazada, irónicamente de bruja.

— M-más o menos. Vaya te queda bien... — Kazuichi le respondió tímido.

— Gracias. ¡Ahora vamos a disfrazarte! — soltó una pequeña risilla al final. — Pronto vendrá Chiaki para ayudarnos.

— Vale... — Estaba entre asustado y fascinado.

Cuando llegó Chiaki, ya estaba disfrazada de payaso. Lo cual hizo que Souda intentase no reírse mirando hacia otro lado. No quería hacerla sentir mal, pero se veía muy graciosa, aunque el disfraz tenía que parecer tétrico. En las manos llevaba unas bolsas y de ellas sacó cinta blanca.

— ¿Para qué es eso? — preguntó el mecánico.

— Es tu disfraz. — La gamer empezó a envolverlo con la cinta, a la vez que Sonia cogía otra cinta para hacer lo mismo.