A partir de aquel momento Dalia velaba día a día por el bienestar de Paz de forma inconsciente, estaba atenta a su medicamento y a medir de forma religiosa su presión, manteniendo todo en orden, aunque el mundo de ambas empezaba a convertirse en caos.
- Perfecta - sonrió a rubia tomando el pulso - me alegro que te sientas mejor.
- Y yo me alegro de tenerte aquí - sonrió Paz sin dejar de mirarla - hace 1 mes pensaste que sería complicado y mírate, eres una experta en cada caso.
- Ni lo menciones, aún me da nervios antes de entrar pero hace mucho no era tan feliz.
- La felicidad da temor - bajó el rostro - ese cosquilleo cuándo algo te gusta - subió la mirada encontrando la de Dalia.
- Si - aclaró su garganta - te ayudo - extendió su mano y recibió la de Paz para bajar de la camilla sintiendo un escalofrió recorrer al quedar muy cerca.
- ¿Cómo te ha ido con Nicole? - cuestionó ansiosa separándose - sé que no debo preguntar pero a veces me asusta que la psicóloga no deje hablar a sus pacientes.
- Ay no digas eso - dio una carcajada - es un amor de niña y me ha ayudado muchísimo, hace tanto tiempo no hablaba de mis cosas que hasta me desconocía.
- A veces nos perdemos en el camino - sonrió recostada al escritorio - tendré que ir a terapia con mi hija, aunque me conoce mejor que nadie.
- Habla tan hermoso de ti, eres una gran madre. Bueno ambas - esquivó su mirada - ¿todo bien con tu esposa? No la he visto.
- Luego de tantas luchas fue al congreso, regresa el fin de semana. Los chicos y yo comeremos pizza todos los días - bromeó - tal vez puedas venir a casa a cenar con nosotros hoy.
- Me encantaría - sonrió emocionada la rubia - pero no quiero que ella se enoje.
- No lo hará además mi hijo está ansioso por conocerte - suspiró tomando valor para preguntar algo que rondaba su mente - Dalia me dijiste que tienes un hijo ¿no?
- Si, se llama Lorenzo. Pero no vive conmigo hace mucho tiempo - los ojos tiernos se tornaron algo rojos, signo evidente de aquel retenido llanto.
- Los hijos son un tema complicado, los llevamos meses dentro de nosotras pero son de la vida.
- Paz ¿puedo preguntar algo? - hizo un tierno gesto acompañando su petición - no quiero sonar indiscreta.
- Puedes confiar en mi - tomó su mano que estaba muy fría.
- Nicole y Miguel.. ¿los tuviste tu ó ...
- Ambas - sonrió estremecida al ver la respiración agitada de Dalia y sentir su mano temblar - usamos el método ROPA ¿lo has escuchado? - la miró afirmar - cada una tuvo un embarazo.
- Debes pensar que soy una tonta - bajó el rostro.
- No pienso, ni pensaré jamás eso Dalia - la tomó del mentón encontrando su mirada - me encantaría conocer a tu hijo un día, estoy segura que es tan dulce como tú.
- Si lo es - sonrió nostálgica - es el ser más tierno que conozco, no sabes la falta que me hace.
- No, no llores - con su pulgar secó una lágrima que intentaba escapar - mi papá siempre decía que las princesas no lloran.
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𝐀𝐍𝐇𝐄𝐋𝐎𝐒 ♀♀
RomanceHay amores inesperados, de esos que creemos jamás llegarán. Pero cuándo pisan fuerte en nuestro camino no importará el tiempo ni la razón: solo sucederá. Con 50 primaveras en sus vidas, Paz y Dalia creen haberlo vivido todo; cada una a su manera fue...