Los enormes pasillos de la clínica "Montelimar" se coronaban como el escenario perfecto de historias repletas de llantos y esperanza, de dolor y fe, el contraste propio de la enfermedad. Pero, también resultaba el camino mágico de los comienzos, de la ilusión y los sueños, justo así lo fue aquella tarde para Dalia, una hermosa mujer con cabellera rubia como el oro, rostro delicado y un cuerpo maduro tallado por los mismos ángeles; con manos temblorosas contrastando con un paso firme se dirigía a una anhelada entrevista con Paz, la directora y dueña del lugar; un amigo le había conseguido la cita para postularse a la vacante de cardiología y por supuesto que no pensaba desaprovecharla, deseaba con toda su alma regresar a trabajar, a vivir y nada mejor que retomar la medicina, su gran pasión.
— Buenas tardes, soy Dalia Aguilera — con una tierna sonrisa se acercó hasta la recepción — tengo una cita con la Dra. Montalvo pero, creo que llegué temprano — en una suave maniobra fijó la mirada en su reloj, confirmando que aún faltaban 40 minutos para la hora estipulada.
— Tranquila Sra. Aguilera — amable devolvió la sonrisa Mary, la secretaria de dirección — la doctora tuvo que apoyar al equipo de turno debido a una emergencia; seguro no tarda en regresar.
— No pasa nada, la espero el tiempo que sea necesario.
Observando todo a su alrededor Dalia se sentó en el sofá de espera cruzando las piernas para evitar moverlas constantemente debido al nerviosismo que bailaba descarado en cada célula de su cuerpo, aunque inconscientemente comenzó a jugar con el anillo que adornaba el índice de su mano izquierda aflorando la verdad; detallaba absolutamente todo, los sonidos, los olores, el personal que salía y entraba; la sensación de estar de nuevo en un centro de salud la hacía sentir dichosa, extasiada.
¡Deseaba tanto el trabajo!
Su mirada viajaba atentamente de un rincón al otro, y fue justo ahí, en medio de ese recorrido curioso dónde leyó nuevamente aquel nombre "Dra. Paz Alejandra Montalvo", un leve escalofrío la invadió de pies a cabeza, estaba segura que lo había escuchado en algún lugar, de hecho, pudo jurar conocerlo mucho antes de la anhelada entrevista pero no lograba recordar donde, pasó la noche entera hurgando entre sus recuerdos pero nada, aunque claro, calmó cualquier duda atribuyéndole otra vez los pensamientos locos a ese pulso acelerado que a duras penas la dejaba respirar, el torrente de adrenalina que corría por sus venas eran tan intenso como la primera vez que pisó un hospital en busca de empleo.
Los minutos transcurrían y la espera comenzaba a convertirse en desesperación; a esos 40 minutos de adelanto se le sumaron otros 20 de retraso pero, ella comprendía mejor que nadie la vida impredecible de los doctores y a decir verdad, la amaba. Quién jamás aceptó los inciertos minutos de una urgencia fue Antonio, su marido; el mismo hombre que durante años con narcisismo y egoísmo extremo la manipuló emocionalmente hasta hacerla alejarse de ese mundo maravilloso de la medicina, un lugar que ahora prometía abrirle las puertas a la aventura.
— «¿Será que es lo correcto?»
Por instantes llegó a dudar el estar ahí, se aferraba a la esperanza de lograrlo pero su inestabilidad emocional le jugaba las peores pasadas, habían sido tantos años en el anonimato, años fuera del campo de práctica, años enjaulada en cuerpo y alma en un hogar que destruyó su autoestima, años dejando de ser ella misma, sí, claro que quería salir corriendo del miedo pero el sonido de unos pasos de tacón la sacaron del trance inseguro acelerando su corazón; centímetro a centímetro visualizaba más cerca la silueta de una dama arreglando su cabello para luego ajustar un tanto la impecable bata color blanco que portaba; parecía levitar por el pasillo, los movimientos eran sutiles, suaves, tan delicados que resultaba quimérico.
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𝐀𝐍𝐇𝐄𝐋𝐎𝐒 ♀♀
RomanceHay amores inesperados, de esos que creemos jamás llegarán. Pero cuándo pisan fuerte en nuestro camino no importará el tiempo ni la razón: solo sucederá. Con 50 primaveras en sus vidas, Paz y Dalia creen haberlo vivido todo; cada una a su manera fue...