Un susto que fue capaz de despertar el valor para defender un gran amor, la vida les decía que callar no era viable en ellas, les gritaba de mil maneras que habían perdido demasiado como para que algo tan hermoso y real se escondiera bajo la sombra.
- Dalia, la llevaremos al tomógrafo y luego a cuidados intermedios ¿nos vemos allá?
- Si Ramos, los estaré esperando - se acercó a Paz y besó suave su frente - me debes una cena.
- Te... te debo mi vida - murmuró con el poco oxígeno que su cuerpo estaba manejando
La rubia los vio marcharse, tomó un poco de aire y salió de allí para toparse con una situación algo distinta. Al verla Nicole y Miguel corrieron a abrazarla.
- Dalia ¿Cómo está mamá? Dinos la verdad - Nicole la miró de arriba a abajo consternada.
Justo en ese momento ella recorrió con la vista su cuerpo, el vestido blanco que tanto le gustó a Paz era ahora un arte abstracto impregnado con sangre.
- Está estable por el momento, solo la presión subió - acarició el cabello de Miguel y secó una lágrima de Nicole - pero les prometo que estará bien.
- Veo que todos te aman - interrumpió Irene - ya ellos saben la forma en la que me trataste y como estás de resbalosa diciendo que mi esposa es tu mujer ¿acaso no estabas con un hombre?
- Mamá por favor ya basta, esto no se trata de ti hoy.
- ¿Ustedes de qué lado están?
- De ningún lado - replicó Miguel - las amamos a las dos y solo queremos que mamá se recupere.
- Y si lo mejor para ella es estar al lado de Dalia yo la apoyo - sentenció la joven
Nicole tomó la mano de su hermano y se fueron ante la atónita mirada de Irene a la sala de espera, dejando a una Dalia llena de indignación.
- El egoísmo te consume, pero lo que dije es verdad, Paz ahora es mía, me ama a mi - se acercó más a ella - si no te gusta no es mi problema y cuida tus modos, no busques que esos pobres inocentes sepan que la separación no fue por otra cosa que tu culpa.
Luego de aquello no había nada que decir, Dalia con su dulce proceder había robado el corazón de Paz y se coló en la vida de sus hijos de la forma más hermosa; Irene entendía que la falla fue suya, pero no por engañarla con Gisella, eso fue una simple cobardía, el mayor error fue caer en la rutina, en esa falta de atención a su esposa, perdió cuando la alejaba sin saberlo, se lanzó al vació de la monotonía, ese desencanto que mató su relación.
Tal como lo prometió, Dalia estaba lista en la habitación de cuidados intermedio esperando impaciente, pero las noticias serían las mejores, ninguna lesión interna de gravedad, el accidente de tránsito en el que Paz se vio involucrada había dejado fuertes golpes, una luxación de rodilla y la gran subida de presión que desató el estado de confusión, debía ser controlada, pero en general tenía el mejor pronóstico ¡Qué susto había hecho pasar!
- Sentí que me moría cuando te vi en esa camilla...
- No fue para tanto - sonrió en un susurro - ni siquiera sé porque me dejaron aquí.
- Tu presión se elevó demasiado, debemos monitorear de cerca. Además, esa pierna debe permanecer en reposo
. Tengo a mi cardióloga favorita a cargo entonces - tosió un poco - no me fue tan mal.
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𝐀𝐍𝐇𝐄𝐋𝐎𝐒 ♀♀
RomanceHay amores inesperados, de esos que creemos jamás llegarán. Pero cuándo pisan fuerte en nuestro camino no importará el tiempo ni la razón: solo sucederá. Con 50 primaveras en sus vidas, Paz y Dalia creen haberlo vivido todo; cada una a su manera fue...