Capitulo 8: ¿Somos Novios?
¡Sí, claro! “¡Luego me despertaré!” ¡Sigo sin creer que me he quedado dormido en casa de Dulce!
- De verdad lamento quedarme aquí – me disculpé con Dulce que estaba en la cocina preparando el desayuno.
- No hay problema, de todas maneras hoy es sábado y no hay clases, relájate – me dijo ella con una sonrisa – siéntate, me desespera verte caminando de un lado a otro.
- Amm… de acuerdo.
Me senté en la barra que ella tenía en su cocina. Dulce estaba preparando huevos, ella me preguntó cómo los quería, le dije que me gustan hervidos, pero ella se estaba preparando unos huevos estrellados con las típicas 3 tiras de tocino. Ella puso los platos y sirvió un vaso de jugo de naranja para ella y una taza de café para mí, el café es mi adicción.
Mientras le daba un sorbo a mi café Dulce inició una conversación.
- ¿Somos novios? – me preguntó confundida… y de manera directa, como suele serlo.
Casi escupía el café que tenía en la boca, por la pregunta, ¿lo somos? Anoche le dije que la quería, y ella ya me lo había dicho. No quiero tener una relación ahora mismo, y si me pongo a pensar en el qué dirán los demás mucho menos; pero Dulce es tan… diferente.
- ¿Y bien? – preguntó ella esperando una respuesta.
- Este…ah… no lo sé, ¿tú qué crees?
¿Cómo le pude preguntar eso? Es claro que ella dirá que si somos novios, yo le gusto y al haberle preguntado, prácticamente le pedí que fuera mi novia.
- Creo que no somos novios – dijo ella y le dio un sorbo a su jugo de naranja.
Pero ¿Qué acaba de decir? ¿Acaso dijo que no? ¿De verdad?
- No me lo has preguntado, – continuó ella hablando – déjalo, solo era una duda que tenía, no te lo tomes tan enserio, seguramente aun piensas en Paz.
¿Por qué dijo eso? Ya ni la había mencionado a ella, ¿Estará celosa?
- ¿Estás celosa? – le pregunté sonriendo, quería alegrar el ambiente.
- ¿De quién? ¿De Paz? No, de ella no, si acaso de Alice, esa chica no me agrada – dijo ella con tanta naturalidad.
- ¿Alice? Es buena chica – la defendí.
- Por eso no me agrada, porque a ti te agrada.
- Pero a ella no la quiero… bueno al menos no de la manera en que te quiero a ti.
Ella me sonrió, se ruborizó y agachó la cabeza para comer ¿Le dará pena?... ¡qué linda!
- Dime… ¿crees que tengo la posibilidad de ser tu novia? – me preguntó
¿Qué debería responderle? ¿Tiene la oportunidad? La quiero, pero para una relación aun no estoy muy seguro.
- Quiero saberlo, sino para dejar de hablarte, verás… a veces pienso que solo juegas conmigo, para saciar el hambre de tus hormonas, esas que se mantuvieron hambrientas por 18 años.
¡Qué directa y burlona! Pero tiene razón, creo que si la uso para eso… ¡espera! Acaba de decir que quiere saber eso para saber si es conveniente dejar de hablarme, esta puede ser mi oportunidad, si me alejo de ella volveré a ser el mismo de antes, aunque… me lástima que se quiera rendir tan rápido, por una parte está en su derecho, se aprecia tanto a si misma que no quiere ser juguete de nadie y eso me incluye, aunque apenas tenemos como 5 días conociéndonos, aunque desde el primer día le gusté.
