Trabajando para Matt Bomer (Selena Gomez & Matt Bomer)// TERMINADO// 1er LIBRO

Capítulo 5.-¿Vestido rojo?

-----Selena-----

He de admitir que volví a casa con cierta alegría debido a la invitación de Matthew sobre ir con él a una celebración de no sé qué, pues la verdad no escuché mucho el resto de la conversación, es decir. Y aunque no entendía su repentino cambio de actitud, iba a ir con él.

Y ahora necesitaba un vestido.

"-¡Tiene que ser rojo!- Me gritó Sandra después de que le contara.

-¿Por qué rojo?

-Tú solo escoge un vestido rojo."

No sabía por qué, pero iba a hacerle caso.

(...)

Cuando llegué, Ashley ya se encontraba tumbada en el sofá del salón como si realmente hubiera trabajado demasiado, cosa que teniendo en cuenta lo vaga que es, dudo.

-¡Te necesito!- Le grité apenas un segundo después de haber entrado.

-¿Me necesitas?

-¡Sí!

-Vale... ¿y para qué me necesitas?

-¡Matt me invitó a que fuera con él a una celebración!

Ashley se levantó rápidamente y corrió hacia mí como nunca llegó a hacer en ninguna clase de gimnasia -por mucho que el pobre profesor Garret le insistiera.- ¡¿Enserio?! ¡Pero eso es genial!- Gritó casi más entusiasmada que yo.

-Pero necesito un vestido y tu ayuda para comprar el perfecto. El único problema es que tú tienes que volver al trabajo en la tarde...-Recordé maldiciéndome a mí misma por no haberlo recordado antes.

Ella comenzó a toser fingidamente.- Oh vaya, creo que mi resfriado no me permitirá ir a trabajar.- Sacó su teléfono móvil y tras marcar un número, lo colocó en su oreja.- ¿Tiffany?-Tosió.- C-Creo que he enfermado y no podré ir por la tarde.- Tosió de Nuevo.- Ajá. Gracias jefa... Buenas tardes.

Una vez hubo colgado, ambas comenzamos a reír. Si es que lo que ella no hiciera...

(...)

Después de que Ashley me obligara a comer los macarrones que cocinó, nos adentramos en el centro de New York.

Entramos en una glamurosa tienda de ropa especializada en vestidos de fiesta cuyo escaparate llamó mucho mi atención.
Todo en el interior era precioso, desde la decoración hasta los vestimentos.

-Oh dios, creo que no seré capaz de elegir...

-Encontraremos el mejor.-Aseguró mi amiga.

Ashley comenzó a moverse por la tienda a una velocidad de vértigo, demostrando que se encontraba en su entorno natural, ella AMABA ir de compras. Sus brazos se llenaron de vestidos de distintas longitudes, colores, texturas...

Y fui obligada a probarme todos y cada uno de ellos.

Ashley parecía encontrarse tan indecisa como yo.
Cada vez que salía del probador con un vestido nuevo, ella aseguraba que ese sería el ideal.

Y lo repitió unas... ¿veinte mil veces?

Hubo uno en un rincón de la tienda que despertó algo en mí. Ignorando las cuestiones de mi amiga sobre a dónde me dirigía, fui hasta él y lo alcé para verlo mejor.

Era rojo. Y era el vestido más bonito que desde luego se vendía en esa tienda.

Cuando se lo enseñé a Ashley, asintió dando a entender que fuera a probármelo.