Anna no era como su padre, eso lo descubrió Bellatrix mientras volvían juntas al castillo. El amanecer saldría en unas horas y Bellatrix tenia miedo de que las alcanzara y no poder protegerla.
-¿Por que nunca antes te había visto?-le preguntó Bellatrix a Anna.
-No tengo dieciocho.-Anna tardó en contestar.
-Yo tampoco los tengo, así que ahora dime la verdad.-Bellatrix la miró a los ojos, transmitiéndole confianza. Anna jamas había sentido aquello que sintió al mirarla, y Bellatrix tampoco, era una sensación extraña que ambas dejaron de lado.
-Mi padre dice que no debo juntarme con gente como vosotros.
-¿Como nosotros?
-Si, vampiros que no pertenezcan a la realeza.-Anna hizo un gesto muy poco común en vampiros, un gesto de desprecio hacia su propia especie.
-¿Que tontería es esa?-dijo Bellatrix riéndose.
En ese momento Anna resbaló y cayó encima de Bellatrix dejándola a ella boca abajo en el suelo.
-Perdón, soy un poco torpe.-dijo Anna levantándose y ayudando a Bellatrix a levantarse.
-Tranquila, ¿tu estás bien?-Bellatrix sintió que debía proteger a aquella chica a toda costa.
-Si, estoy bien.-ambas sonrieron. Cuando el castillo fue visible a lo lejos aceleraron el paso. Bellatrix iba delante ya que su paso era más rápida.
-¿Cuanto queda para el amanecer?-pregunto Anna.
-Media hora, quizá algo más.-Bellatrix se paró y la miró-No te asustes.-dicho eso se transformó, ahora era un poco más alta que Anna, y mucho más fuerte. La subió a su espalda y corrió como si el mundo detrás de ella estuviera desintegrándose.
-Bellatrix vas muy rápido.-Anna se agarraba al pelo del ser que ahora era Bellatrix.
La muchacha saltó una piedra que obstaculizaba su camino y cayo de pies, Anna le clavo las uñas en la espalda. Puedo hacerlo.-pensó Bellatrix. El sol empezaba a salir cuando llegaron a la puerta, Anna bajo de su espalda y entró en el castillo justo a tiempo.
-Casi nos atrapa.-dijo mientras Bellatrix cerraba la puerta tras ellas.
-¿Cuando volveré a verte?-Bellatrix se acercó un poco más a Anna.
-Siempre que quieras.-dijo Anna en un susurro.
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Una vida después de la muerte.
FantasiaNacemos, vivimos y morimos. Es ley de vida. Pero, ¿y si pudiésemos volver a nacer siendo algo distinto, y a la vez, recordando lo vivido? Os planteo la historia de quien eligió formar parte de un mundo que, nosotros, al igual que nuestra protagonist...