Una semana después de su decimosexto cumpleaños Bellatrix preparaba la maleta para marcharse.
-Solo será un año.-escucho decir a su madre.
-¿Por qué no se lo enseñas tu?-decía su padre.
-Porque yo me escapé a los diecisiete, y el curso se da a los dieciocho.-respondió su madre.
-Pero ella solo tiene dieciséis.-dijo su padre, seguido de un fuerte sonido.
-Pero ya sabe todo lo que tiene que saber, solo le falta esto.-entones Bellatrix se puso una chaqueta, cogió su maleta y una mochila y bajó de su cuarto.
-Iré.-y dicho eso salió de la casa, no sin antes darle un beso a cada uno de sus padres.
Era una noche fría, con el cielo despejado y lleno de estrellas. La luna brillaba llena. Se giró un momento hacia su hogar.
-¿Saben quien soy?-pregunto a sus padres que la miraban desde el puerta.
-Alexander esta avisado de que irás.-dijo su madre.
-¿Alexander?-pregunto Bellatrix.
-El rey de los vampiros.-dijo su padre, apoyándose en el marco de la puerta.
Bellatrix asintió. -Hasta pronto.-y dicho eso empezó a andar.
Sabía a dónde tenía que ir, había rodeado aquel castillo con altas torres desde que tenia diez años. Se conocía cada rincón del inmenso bosque que lo rodeaba, y de cada puerta secreta que daba a la parte de atrás del castillo, solo tenia que buscar la puerta dentro de él.
Mientras caminaba sentía la brisa en la cara. Los vampiros y los hombres-lobo tienes los sentidos más desarrollados que un humano, pero ella los tenia mucho más. Cerro los ojos y sintió el olor de la brisa. Olía a humo, a tierra y cuanto más avanzaba más olía a vampiro. Al amanecer ya veía las torres más altas del castillo. Se paro, se recostó contra el tronco del árbol más alto que encontró y allí se tumbó. Cerró los ojos, sintió como su corazón latía despacio, como si cada latido fuera el ultimo. Un año.-se dijo a si misma. Miro todo el camino que había recorrido. Hace dieciséis años esto me parecía imposible, y hasta aquí he llegado, no voy a parar ahora.-y con ese pensamiento se quedó dormida junto con la fresca brisa del amanecer.
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Una vida después de la muerte.
FantasiaNacemos, vivimos y morimos. Es ley de vida. Pero, ¿y si pudiésemos volver a nacer siendo algo distinto, y a la vez, recordando lo vivido? Os planteo la historia de quien eligió formar parte de un mundo que, nosotros, al igual que nuestra protagonist...