| 40 |

266 27 2
                                    

*Narra Vince*

Cuando salí de la ducha, me encontré con Alina sentada en el borde de la cama.

─ ¿pudiste pasar las notas a la web?

─ sí. Me duelen los dedos de tanto teclear.

Me puse unos calzoncillos y luego un pantalón de dormir.

─ me hubiese gustado estar aquí para poder ayudarte con los niños antes de que explotases.

─ siempre puedo con ellos, pero hoy se me juntó todo eso, ya estaba cabreada antes de recogerlos en el cole, no quise pagarlo con ellos.

─ lo sé preciosa.

Me subí a la cama.

─ ven aquí.

Se quitó los zapatos y gateó hasta llegar a mí.
Se sentó pasando sus piernas a cada lado de mi cintura, estábamos frente a frente.

─ creo que necesito que lleguen las vacaciones, o me dará algo.

─ ¿te acuerdas de lo que pidió Liam de cumpleaños? -le pregunté.-

─ sí, quiere ir a Disney.

─ exacto, he reservado hotel en California, pasaremos allí un fin de semana.

Abrió los ojos cómo platos.

─ ¿de verdad?

─ sí. Estamos a tres horas, así que iremos en coche.

─ ¿cuándo nos vamos?

─ éste viernes.

─ ¡oh dios! lo necesito, lo necesitamos todos. ¿Cómo se ha puesto Liam?

─ no le he dicho, sólo le dije que le daría su regalo después de ver las notas.

─ bien.

Acaricié su mejilla.

─ ¿quieres hablar de lo que pasó en la universidad? ¿o prefieres qué no?

Soltó un suspiro.

─ entonces no hablemos de ello -susurré tomando su mano.-

─ tocó mi culo.

Aparté la mirada de su mano y la miré.

─ ¿qué?

─ me dió una nalgada, sus compañeros al principio se negaban a chivarse, pero el director los amenazó y se pusieron de mi parte. No puedes imaginarte cómo me sentí, no respetan. Y luego estaba diciendo que yo me lo busqué por ir con falda ajustada.

─ ¿qué? por supuesto que no, tú no te buscaste nada, es tu cuerpo y tú decides cómo vestirte. Dios...maldita sea, detesto a esas personas que se justifican diciendo que lo que hicieron, lo hicieron porque iban provocando.

─ ya amor, tranquilo.

─ ¿tranquilo? ese cerco te tocó, tocó tu cuerpo sin tu permiso, y eso sólo puedo hacerlo yo.

Ella sonrió sin ganas.

─ estoy cansada de este día de mierda, sólo quiero que mi pareja, que será mi futuro marido, me mime y me dé amor. No quiero hablar más del tema, por favor.

Tomé su cara con ambas manos y la acerqué a mi boca.
Mientras nos besábamos, soltó un suspiro.

─ perdóname -le susurré cerca de la boca. Sonrió.-

─ no tengo nada que perdonarte amor.

Besé su mejilla y fuí bajando por su cuello. Acarició mi pelo por detrás.
Me separé un poco y llevé los dedos a los botones de su camisa.

─ ¿estás muy cansada para esto?

─ quiero esto.

Mordí mi labio sonriendo. Fuí desabotonando cada botón.
Al terminar, me ayudó a quitarle la camisa.
Besé su cuello nuevamente y fuí bajando por su pecho. Con mi mano derecha acaricié uno de sus pechos por encima del sujetador. Se echó para atrás inclinando su pecho hacia mí. Llevé mi otra mano a su otro pecho y los apreté.
Succioné en un de ellos sacándole un gemido.
Sonreí por el chupón que le dejé.
Pasé las manos por detrás y solté el sujetador, sacó los brazos.
Tiré de ella hacia mi y me dejé caer hacia atrás haciendo que ella quedase tumbada encima de mí.
Llevé las manos a su culo y lo apreté. Mordió mi labio sin hacerme daño.

─ es mi culo -dije. Sonrió y pasó su lengua por mis labios.-

─ todo tuyo.

─ cómo vuelvan a tocar lo que es mío, no me quedaré sin hacer nada.

─ amor -se quejó sonriendo.-

Sonreí.
Intenté subir su falda, me ayudó y luego se sentó quedando encima de mí. Metió la mano en mi ropa y sacó mi miembro.

─ no tengo condones.

Me miró.

─ la última vez te dije que comprases -me dijo.-

─ sí, se me pasó, no me regañes.

Sonrió.

─ me avisas cuando vayas a correrte.

─ sí -dije sonriendo.-

Frotó mi miembro con su vagina antes de colocarlo en su entrada y dejarse caer lentamente.
Llevé pasamos a su cintura para ayudarla.

                                    •••

Después de desayunar empezamos a recoger.

─ cariño, enséñale el dibujo a mamá -Luke me hizo caso y salió corriendo. Volvió a los segundos.-

─ mira mamá -le mostró el dibujo.-

─ ¡wow! que precioso. Hemos quedado muy bonitos. ¿Qué te parece si lo ponemos en la nevera?

─ sí -dijo él sonriendo.-

Lo puso en la nevera y luego lo levantó.

─ perdóname por lo de ayer bebé, te quiero -le besó la mejilla.-

─ y yo a ti mami.

Ella sonrió.

Ya quiero acabar con esta novela😴

Segunda oportunidad. |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora