Capítulo 15
La euforia por haber ganado la copa de quidditch le duró a Andrea al menos una semana. Incluso el clima pareció celebrarlo. A medida que se aproximaba junio, los días se volvieron menos nublados y más calurosos, y lo que a todo el mundo le apetecía era pasear por los terrenos del colegio y dejarse caer en la hierba, con grandes cantidades de zumo de calabaza bien frío, o tal vez jugando una partida improvisada de gobstones, o viendo los fantásticos movimientos del calamar gigante por la superficie del lago.
Pero no podían hacerlo. Los exámenes se echaban encima y, en lugar de holgazanear, los estudiantes tenían que permanecer dentro del castillo haciendo enormes esfuerzos por concentrarse mientras por las ventanas entraban tentadoras ráfagas de aire estival.
Bruno estaba hasta arriba de trabajo y se estaba esforzando tanto en sus TIMOS (Título Indispensable de Magia Ordinaria) que Andrea pensaba que le iba a dar algo. Cada vez que Andrea intentaba hablar con él tenía que arrancarle el libro de la mano para que al menos la escuchara.
Incluso se había visto trabajar a Fred y a George Weasley; que estaban a punto de obtener también el TIMO. Percy se preparaba para el ÉXTASIS (EXámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas), la titulación más alta que ofrecía Hogwarts. Como Percy quería entrar en el Ministerio de Magia, necesitaba las máximas puntuaciones. Se ponía cada vez más nervioso y castigaba muy severamente a cualquiera que interrumpiera por las tardes el silencio de la sala común.
De hecho, la única persona que parecía estar más nerviosa que Percy era Hermione. Harry y Ron, que desconocían sobre el giratiempos, habían dejado de preguntarle cómo se las apañaba para acudir a la vez a varias clases, pero no pudieron contenerse cuando vieron el calendario de exámenes que tenía. La primera columna indicaba:
LUNES
9 en punto: Aritmancia
9 en punto: Transformaciones
Comida
1 en punto: Encantamientos
—¿Hermione? —dijo Ron con cautela, porque aquellos días saltaba fácilmente cuando la interrumpían—. Eeeh... ¿estás segura de que has copiado bien el calendario de exámenes?
—¿Qué? —dijo Hermione bruscamente, cogiendo el calendario y observándolo—. Claro que lo he copiado bien.
—¿Serviría de algo preguntarte cómo vas a hacer dos exámenes a la vez? —le dijo Harry.
—No —respondió Hermione lacónicamente—. ¿Habéis visto mi ejemplar de Numerología y gramática?
—Sí, lo cogí para leer en la cama —dijo Ron en voz muy baja.
Hermione empezó a revolver entre montañas de pergaminos en busca del libro. Entonces se oyó un leve roce en la ventana. Hedwig entró aleteando, con un sobre fuertemente atenazado en el pico.
—Es de Hagrid —dijo Harry, abriendo el sobre—. La apelación de Buckbeak se ha fijado para el día 6.
—Es el día que terminamos los exámenes —observó Hermione, que seguía buscando el libro de Aritmancia.
—Y tendrá lugar aquí. Vendrá alguien del Ministerio de Magia y un verdugo.
Hermione levantó la vista, sobresaltada.
—¡Traen a un verdugo a la sesión de apelación! Es como si ya estuviera decidido.
—Sí, eso parece —dijo Andrea pensativa.
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Andrea Bletchley y el prisionero de Azkaban ☆
Fiksi PenggemarDespués de un curso en el que casi muere Andrea pensaba que iba a tener un momento de paz, pero todo comienza a torcerse en cuanto sale a la luz que Sirius Black, uno de los mortífagos más peligrosos, ha escapado de Azkaban... //Tercer libro de la s...