Cap. 3

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-Un parque de atracciones, la gran mayoría funciona, si que hay bastantes plantas, así que supongo que habrá que andarse con cuidado entre ellas. - dije mirando a mi al rededor.
-Juego: caza. Tendréis que cazar los animales que ven en la pantalla, tendréis 1 hora para finalizar el juego. - sono la alarma que daba comienzo al juego, miré a la pantalla y aparecieron cuatro animales, había unos círculos al lado de las imágenes.
-¿Que son los círculos al lado de los animales?- pregunto uno.

Cogi mi arco y una flecha y apunte detrás de el, solte la cuerda y la flecha quedo incrustada en aquel animal, mire a la pantalla y vi que uno de los círculos fu tachado. 

-El número de cada animal que tendremos que matar.- dije comenzando a andar.

Me pare enfrente de la noria, no me gire, pero sabía que todos me miraban, saque la espada y la sujete tranquila sobre mi hombro, de la noria salió otro animal, el cual al verme corrió a atacarme, hice un movimiento rápido con la espada y le había dado en la yugular dejando al animal desangrándose.

-¿Os vais a quedar mirándome o vais a moveros?- dije girandome.
-Esa es mi hermana.
-La adoro. - dijo Óscar llevándose una mirada asesina de mi hermano.

Rei y me subí a la noria, una vez se paró arriba apunté con mi arco, Niragi estaba matando a uno de los animales sin darse cuenta de que le iba a atacar otro por detrás. Apunte y solte la cuerda, Niragi se giró en mi dirección. La noria se volvió a poner en marcha hasta que llegue abajo, baje y cuando iba a bajar las escaleras de metal una mano apareció en mi campo de visión.

-Niragi, tienes que estar más atento.
Baje y comience a andar, escuche ruidos desde la hierba, saque la espada y antes de poder atacarle escuche unos disparos, el animal estaba tirado en el suelo.

-Era mi turno. - mire a Niragi y rei. -Me voy a la montaña rusa.

Me acerqué a mi hermano y a Óscar, cogi mi espada y ataque a uno de los animales.

-Te manejas bien. - escuche decir a un chico.

Cuando levante la mirada tenía la capucha puesta, note unos tatuajes en su cara y en los hombros.
Enseguida salió corriendo para atacar a otro animal.
Mire a la pantalla y todavía quedaban cuatro animales. Suspire y comencé a andar, a lo lejos vi a un animal el cual en cuanto noto mi presencia me miro para a continuación comenzar a correr en mi dirección.
Aún estaba algo lejos por lo que me daba tiempo a coger el arco, apunte y cuando el animal estuvo algo más cerca solte la cuerda del arco, el animal calló al suelo, baje el arco, suspire y escuche un ruido, me coloque el arco y esta vez saque la espada, lo noté más cerca y me giré moviendo la espada. Cuando mire vi a otro animal tirado el suelo.

-Juego completado. - se escuchó aquella voz robótica.

Note un brazo rodeandome y al mirar vi a Óscar junto a mi hermano. Comenzamos a andar para dirigirnos a la salido donde vimos a los paramilitares, nos volvimos a montar en los coches y al cabo de un rato llegamos.
Una vez dentro deje a mi hermano y a Óscar hablando con unos chicos, subi las escaleras y antes de llegar, me pareció ver a aquel chico de la prueba del pilla pilla, subi y mire a ambos lados del pasillo, nadie, suspire y me dirigí a mi habitación.

Al rato mi hermano y Óscar entraron a mi habitación, deje la espada, el arco y las flechas a un lado y me senté en la cama.

-Estoy agotado. - dijo mi hermano sentándose a mi lado y tumbandose.
-Mira el lado bueno, más días de visado. - dijo Óscar mientras se sentaba en el suelo quedando enfrente de nosotros.

Sonaron unos golpes en la puerta para después dejar sonar el sonido de esta abriéndose.

- ¿Como os a ido? - pregunto nuestro jefe haciéndose presente en la habitación.
-Con esta y su agilidad con la espada y su puntería con el arco siempre va a salir todo bien. - dijo mi hermano con una sonrisa.
-Cierto. - dijo Óscar riendo un poco. -A salvado a uno de los paramilitares.
-No es para tanto, vosotros más de una vez me habéis salvado las espaldas.
-Chicos, tengo buenas noticias. - miramos al jefe con curiosidad. -Ya sabéis que las armas solo las pueden tener los para militares. - los tres asentimos sin entender a donde quería llegar. -Bueno, querían quitaros la vuestras y he conseguido que os la dejen.
-Menos mal. - dije suspirando.
-Yo había escuchado algo de eso, de que nos querían quitar las armas. - dijo mi hermano levantándose. -Gracias.
-Nada, para eso estoy. - dijo con una sonrisa. - Buenos os dejo dormir, descansad. - dicho eso se fue.

Tras un rato mi hermano y Óscar también se fueron a sus habitaciones, las cuales quedaban al lado de la mía, me cambié y me tumbé y a los pocos minutos yo ya estaba dormida.

Alice in borderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora