Little Doll

7. ¿Quién es el verdadero enemigo?

Me encontraba dentro del bosque, estaba helado y una densa neblina cubría todo el suelo. A mi al rededor sola había hojas secas y plantas muertas, los árboles parecían estar hechos de huesos retorcidos, todo el lugar había perdido vida y la majestusidad de siempre.

Un viento helado me golpeo la nuca y provocó que un escalofrío recorriera mi espina. No podía ver nada más allá de la punta de mi nariz pero la niebla espezo a dispersarse en un rincón mostrándome una silueta bastante familiar: la mía.

Me detuve a ver la escena que se presentaba ante mis ojos, pronto un segundo personaje entró era Jared quien desenfundó un cuchillo y lo clavo sin más en mi abdomen. Quedé helada y retrocedí llorando; la niebla volvió a cubrir las imágenes y una voz masculina empezó a resonar por el lugar.

-Sunshine... -Decía la voz con un eco siguiéndole en cada silaba.- Sunshine... no confíes... no confíes...-

-¿Quien es?- Grité al vacío. -¿Confiar en quién?

-Salvate Sunshine... salvalos a ellos... no confíes en él.-

Desperté de súbito agitada y sudando en frío. El gélido del bosque aún se sentía sobre mi piel y aquella voz desconocida resonaba todavía en mi cabeza. Me levante con cuidado y fui a bañarme, aún con el agua caliente no lograba quitarme la sensación helada del cuerpo.

Me puse el uniforme de la escuela y salí de la casa temblando. Soldado se había quedado en el pórtico echado, últimamente no disfrutaba entrar al bosque; como si algo ahí lo asustara. Entré en el bosque pensando en aquel sueño tan extraño.

-Hey Sunshine... ¿A dónde vas?- Dijo Jared desde lo alto de un árbol.

-A la escuela.- Dije como si resultara obvio.

Jared bajó del árbol y se acerco a mi, esta vez su sonrisa era algo más cálida que tétrica. Me tomo por la cintura y besó mi frente.

-Quedate conmigo...-Me miró a los ojos e hizo una mueca.-¿Estás bien, te noto extraña?-

-Sólo tuve un mal sueño, es todo.- Intente sonreír de manera sincera y acaricié la mejilla de Jared con la mano.

-No te creo que sea solo "un mal sueño"- Dijo haciendo unas comillas con los dedos y acercandome más a él. -Te quedarás conmigo y me dirás que sucede- Me cargo al igual que una princesa y caminó hacia su cabaña- No acepto un no, por respuesta.-

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Sentados en la sala de aquella cabaña no podía dejar de pensar en aquel extraño sueño o mejor dicho pesadilla. Sabía que Jared no me dejaría en paz hasta que le contara todo y pensaba que sería lo mejor decirle.

-Bien... ¿Qué sucede?- Dijo Jared sentándose a mi lado.-

-Es que... tuve un sueño, estaba en el bosque aunque no se parecía nada a lo que yo conozco de él...- Le conté todo detalle por detalle sin reparar en nada.

Al finalizar mis manos temblaban y Jared ya no tenía su sonrisa estaba solo pensativo con la mirada fija en el suelo. Tomo mis manos y las apretó con fuerza.

-Sunshine, esto puede ser peligroso.-

-¿A qué te refieres?- Sus palabras me preocuparon pero sentía curiosidad por saber de que se trataba.

-Escucha, no soy el único en este bosque y el lugar tiene poderes.- Dudo un poco en seguir pero luego de aclararse la garganta continuo- Hay algo inexplicable en el bosque y la maldad de sus habitantes no puede ser contenida, a veces la amenaza esta en el objeto más pequeño.-

-Pero...- Tenía mi dudas sobre si continuar o no pero las preguntas que rondaban mi mente necesitaban respuesta-  Te creo... creo en el poder del bosque, pero ¿Qué amenazas puede haber?-

-Escucha Sunshine, tengo enemigos y lo que más deseo es protegerte.- Me tomo entre sus brazos y la calidez que sentí al tocar su cuerpo me provoco un sentimiento de completa calma y tranquilidad.

-De acuerdo... pero... ¿Qué haré?-

-No confíes en nadie, de ahora en adelante no te dejare sola.- Tomó mi rostro entre sus manos y me besó.

Esa noche no regresé a casa, me quedé al lado de Jared donde me sentía segura. Caí rendida ante el sillón pues el cansancio de aquellos últimos días me tenia agotada.

-Ven, te llevare a tu habitación.- Jared me despertó y me cargo entre sus brazos llevándome al mismo lugar donde la chica yacía muerta.

-No, no dormire aqui- Dije reconociendo el lugar. Jared solo sonrió y me recostó en la cama.

-Tranquila, aquello que viste solo fue una ilusión, quería jugar un poquito contigo.- Acarició desde mi cabello hasta mi rostro y me besó suavemente. -Descansa y no tengas miedo.-

Se retiró de la habitación y me acomode para dormir. No tarde mucho en conciliar el sueño pero por alguna razón algo perturbaba mi mente.

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Acostada sobre la hierba, viendo las estrellas brillando, me levante y el suelo empezó a cubrirse de niebla, avanzó lentamente y cubrió todo el lugar.

-Te dije que no CONFIARÁS en él- Dijo aquella voz masculina rezonando por el lugar con su eco.- Vas a perecer pero intente advertirte.-

-¡Dejame en paz! ¡Ya sé que solo buscas confundirme!-

-Yo intento mostrarte la verdad. Hay algo de cierto en lo que Jared te dijo este lugar esta lleno de poder y el peligro acecha incluso en la cosa más pequeña.-

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Desperté con un grito ahogado,  mi corazón latía a cien por segundo y sentía que se me saldría del pecho. El terror invadió mi cuerpo, tenía razón no podía confiar en nadie, nunca había confiado en nadie y esta vez por un simple beso y palabras bonitas no haría una excepción.

Me colgué de la ventana y salí de la cabaña, corrí hasta llegar a mi casa sin mirar atrás. Al llegar entre en mi habitación, ahí estaba Soldado, lo acaricié y fui a esconderme en el armario.

Estaba aterrada abrazada del animal. No podía dormir, tenía terror a escuchar de nuevo esa voz y rodearme de niebla. Esta vez nadie entraría en mi mente.

-Ya  nadie puede protegerme-