8. Asesino

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Durante los próximos tres días no tenía noticia alguna de Jared. Y esas pesadillas habían cesado, sin embargo me sentía cansada, había días en los que no asistía a la escuela y vagaba por el bosque en busca de Jared.

Nunca lo encontré y llegue a pensar que quizás seria mejor así. Pero esa misma noche en que quize dejarlo ir encontré sobre mi cama una de sus notas.

Sunshine:
Como me has roto el corazón.
¿Estas jugando conmigo? Porque yo no me divierto.
Te extraño, mi vida no es nada sin ti.
Regresa.
Jared.

Al terminar de leer me acerque a la ventana con la mirada fija en el bosque. Eran apenas las seis de la tarde, mi madre llegaría aproximadamente en dos o tres horas. Salí y al lado de Soldado me introduje en el bosque.

La noche era helada, la niebla lo cubría todo y eso me empezó a poner nerviosa. Recordaba esos sueños que había tenido hace apenas unos días. Mi miedo aumento cuando Soldado empezó a mirar fijamente uno de los árboles.

-¿Qué sucede amigo?- Dije agachandome y acariciando el costado de mi perro con aspecto zombificado.

Como respuesta solo obtuve un ladrido amigable y un meneo de cola. No entendía su comportamiento hasta que del lado opuesto del lugar emergió Jared. Soldado se volteo y gruño con fiereza.

Jared solo sonrio divertido. -¿No dije que controlarás a tu perro? En fin... él no me interesa. Volviste.-

-En pediste que lo hiciera.- Dije acercandome a él.

-Así es... te lo pedí.- Acaricio mi rostro y me besó en los labios con delicadeza. Soldado ladabra pero esta vez se fue corriendo antes de que Jared pudiese hacerle algo.

-Cobarde...- Lanzó una ligera carcajada y me abrazó por la cintura. Mi corazón latía con fuerza.-¿Estas nerviosa, linda?-

-Yo...- No pude responder y solamente me mordi el labio.

-No... no...no, eso dejame hacerlo yo.-Me volvió a besar dando pequeñas mordidas a mis labios mientras la niebla se iba dispersando. Él sonreía entre besos y en un momento me mordió tan fuerte que hizo mi labio sangrar.

Me separe de él de un empujón y lleve mi mano a mi boca limpiando la sangre que salía del labio. Jared soltó una carcajada mientras lamia la sangre que había dejado en su boca.

-Tu sangre es deliciosa, Sunshine. Quiero más.- Se abalanzó sobre mi riendo mientras me pegaba a su cuerpo. Intenté safarme de su agarre pero tenía una fuerza increíble. Desenfundó el cuchillo y lo encajó lentamente en uno de mis costados.

Lancé un fuerte grito de dolor e intente volver a librarme de Jared, pero con cada movimiento que hacia me enterraba más el cuchillo, lo retorcía y hacía que gritara con más fuerza.

-Por favor...-Suplique llorando y con la garganta desgarrada por mis gritos.

Él solo rió -Me gusta que supliquen. Pero... ¿Sabes que me gusta más?- En su cara se pintó una sonrisa endemoniada. -Ver como la vida, se escapa de sus ojos- Dicho esto enterró poco a poco el cuchillo en mi abdomen con lentitud haciéndome chillar del puro dolor. Sabía que desde ese momento estaba muerta.

Little DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora