Encontré a LittleDoll entre los cuerpos de dos jóvenes. Ella los había asesinado, lo que más temía en el mundo: el bosque había creado a otra asesina. Pero ella no iba a ser como los otros, había algo diferente en su mirada que me hizo saber que su alma era pura e inocente.
La tomé entre mis brazos y la cargué hasta la mansión. Dejé que durmiriera en mi habitación todo lo que necesitara, necesitaba pensar un poco en lo que había pasado. Pero... mi mente no operaba correctamente, no podía pensar, estaba totalmente en blanco.
Interrumpiendo mi pesar alguien toco la puerta, me levante y trate de colocar el mayor gesto de serenidad del mundo. Camine hasta la puerta y la abrí, frente a mi se encontraba un muchacho aparentemente de 18 años de edad.
Tenía una piel pálida como la de un cadáver, sus venas rezaltaban en negro por todo su cuerpo, sus ojos estaban totalmente negros y en su cuello se encontraba atado un listón negro manchado de sangre. Pesé a su renovada apariencia lo reconocí perfectamente, era el niño que LittleDoll había asesinado.
-¿Puedo ayudarte?- Dije con la voz quebrada, él no respondió solo me señalo el listón con un movimiento mecánico y rígido.
Asentí ligeramente con la cabeza apretando los labios y le indiqué que pasara. El muchacho entró y paseo la mirada por todo el lugar como buscando algo o, en este caso, alguien.
-Esta arriba, durmiendo.- Le informe para que no la molestara. -Así que... ella te creo, más o menos. Nunca vi un poder igual a este.- Me pasee junto a él examinaldolo de pies a cabeza, no parecía nada fuera de lo común solo había un detalle en el que no había reparado con anterioridad: él no proyectaba ninguna sombra.
Pareció entender a la perfección lo que quería decirle pues se quedo parado al pie de la escalera con, lo que supongo era su mirada, fija arriba. Parece ser que este es otro poder, pero no había visto nada parecido, solo por una persona: Jared.
Pasadas un par de horas, LittleDoll despertó y bajo las escaleras, tenía su apariencia "normal" ojos azules, piel pálida sin sangre y su largo cabello negro. Cuando el joven vio a la chica hizo una reverencia y espero hasta que ella bajara para levantarse.
-¿Quién es él, Luca?- Me preguntó confundida evitando verle.
-LittleDoll, tú lo has creado... que... ¿No lo recuerdas?- Parecía tener amnesia, ¿sus asesinatos serán involuntarios? Eso me daba un poco de alivio, ella era un ser puro después de todo.
Ella negó con la cabeza a modo de respuesta y se quedó viendo al chico fijamente.
-Dime ¿Qué es lo último que recuerdas?-
-Pues... estábamos en el comedor y sentí como si apuñalaran mis brazos, después de eso, no recuerdo nada. Desperté en tu habitación ¿Qué paso?-
-Ven, sientate...- Nos sentamos juntos y le conté lo poco que había alcanzado a entender. En su rostro reflejaba lo arrepentida que estaba por haber asesinado a esos dos muchachos, su rostro estaba lleno de terror y angustia tal que empezó a llorar.
-Pero... yo no... no quize hacerlo... no quize...- Sus lágrimas eran sinceras, lloraba descontroladamente y bueno, ya no preocupaba el hecho de que sus lágrimas fueran de sangre.
-Tranquila LittleDoll, tu no lo hiciste a propósito- Dije abrazándola mientras el muchacho nos observaba detenidamente. -Oye ¿Qué haremos con él?-
Ella limpio sus lágrimas y lo miró... después se levantó hasta él y alargó su pequeña mano hasta tocar su rostro, el muchacho dejó caer una lágrima negra que LittleDoll secó, era obvio que lamentaba lo que le había hecho.
Susurro algo a su oído y el joven sonrió, nunca sabré lo que le dijo pero al parecer lo hizo bastante feliz.
-Me llamó Lyssandro.- Dijo el chico con una voz grave.
Me levanté y me diriji hasta ellos. -Soy Luca, bienvenido.- Para mí era un placer ser un buen anfitrión pero la mayoría de criaturas que habitan el bosque no son compatibles conmigo o tan dosiles como para ser domesticadas.
Pero LittleDoll y Lyssandro parecían ser la excepción, los tres teníamos algo en común eramos algo que nunca quizimos ser.
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Little Doll
Mystery / ThrillerEsta es la historia de como me convertí en algo que nunca quise ser, en como mi mente me destruyó tanto que no podía reconocerme a mi misma. Es la historia de como falsamente creí que morir me traerá paz pero la verdad es que es muy divertido y quie...