9. Juegos temibles.

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Ya no podía sentir el frío del metal enterrándose en mi abdome, la vista empezaba a nublarse y no alcazaba a ver absolutamente nada. El dolor estaba desapareciendo al igual que mis sentidos y consciencia. A lo lejos escuche un ladrido y de inmediato Soldado apareció entre los arbustos, gruñía en dirección a Jared y casi ni fui consciente de lo que paso después.

Soldado se había lanzado contra Jared haciéndolo caer al suelo y librándome de él. Caí de espaldas y solo tenía la sensación de un líquido calido recorriendo mi espalda y fundiéndose con la tierra. Mis ojos no miraban a otro lugar que no fuera el cielo colmado de estrellas deslizándose por el lugar, por un momento me alegro que esta fuese la última cosa que vería.

"Una alberca de estrellas llamándome a recorrer el universo". Pensé por un momento. Ya no escuchaba nada, ni a Jared riendo, ni los ladridos de Soldado. Voltee para ver la escena y Jared no estaba. Soldado se había hechado a mi lado como esperando que me levantará para ir a casa.

-Esto... es todo... amigo.-Dije sonriendo débilmente.

En cuestión de apenas un segundo la niebla empezó a regresar ya no me importaba y solo me dejé cubrir por ella. Pero al momento que esta toco mi cuerpo el tiempo se detuvo la sangre que empapaba el suelo retrocedió y se metió en mi cuerpo lentamente.

La herida en mi vientre empezó a sanar y una bocanada de aire entró a mis pulmones como un dulce néctar de vida pura. Me quedé recostada en el suelo abrazando a Soldado mientras la niebla se dispersaba nuevamente.

Respiré profundo y llevé mis manos a mi vientre, estaba curado por completo. Me levante sin sentir dolor alguno y vi el lugar donde minutos antes brotaba sangre carmesí. En su lugar se hallaba la figura de una flor negra como un tatuaje.

-¿Qué acaba de pasar?- Pregunté mirando a Soldado.

-El bosque tiene poderes, Sunshine. Recuerda que no todos somos malos en el.- Era la voz de mis sueños anteriores. Ahora me producía calma y tranquilidad.

-¿Quién eres? ¿Por qué me has ayudado?-Pregunté al borde del llanto.

-Es mejor que te vallas, pronto nos conoceremos.- Dicho esto último la niebla se disperzo por completo y la risa de Jared se escuchaba en la lejanía.

Me levanté y heche a correr junto con Soldado. No tardamos mucho en llegar a casa y extrañamente sucedió sin percances.  Entré a la casa eran aproximadamente las nueve de la noche, la primera imagen que vi fue a mi madre llorando en la sala.

-Mamá ¿Qué sucede?- Dije acercandome a ella.

-Sun...Sunshine... mi amor. -Me abrazó y se hecho a llorar con fuerza.

-¿Qué te pasa?- Verla así me estaba aterrando sabía que era algo malo para que llorara así.

-Tu hermano...no... no aparece- La noticia me dejo en shock, Luck era solo un bebé de un año, apenas y sabía caminar.

No pude llorar, mi madre estaba destrozada y si me derrumbaba no habría nada que se pudiera hacer. La tranquilice y al final se fue a dormir. Me encerré en mi cuarto con llave y me deslice hacia el suelo, no podía más y me hice cortes en los brazos. Ambos estaban llenos de sangre tal que parecería que iba a morir.

Aunque no era así, empecé a llorar y luego de un rato me quedé dormida ahí mismo en el suelo con los brazos pintados de rojo. Un golpeteo en mi pierna me despertó, abrí los ojos y ahí estaba Soldado, llevaba algo en el hocico era un pedazo de papel. Miré el reloj y marcaba las doce en punto.

Desdoble el papel, era una nota de Jared... pero esta era distinta, no estaba escrita con tinta común, no, esta era sangre. La idea me lleno de terror pero lo ignore y me dispuse a leer.

Sunshine, Little Sunshine:
Te has escapado de mis garras, pequeña. Pero aún puedo seguir jugando. ¿Qué tan rápido puedes encontrar a un bebé? Hahahahaha... anda... corre... brinca y salta... Salva a tu hermano antes de que la luna llena salga.
J.

-¡ESE INFELIZ!- Abrí la puerta furiosa y corrí abajo. Tome un cuchillo bastante afilado de la cocina y salí de la casa con Soldado. -No le pondrá un dedo encima a mi hermano.-

Caminé hacia el bosque y no me detuve por nada hasta llegar a casa de Jared. Donde una grotezca imagen me recibiría.

Little DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora