Bajo la tormenta

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Hoy es el gran día de Evan, él se esfuerza mucho para ser el mejor en todo por eso este examen es tan importante para él, está última semana se la ha pasado encerrado estudiando todo lo que puede, salía a comer y cuando se olvidaba yo le llevaba. Yo he ido al colegio normal, pero él se la paso en la casa, se está presionando demasiado y me preocupa que le vaya mal, ya lo escuché estornudar en algunas ocasiones y los ojos están medios rojos, él es muy inteligente y se merece está oportunidad. Por eso hago mi mayor esfuerzo de levantarme este día temprano para darle una sorpresa. 

Hago una selección en el especial de hoy de Starbucks y ordeno, no pasa mucho tiempo y llega el pedido lo sirvo todo y voy a despertar a Evan.
Entro a su cuarto y está durmiendo con todo el torso desnudo. Se ve muy bien y si no tuviéramos nada que hacer hasta jugaríamos un poco. Tiene muchos libros en su cama y en todo lado.

-Evan despierta- no se mueve- despierta-levanto un poco la voz, pero nada .

- ¡Evan! - grito y se levanta de un salto. 

Mira alrededor como desorientado y luego abre los ojos 

- ¡Qué hora es! Llegaré tarde- busca alrededor y encuentra una camiseta blanca, se la empieza a poner. 

-Tranquilo es temprano, vamos a la cocina allí está el desayuno.

Él se tranquiliza y me sigue a la cocina. 

Comemos y nos peleamos por el pan y es allí cuando su celular suena anunciando una videollamada. 

-Es mamá- contesta y lo pone delante de nosotros. 

-Hola, mis niños-saluda entusiasmada hasta que ve nuestro desayuno- me dijeron que ya no se alimentaban de esas cosas. 

-Hola mamá-le sonrió angelicalmente- es un desayuno especial, debemos darnos un gustito. 

- Si seguro, Sop- lo dice en ese tono de a mí no me engañas- bien, para lo que llamaba, Evan necesito que mañana pases al aeropuerto, la hija de una amiga llegara a las 11 y no conoce nada de la ciudad, odia los taxis, no puede subir a uno, entonces su mamá me dijo si ustedes la pueden llevar a alquilar un coche. 

-Claro nosotros mañana vamos.-responde Evan. 

- Es una gran chica, tiene 19 está estudiando administración- pero ya está trabajando en las empresas de su familia, incluso les va mejor desde que ella está allí. Por cierto, Evan tranquilo hoy te irá muy bien, los quiero, ya hablamos después. - corta. 

-Al parecer está chica tiene una fan-le digo. 

- ¿Qué?- me dice. 

- ¡Mamá! Al parecer la admira mucho-le digo riéndome por su distracción. 

-Si- suelta una pequeña risa, pero sigue con esa expresión sería. 

-Tranquilo, te va a ir muy bien. - me acerco y lo abrazo. 

El me abraza acercándome más a él, esconde su cara en mi cuello y el sentir su aliento me hace estremecerme. 

El baja sus manos y empieza a pasarlas por mis nalgas. Me aprieta a él y puedo sentir como se va poniendo cada vez más duro. Me toma en sus brazos de imprevisto y me lleva a mi cuarto, me pone sobre la cama y se empieza a desvestir, luego me quita todo a mi hasta dejarnos libres de toda prenda. Se acerca y me besa, me toca por todos lados menos en dónde más quiero, me tienta bajando su mano poco a poco hasta que por fin me da lo que le pido, toca mi clítoris y empiezo a retorcerme gimiendo, sus dedos se introducen en mí y siento que estoy cada vez más cerca del cielo, él se aleja un poco y luego separa mis piernas para con delicadeza hundirse en mi cierra los ojos y entra al completo, se mueve a veces saliendo y entrando de golpe y otras solo la mitad. Cuando ya estoy más cerca de tocar las estrellas empieza a moverse más rápido, profundo y rudo; dejándome sin palabras, ni pensamientos. El se corre y se mueve un poco, hasta que cae encima mío. Me besa y me sonríe. 

-Te quiero. -me dice. 

-Yo también, eres el mejor hermano del mundo. 

El me mira luego me besa, algo rudo y se aleja. 

-Voy a ducharme, ¿vas a venir conmigo a la universidad? 

-Por supuesto. 

Sale de mi cuarto y me deja allí en la cama, satisfecha y feliz. Evan es lo mejor, no tengo planes amorosos, pero si algún día me llegó a casar, tiene que ser alguien como el, cariñoso, inteligente, caballero, amable y tiene que amar a los animales. 

Me levanto y siento como su semen sale un poco y empieza a caer por mis piernas. Voy al baño y me ducho rápido, salgo y me visto con unos jeans, polo y zapatillas.
Salgo peinándome el cabello y Evan ya está listo, con un folder.

Salimos de la casa y vamos a la universidad, él está muy nervioso así que yo conduzco. 

Llegamos, me da un beso me sonríe y entra yo me quedaré en el coche las siguientes 6 horas. El examen dura 3 y tienen que esperar otras tres para tener los resultados. Pongo música y me pongo a ver unos vídeos de ciencia, me gusta mucho, aún no estoy segura de que carrera elegiré, pero me gustaría ser bióloga o doctora, no quiero apresurarme, aún tengo tiempo para elegir. 

Entra una llamada de un número desconocido voy a rechazarla, pero en lugar de eso se contesta, la voz de una señora se escucha por todo el carro. 

-Señorita Sophie, la llamamos de parte de su ginecóloga Emille Ramos, ya tiene que colocarse la inyección, es por ello que llevamos comunicándonos con usted. 

- Si ya iba a sacar una cita para la próxima semana. 

- Hoy tenemos libre en media hora, ¿puede usted? 

- Si, p.. 

- Bueno la esperamos. - corta. 

Qué raro tengo la inyección anticonceptiva desde hace 4 meses ya sabía que en los próximos tenía que ponerme nuevamente, supongo que es la forma en la que trabaja. Emille es mi ginecóloga desde hace mucho tiempo, pero siempre estuve con pastillas anticonceptivas hasta que decidí cambiar. Nunca antes me habían llamado, por lo general yo lo hacía. 

Le escribo un mensaje a Evan sé que no lo leerá ahora, pero si cuando salga del examen.

Voy al ginecólogo tengo una cita en media hora, para que me coloque la inyección, estoy de regreso a las 6, cuando salgas.

Prendo el carro y arranco no hay mucho tráfico y es cerca, llegaré rápido. 

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