VIII

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Tengo que admitir que Ángel es un chico super atractivo, tiene los ojos de un café claro y unas pestañas que deben de ser la envidia de muchas personas, su voz también es algo tan afrodisiaco un poco grave y muy sexi, recuerdo como cuando se presentó por poco se me bajan mis inexistentes bragas. Ahora mismo no sé cómo iniciar la acción, Evan y yo estamos en batas, pero él este vestido tan elegante y desde aquí puedo oler su perfume. Tiene buenos gustos.

-Bueno, ¿tienen un poco de agua? -Ángel es el primero en romper el silencio.

-Claro- le digo y voy a la cocina, le sirvo el agua y voy a la sala, ambos están en el sofá conversando de lo que creo que es una universidad.

Ángel ya se deshizo de su saco y lo dejo en el perchero de la entrada, le alcanzo el vaso y él se lo bebe. Evan con su mano me ayuda a sentarme en sus piernas.

-Tienen alguna ¿condición o preferencia? -pregunta bebiendo lo último que le queda.

Yo miro a Evan y le respondo- debes usar condón en todo momento y Evan me penetrará primero por atrás.

-Bien- deja el vaso en la mesita y se voltea a verme.

Evan me toma del rostro y me empieza a besar, Ángel pone su mano en mi pierna y empieza a acariciarla. Nuestro invitado me toma del rostro y me hace besarlo, Evan se queda quieto y se tensa, pero al rato pone su mano en mi cintura y empieza a acariciarla, escondiendo su cabeza en mi cuello. Ángel me suelta y se desviste, hago que Evan se quite su bata y cuando ambos ya están completamente desnudos empiezo a acarícialos hasta llegar a los que debo de decir muy grandes miembros.

-Vamos a la habitación, allí estaremos más cómodos. -propone Evan.

Con Evan caminamos a la habitación de invitados con Ángel siguiéndonos una vez allí, hago que Evan se siente en la cama y me arrodillo frente a su muy despierto miembro, lamo la punta y chupo un poco; con mi mano empiezo a masturbarlo y voy introduciendo lo más que puedo en mi boca. Ángel acaricia su miembro y yo estiro mi mano para que se acerque, a la par de Evan lo empiezo a masturbar; subo, bajo, subo aplico presión, bajo, lamo; hasta que Evan me aleja de él y le pide a Ángel que se recueste y a mí que le siga mamando pero esta vez de cuatro, el empieza a jugar con mi clítoris, haciéndome excitar, empieza a rozar su miembro por mi entrada y luego lo introduce con una enloquecedora lentitud que me vuelve loca. 

Evan se mueve muy lentamente, volviéndome loca, sus manos empiezan a acariciarme la espalda y luego baja a mis pechos y juega con mis pezones; de sus manos empieza a bajar por mi espalda y con su dedo juega con mi otra entrada, posterior, sale de mí y va por el lubricante, se pone en sus dedos y luego trata de introducir dos, poco a poco lo va logrando, mientras una de sus manos sigue con su trabajo, la otra va acariciando mi clítoris y me es inevitable empezar a ver las estrellas, cuando siento que llego al cielo y empiezo a bajar de este, el pene de Evan suplanta sus dedos, entra fácilmente debido a lo relajada que me encuentro. Me enviste con lentitud, pero con fuerza, no hace falta mucho para tenerlo completamente dentro de mí.

En algunos momentos, yo me olvido de Ángel, pero después retomo lo que hago.

Evan acelera un poco su envestidas y luego las retarda, después le hace una seña a Ángel y este se pone de pie, Evan aún dentro mío me levanta y me lleva con él, Ángel lo ayuda a cargarme y con ello roza su miembro conmigo, una vez en medio de ambos el miembro de Ángel entra por mi entrada lentamente haciendo que Evan cierre los ojos y a mi me lleva a las estrellas.

-Mierda, esto es demasiado. - dice Evan.

Ambos empiezan a moverse cuando uno sale otro entra produciendo en mi algo estupendamente. Ni palabras me vienen a la mente por lo maravilloso que es.

-Estoy cerca- dice Ángel- su boca y esto es demasiado.

Ambos empiezan a moverse ya descoordinadamente, a veces ambos entran y viceversa. Ángel después de un gruñido se corre y sale de mí, dejándome solo con Evan, el se recuesta en la cama y me hace cabalgarlo, después de un rato ambos estamos gimiendo como locos, luego solo pasa, nos corremos juntos. Y yo caigo encima de su pecho.

-Gracias- le digo. - y me voy quedando un poco dormida.

El sale de mi interior y luego me carga y sale conmigo a lo que creo que es mi habitación. Me pone en la cama y va por uno de mis cajones saca toallitas húmedas y me limpia un poco. Luego me da un beso y sale del cuarto.

Bajo la tormenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora