II

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Nuestros padres viajan mucho por lo cual nunca estaban en casa, por ello hace dos años conversamos con ellos y los convencimos de dejarnos vivir solos en un departamento. Ellos se mostraron reacios al principio, pero después de decirles que queríamos ser más responsables de nosotros y que éramos adolescentes que necesitaban su espacio donde desarrollar nuestras habilidades "domesticas" y unas muchas razones más, algunas más tontas que otras, los convencimos, nos compraron un departamento cerca a la escuela, en un edificio que muy pocos se podían permitir.
Ni bien llegamos de la escuela Evan me besa tirando nuestras cosas en medio de la casa. Sus labios son suaves, pero presionan con fuerza los míos, su entrepierna choca con mi pelvis lo cual me calienta. El me empieza a dirigir al cuarto de huéspedes, casi nunca lo usamos, pero allí están todos los juguetes que podríamos necesitar hoy.
Me saco toda la ropa quedando totalmente desnuda, me acomodo en la cama. Evan va al armario sacando unos plugs de distintos tamaños y lubricante,
- ¿Estás segura? - Asiento
Él se pone encima mío y me besa, su pene roza mis partes está se moja mucho más.
-Voltéate.
Me pongo de cuatro el abre el lubricante y se echa a los dedos.

Pone sus labios en mi cuello y va dejando muchos besos, siento como una de sus manos pasa por mi abdomen y baja hasta tocar mi clítoris mueve sus dedos apretando un poco haciendo estremecerme un poco, luego va hacia mi entrada y mete dos dedos poco a poco va jugando con mi entrada y clítoris, provocando que me vuelva gelatina, aprovechándose de mi debilidad y distracción; con la otra mano va acariciando mi culo, y no pasa muchos hasta que siento como uno de sus dedos va haciendo presión para entrar. Siento como este pasa, lo siento todo tan apretado, y un poco molesto.

-Relájate Sophie.

-No puedo se siente raro, y si así es tu dedo no quiero ni imaginar algo más.

Evan saca su dedo y se empieza a desvestir.

-No creo que ya este preparada para lo más grande.

-Tranquila, primero nos relajaremos- y con una sonrisa se termina de quitar todo.

Se acerca y me besa, me acomoda bien de cuatro y me va dejando muchos besos en mi espalda con su pene va jugueteando con mi clítoris produciéndome pequeños estremecimientos.

-Voy a entrar Sof.

-Por favor, hazlo ya.

Y si que me hace caso se acomoda y entra, mi vagina se siente tan llena, definitivamente Evan es su dueño. Se empieza a mover lentamente, pero no por eso menos placentero. Y allí es cuando aprovecha para meter un dedo nuevamente, solo que con el adentro ya casi ni importancia le doy a su dedo, y solo sigo disfrutando. Va moviendo su dedo, haciéndolo que me folle y a eso le suma uno más, pero no me deja pensar mucho en eso porque sus estocadas me vuelven loca. Cuando siento que estoy llegando al cielo el retira los dedos y su pene, yo me quejo, pero los dedos son reemplazados por un plug. Y luego con sus dedos en mi clítoris me hace llegar a las estrellas. Caigo sobre la cama y es allí cuando en verdad siento el pub. Suelto un gimoteo y el ríe.

-Que bonita vista, ¿comemos algo?

- ¿Qué? -volteo a mirarlo y esta parado como apreciando su obra de arte-¿Me vas a dejar así?

-Acostúmbrate al pub para que podamos avanzar, y me dio hambre, ¿Pedimos una pizza?

-Noooooo-Volteo mi cara contra la almohada.

- ¿Comida china? ¿tacos? ¿pollo? -recita mientras va hacia la puerta

-Solo quiero terminar.

-Cariño, si mal no recuerdo ya terminante.

- ¡Evan! Sabes lo que quiero decir. - me volteo a mirarlo y siento como el plug se mueve haciendo que habrá la boca por la sorpresa.

-Ja, vamos a comer, la anticipación no hará más que mejorar todo.

Bajo la tormenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora