Bajo la tormenta

XVII

Evan

—Tuve que viajar, todo se estaba derrumbando-exclamo a Theodore por el teléfono mientras camino por las calles de Londres.

—¿Ya te comunicaste con él?

—No, mi secretaria esta que lo llama, pero no ha tenido respuesta. No dejo de recibir llamadas de Susan, al parecer todo se está descontrolando. Felizmente ya estoy a una cuadra.

—Bien tranquilo, yo tengo que salir a tu reunión de las 10. Seguro Anna estará muy decepcionada de que yo asista en tu lugar.

—Ni me la menciones, aun sigo teniendo pesadillas con la última vez que la vi, suerte.

Termino con la llamada, Theodore es mi mejor amigo y también el mejor profesional que he podido conocer, sé que mantendrá el orden en casa, mientras yo me ocupo aquí de todo.

Ni bien los porteros me ven caminando hacia la empresa, abren las puertas para mí, permitiéndome el paso. Si bien este hotel no es lo único que esta un desastre, si es lo que más necesita mi ayuda ya que mi gerente era el que se encargaba personalmente de él a diferencia de los restaurantes o empresas que tienen a alguien al mando.

Susan se acerca ni bien me ve con su tableta en mano.

—Sr. Que bueno que está aquí, hay muchas cosas que se están saliendo de control. Los proveedores no quieren dejar los suministros para preparar la cena, dicen que necesitan una firma. Ha habido errores en las reservas y ahora hay más de una persona destinada a una habitación. La suit presidencial tiene problemas con el aire y los de mantenimiento dicen que tienen que mandar a pedir una pieza que tardará alrededor de 1 semana, pero mañana a medio día llegará el presidente de España. Y hay una pareja de famosos que quiere reservar el salón y los jardines del hotel para la recepción de su boda, pero les explique que solo uno es posible, han comentado esto en redes y cada vez está ganando más relevancia y mi contacto me dice que la prensa hará toda una serie de elección para el salón.

Analizo toda la información que me dio y la ordeno conforme la prioridad que hay que darle a cada cosa.

—Bien, vamos a ver los suministros.

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Paso todo el día inmerso en todos los problemas, al parecer el anterior gerente se encuentra mal de salud y no podrá incorporarse hasta dentro de 2 meses. Aun no encuentro a nadie tan capaz de suplirlo, así que por el momento tendré que quedarme en Londres para administrar todo. Aun no sé cómo hacer con lo de la boda, hoy llame a la pareja para llegar a un acuerdo y al parecer están cambiando a la empresa que iba a organizarles todo, concretamos una reunión para dentro de 3 días. Solo espero poder hacerlos cambiar de opinión.

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Sophia

—Ya no quiero ser amiga de Beca- me cuenta Evangeline mientras colorea al frente de mi escritorio

—¿Que paso? - Le prestó atención, ya que, si bien son frecuentes las peleas con su mejor amiga, nunca se sabe cuando en realidad son muy importantes.

—Estábamos viendo un poster que colgaron en el colegio, era de la princesa Cenicienta, y yo le dije que ella no era mi favorita porque no pudo salvarse sola y espero por el príncipe. Ella se molestó porque dice que es su princesa favorita y yo le respondí que prefiero ser un superhéroe a una princesa debilucha.

—Evie, que hablamos de respetar las opiniones de las demás. -Ella va levantando la mirada de su hoja lista para responderme.

—Pero no tenía razón mami.

—Qué pasa si ella ve a cenicienta como una chica que trabajaba muy duro y que no estaba esperando a su príncipe para que la rescate, sino estaba ahorrando para comprarse sus cosas y cuando llego el príncipe no fue su salvación solo su compañero. — Ella analiza lo que le digo y parece que lo acepta.

—Tienes razón mami, a la próxima la escucharé y le preguntare porque es su princesa favorita. ¿Puedo salir a por unas galletas?

—Bien, toma el dinero, pero no demores mucho.

Ella se levanta de su silla y sale de mi oficina a por la maquinita del pasillo, para tener solo 3 años es muy inteligente, antes me pedía a mi marcar los números de la maquinita, pero luego se aprendió cuáles eran los de sus galletas favoritas y ella la saca sola. Evie no deja de sorprenderme, es increíble todo lo que ha crecido, pero si tengo que reconocer la inteligencia se la saco a Evan, a veces suelo pensar que Evan era igual a ella cuando era más pequeño.

Regreso mi atención a la pantalla, donde empiezo a leer el correo que recibí de una chica a la cual le estoy organizando sus quince años, me pide que quiere una entrada mágica y me adjunta un video donde una pareja pasa por un arco y es recibido con muchísimas mariposas. Se me ocurre talvez en lugar de mariposas varios brillos que vayan con los colores que ha decidido.

—¡Mamá, mamá! He visto al chico de la película que vimos el otro día, es más alto en persona. — entra Evie saltando muy emocionada

Si bien no es raro ver a famosos o políticos por aquí buscando organizadores para sus eventos, cumpleaños o matrimonios; es raro que vengan a estas horas, Mi jefe Martin suele tener sus reuniones en la mañana, deben de ser muy especiales para hacer que se quede pasadas las 2 de la tarde.