XV

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Soy exitosa, nací para serlo, durante toda mi vida me enseñaron y educaron para ser la mejor en todo, cuando decidí empezar una familia pensé que todo sería fácil, años después comprendí lo difícil que sería lograr el equilibrio, con el embarazo de Sop pase muy malos ratos, no fue nada bonito, me la pasaba vomitando todo el día y no quería hacer más que dormir; jure nunca volver a pasar por eso y aunque al nacer mi pequeña princesa sentí la mayor alegría de mi vida no pude permanecer en esa burbuja por mucho tiempo. Trataba de estar todo el tiempo que podía con ella, pero estaba descuidando mucho mis empresas y estas se estaban viniendo abajo; me tuve que alejar de mi familia para tomar las riendas nuevamente. Mi esposo hacia todo lo que podía por permanecer en casa todo el tiempo, pero él tiene ideas retrogradas y por mucho tiempo me insistió en que deje todo el trabajo en sus manos y yo me dedique al hogar.

El tiempo no espera y sin darme cuenta ya habían pasado 5 años, recuerdo a mi segunda alegría, Evan pudo no nacer de mí, pero no por eso lo quise menos, por lo contrario, cuando lo conocí lo reconocí como mío y fue mi esperanza; con Sophi paso lo mismo ambos desde que se conocieron fue imposible separarlos, viéndolos correr por todo lado y escuchar sus risas me inspiro a cambiar empecé a delegar y me quede en casa, pasábamos tiempo en familia pero los años pasados aun pasaban factura; en ese momento de mayor felicidad es cuando descubrí que no era más que una esposa cornuda, me dolió y esto solo aumento cuando descubrí que las acciones empezaban a caer; regrese con los viajes y no le dije nada a mi marido.

Yo creí que, a pesar de estos errores, mis hijos siempre habían podido crecer tranquilos y felices; ahora me doy cuenta que no hice más que intentar tapar el sol con un dedo.

Releo la carta que dejó Sophie.

Mamá te quiero y siempre has sido una persona ejemplar para mí, eres una excelente y ejemplar mujer de negocios, pero lamentablemente no eres una ejemplar mamá.

A lo largo de los años no sabes cuantos deseos desperdicie, le pedí a muchas estrellas y velas de cumpleaños por una mamá que sea una mamá, no me refiero a que solo te dediques a nosotros, sino que por lo menos nos muestres tu existencia.

Recuerdo que una vez fui una oveja por el día de las madres al finalizar le tenía que entregar una rosa a mi mamá, esa vez ya ni te lo pregunté, habían pasado muchos años donde te enviaba la tarjeta de invitación y tu ni llamabas. Ese año tome tu ropa y obligue a la niñera a vestirse con ellas, terminando le entregue la rosa a ella y nadie me pregunto quién era, todos supusieron que era mi mamá que por fin había decidido no ser invisible.

No me puedes juzgar por las decisiones que tome y siga tomando, solo déjame cometer mis errores o simplemente tomar la mejor decisión, igual nunca interviniste no lo hagas ahora.

PDA: Papá te engaña con cuantas piernas bonitas (o ni eso) se pase por delante, todo el mundo sabe lo cornuda que eres, el que lo ignores no lo hace imposible.

Sophie

La primera vez que visite Londres fue para una fiesta benéfica, con Evan no queríamos venir, pero como siempre no tuvimos opción, nos hospedamos en un hotel hermoso, con unas vistas preciosas y este destilaba lujos por todo lado; hoy mirando alrededor poco a poco me doy cuenta de que todo va cambiando y seguirá así. Por el momento tengo que mantenerme bajo perfil y solo me queda esperar y empezar una nueva vida en la que solo me debo de preocupar por mí y él bebe.

Ya alquilé un departamento tuve que ofrecer una muy buena suma para que no me preguntaran, buscare mañana un colegio que acepte que tome las clases online, escuche de uno que apoyaba a las adolescentes embarazadas para que pudieran terminar sus estudios; también iré a por una ginecóloga para que controle que todo vaya bien con el embarazo. Es probable que me busquen los primeros meses, pero después se olvidaran de mí, es lo que más deseo en este instante para que al cumplir la mayoría de edad pueda hacer uso de mi nombre según yo lo desee y poder darle lo mejor a este bebe. 

Bajo la tormenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora