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-¿Y qué, cómo vas por la "Gran Manzana"?

-Bueno, no he salido del apartamento, así que...- Tigris se encontraba sentada en el sillón viendo vídeos de SaturdayNight Live en su portátil, mientras tenía su teléfono en manos libres hablando con uno de sus mejores amigos; Christopher. Ricky estaba durmiendo ya que eran las 4 de la mañana. Independientemente de la hora, para ellos era un buen momento para un furtiva llamadita.

-¿Y para qué fuiste entonces?- de su móvil, a parte de su propia voz salía los ligeros sonidos del videojuego que Chris estaba jugando con su play 4.

-La verdad es que no lo sé, porque además de no salir y no hacer nada, la semana que llevo aquí casi no le veo el pelo a Casey. Viene muy tarde, duerme y sólo una vez llegué a desayunar con el-su ansiedad y preocupación se reflejaba en como devoraba los cereales que cogía directamente de la caja.

-Bueno, ten en cuenta que es policía; no lo tendrá fácil- Chris apagó su máquina para tener toda su atención en su amiga. Quería quitarle esa preocupación de encima.

-¿Leíste la página que te mandé?-pregunta la adolescente, dejando de lado la caja de cereales.

-Sí sí, la del friki ese que habla sobre aliens, justicieros y no sé qué paranoia más...¿todo eso es verdad?- Tigris sólo pudo manifestar un "creo que sí". Christopher suspiró incrédulo.-Venga ya.

-Al parecer sí, a ver, lo del alienígena...no me lo creo del todo pero...hay vídeos de los sucesos y parece una puñetera película de Steven Spielperg-pensar en que algo que sólo consideraba cierto en las pelis era real, le ponía los pelos de punta.-Y por sus últimas actualizaciones, dice que hubo nueva actividad. Cree que es sobre ese clan de la pierna.

-¿No era clan del pie?

-Lo mismo es- se llevó las manos a los lados del rostro, estirando su piel hacia atrás. Estaba estresada.-Y por lo que he mirado, es una mierda muy chunga y peligrosa. Una puta red criminal muy bestia que más de una vez se intentó adueñar de Nueva York entero. Estuvieron desde octubre sin hacer otro movimiento, desde que Shreder, su líder, desapareció por arte de magia. Pero al parecer están volviendo al lío.

-Que cojones... Sal de ahí por dios, que te me matan.- de alguna manera, eso hizo conseguir que Tigris riera. Su amigo se notaba muy preocupado, pero también intentaba quitar peso al asunto con algo de humor.

-Sé que mi primo está en eso...yo lo sé, lo intuyo.

-Oye, que alomejor no está explicitamente metido en esa movida o cosas así...quiero decir, alomejor está haciendo cosas más...¿normales? De todos modos...recuerda que trabaja de poli-la chica bufó en un intento de reírse.

-Conozco a mi primo, es como si estuviera en su mente. Y si hay alguna cosa peligrosa...alguna posibilidad de jugarse la vida...Casey se tira de cabeza a el. Y ya, ya sé que trabaja en eso...- se tiró atrás, chocando su espalda en el respaldo de aquel mullido y cómodo sillón.

-¿Has intentado hablar con él?

-No, y si lo intentara no me diría nada. ¿No te digo yo que le conozco?

-¿Y que me dices de esa tal...April?

-¿Que pasa con ella?-la de pelo rubio se levantó de su cómodo asiento para ir a la nevera y coger una lata de refresco. Al abrir la lata, disfrutó del ruido burbujeante que salía de aquel hueco gracias por el gas. Le dio un sorbo, suspirando al dejar que cayera ese líquido fresco por su seca garganta.

-Me dijiste que ella te dijo que podías llamarla si te sentías sola, para pasar tiempo juntas y hacerte compañía. Pues aprovecha y pregúntale.

"Las Tortugas Ninjas":{El regreso}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora