Era una mañana calurosa con un sol tan intenso que hacía daño a la vista. Las jóvenes llevaban puesto sombreros campestres adornados con hermosas flores, cada una de ellas llevaba una cestita con almuerzo para un picnic. El señor Patrick acompañaba a las muchachas para dar un paseo por el campo.
—Creo que traes la cesta muy llena Eileen...—río Clarisse.
—Siempre hay que estar bien preparada para la oportunidad.
—Esto suelen decir por Boston, señorita Rossmore...Para que falte mejor que sobre. —agitó su mano enérgicamente Eileen.
—¡Vaya! —sonrió con sorpresa el alcalde.
—¡Cuánta modestia señorita Murphy!—replicó Clarisse.
Patrick esbozó una sonrisa ante la divertida actitud de las jóvenes.
—Es bueno que hayáis traído suficiente para todos, he invitado a más personas para que nos acompañen... ¡Oh!—se detuvo y miró detrás las muchachas—¡Ahí están!
—¡Señor Rossmore en un placer verle de nuevo! Este es mi buen amigo el teniente Jean Paul Dumont.
—Alcalde Rossmore, mesdemoiselles...—el joven hizo una reverencia ante el alcalde y las muchachas.
—Es un placer conocerle teniente Dumont, vuestro amigo me ha hablado maravillas de vos. Esta es mi hija ClarisseRossmore y la señorita Eileen Murphy.
—Encantado de conocerlas, mon ami l'adjudant LeRoy...Ah no, pardonne moi!—sacudió la cabeza confundido y seguidamente se autocorrigió—¿Sargento mayor escomo se dice? Mi inglés se ha ido desgastando con eltiempo, debo practicar...
—No os preocupéis teniente Dumont, afortunadamente entendemos el francés todos los que nos encontramos aquí. Vuestro inglés es muy bueno, creedme.—intentó tranquilizarle el señor Rossmore.
—Creo que el tiempo que estuvimos en Prusia, afectó a mi léxico al estar en contacto solo con franceses...—río el teniente.
—¡Señor Rossmore!—se acercó el cochero—Le busca el concejal Pemberton, por un asunto que...
—¿Podríais disculparme un momento? Debo atender una cuestión importante.—Por supuesto.—asintieron ambos jóvenes.
—Caballeros, ¿por qué no os sentáis con nosotras? He preparado unos deliciosos aperitivos. —intervino Eileen con gracia.
—¡Oh, té!—se sorprendió gratamente el teniente.
—¡Té inglés!—sonrió Eileen—Una costumbre anglosajona demasiado aburrida. ¿Qué hay de nuestros invitados franceses?
—No, no Mademoiselle!—negó enérgicamente—En Francia no todos toman apéro, tampoco todos tienen como costumbre tomar el mismo, unos prefieren una copa de anís otros cognac.
—¡Vaya!—río la muchacha—Ustedes si saben aprovechar el tiempo entre comidas, ¡nada mejor para el placer y relajación!
—¡Eileen!—una carcajada escapó de Clarisse, ante la imprudencia de la joven Murphy.
—¡Es usted muy perspicaz mademoiselle!—río también el teniente.
—Esa en una de mis virtudes señor...—sonrió despreocupadamente—Vuestro amigo el señor Le Roy no es hablador, por lo que he notado.
—¡Así es Victor!—río nuevamente con una mira burlesca—A mi amigo le cuesta entablar conversación con desconocidos, es una persona reservada pero no por eso deja de ser confiable.
—Dejadme deciros señor Dumont que a mi amiga también le cuesta iniciar una conversación, más por timidez que por otra cosa...—se aproximó al teniente y fingió susurrar con la mano en la cara. Ante el comentario de Eileen el teniente estalló sin más de risa.
—Pareciera que os conocierais de toda la vida...—replicó Le Roy algo serio.
—Un poco de humor es siempre bienvenido.—el teniente mostró una radiante sonrisa y miró fugazmente a la señorita Murphy.
—Siento la demora, deberíamos disfrutar del tentempié que han preparado las muchachas.—añadió Patrick—¿Y qué aventuras nos traen nuestros valientes militares?
—Oh, fue una derrota digna de recordar...Me temo que la gente no cantará nuestras hazañas en batalla, tampoco seré recordado como héroe, pero al menos ha terminado...—relató el joven teniente a los presentes.
—Por otro lado, la resistencia fue más fuerte de lo que imaginábamos como antaño que se subestimó a la fuerza del enemigo, Napoleón III creyó que si Europa no era rival menos los sería una antigua colonia española que se independizó recientemente y resultamos siendo derrotados en Prusia al igual que en México.—el joven sargento hizo una pequeña pausa y concluyó—Creo que fue un grave error subestimar, eso le costó su imperio...
—Oh sí, ha sido una derrota tras otra...México y después La Prusia de Otto von Bismarck, espero que el general Trochu tome decisiones más premeditadas, ya perdimos Alsacia-Lorena no sé qué será de nuestra nación...
—Puedo comprender vuestra situación, yo mismo dejé mi tierra atrás, Irlanda nunca ha vuelto a ser la misma tras el Holocausto. Hermosa tierra Europa, pero llena deconflictos a través de los siglos.
Los caballeros hablaban de política entre ellos mientras Eileen se sumergía en sus conversaciones con Clarisse, mezclando temas más cotidianos donde no hubiera lugar para las formas de gobierno ni conflictos bélicos. Era importante conocer el estado del mundo pero se suponía que ese día sería para relajarse, ¡no para ser perseguida por tradicionales platicas de historia entre caballeros que tanto escuchaba en su casa! Tanto James como sus parientes hablaban continuamente de ello así que no había nada de lo que no estuviera enterada. Pronto llegó el ocaso y sin darse cuenta, el tiempo se había consumido entre platicas y cada uno regresó a sus hogares en el carro del señor Rossmore.
Continúa...
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Jardín de cenizas
RomanceLa acomodada familia Rossmore llega a Boston en el año 1869, para instalarse en una gran finca a las afueras de la ciudad. Clarisse dejará atrás su tierra y se aventurará en un camino tortuoso lleno de traiciones, ambición y muerte pero también con...