Capitulo 29

1K 135 101
                                    

DongHae
Cuando lo vi irse con ese hombre, mi corazón dolió. Sentí nauseas y muchas ganas de llorar.

Tenia bronca y tristeza, impotencia de sentirme con las manos atadas ante la situación.

Queria rescatarlo, evitar que la pasara mal y cambiar su expresión tan sombría.

A esto se le sumó el amor que ya sabia que tenia por el cuando nos miramos desde los balcones de nuestras habitaciones en ese hotel.

Con todos esos sentimientos a flor de piel actué sin pesar en consecuencias, maneras y mucho menos en el daño que podría sufrir.

Se podría decir que ya me encontraba amando con todo lo que tenia, sin razón o conciencia alguna.

Cambie mi boleto de vuelta y salí del hotel justo después de que HyukJae, Yuri y toda esa gente se subiera a ese bus.

No medí el dinero, pero si el tiempo, por eso al llegar a la estación, inmediatamente me subí a un taxi y le indique que me llevara a casa.

Deje mi cosas y las de HyukJae en la entrada, corri al baño y me di una ducha, así sin secarme sali, tome unas tijeras y comencé a cortar mi cabello.

Iba a meterme en ese lugar que me daba desconfianza, y para hacerlo debía dejar atrás mi cabello largo. Con cada corte lo lamentaba un poco, porque HyukJae lo amaba, pero esto no valia nada si no podía ayudarlo. Cortarmelo y encajar en ese lugar era algo necesario y la unica manera de ayudarlo.

No encontraba otra opción, no otra que fuera tan rapida e inmediata. No iba a dejar a HyukJae solo en ese lugar nunca mas.

Me tome el atrevimiento de abrir la maleta de HyukJae y tomar uno de sus trajes, para ponermelo ya que yo no tenia ninguno que fuera tan elegante y que no fuera rechazado en esa congregasion.

Al estar listo me subi a otro taxi y fui. Tenia la cabeza vacia, sin un plan concreto y aun asi me sentia valiente y con ganas de ayudarlo.

HyukJae no salio en ningún momento de mi cabeza. Hasta me sentí con más coraje cuando lo vi acomodando unas cosas junto a Yuri. Ambos tenian sombrias expresiones.

Tuve el impulso de ir a hablarles, de querer cambiar sus rostros y sus animos, pero no servía asi.

Con dificultad y sin ganas me giré, para buscar a aquel hombre. Lo encontré rápidamente, porque sinceramente sobresalía.

Estaba rodeado de personas, todas les prestaban atención a cada palabra.

Me acerqué y me mezcle entre ellos.

-Por eso espero que ustedes y sus almas esten dispuesto a formar parte de este lugar. Nosotros estamos dispuestos a enseñarles todo lo que sabemos, y asi ayudarles a salvar sus almas. Aqui aprenderan a servirle a nuestro señor y a vivir como el lo desea.- el tipo Nae hablaba con emoción y si no supiera que era una mala persona, hasta quizás yo me lo creia.- Por favor vayan por ese lado.

Señaló hacia un costado donde había una fila de sillas.

Las personas una seguidas de otras, ordenadas como si de un rebaño se tratara.

Cuando me tocó pasar por su lado, Nae apoyó su mano en mi hombro.

-Disculpa.- dijo con la voz suave.- ¿No eres tu quien estaba en la boda de HyukJae?

Le sonreí como si fuera sincero.

-Si.- respondi deteniéndome.- Soy amigo suyo.

La sonrisa de Nae se amplió.

-Asi que por fin decisiste cortar ese cabello y venir.

-HyukJae me convencio.- dije.

-El es un buen hermano.- su mano bajo un poco a mi espalda.- Ve siéntate alli.

Integridad Perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora