Capitulo 33

520 112 45
                                    

DongHae

Cada recuerdo que veía a mí mente provocaba unas cuantas lágrimas más. No importaba si eran recuerdos felices o tristes, de igual manera me hacían llorar.

Extrañaba mucho a Jiwon, demasiado que terminaba siendo doloroso.

Quería pensar en los "Si tan solo hubiese...", Pero ya no servía de nada.

Ella ya no estaba en este mundo, ella sufrió y yo fui parte de eso.

Era una culpa con la que cargaria toda mí vida.

-¿Quieres que vaya a buscar agua?.- preguntó HyukJae.

HyukJae que estuvo a mí lado y no me soltó.

-No.- me separé de el y lo miré.

El también había llorado.

Por mí.

-Debes pensar que soy un monstruo.

Negó.

-No, no lo eres ni lo fuiste. Tu no le hiciste todo el daño por el que pasó. Tu solo reaccionaste como un adolescente que creció en un ambiente que lo llevó a pensar así. A esa edad... Somos personas complicadas.

Aún así , yo estaba seguro de que HyukJae en su adolescencia no causo problemas.

-Suenas como yo.- hice un intento de sonrisa.

-Lo se, y es por eso quiero que lo creas también. Porque culparte no va solucionar nada.

-No es como si eso fuese fácil.

-Me tienes a mí para acompañarte en esto y en todo lo que te pese.

Dejé un beso en sus labios.

-Te amo.

-Te amo.

HyukJae hizo el intento de limpiar mis lágrimas, pero era en vano.

No podía dejar de llorar.

-Ya es tarde, ve a casa.- le dije.

-¿Y tu?.

-Quiero estar a solas un poco más.

-DongHae...

-Por favor.- supliqué.

Me miró unos segundos, hasta que se puso de pie.

-Está bien. Pero te esperaré en el auto.

-HyukJae...

-Me necesitas y lo sabes.- pasó los dedos por mí cabello.- También quiero estar contigo.

-Estaré pronto allí.- acepté.

-Toma el tiempo que necesites.

HyukJae se retiró.

-Te extraño.- fue lo primero que salió de mí boca. Pasé mí mano por su nombre grabado en la piedra.- Siento no haber venido antes, yo... Estaba avergonzado. Aún lo estoy, pero no podía hacerte esperar más. No sé si estás en otro lugar o si tu alma aún está por aqui, pero quisiera que me escuches, tengo algunas cosas que decirte.

No creía en la vida después de la muerte, la reencarnación, el paraíso y todas esas cosas. Sin embargo no podía asegurar nada, dejando así una posibilidad de que ella me escuchará.

-No fue tu culpa, definitivamente no lo fue, tampoco lo fue el hecho de que no dijeras nada. Fue aterrador ¿Cierto? Debiste tener mucho miedo y es por eso que te quedaste en silencio, sufriendo sola... Perdón por no darme cuenta.

Integridad Perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora