— Y...— Alargué la letra para llamar su atención— ¿Jugarás con el equipo rojo al captura la bandera?— Pregunté.
Ella me sonrió de costado, poniendo una de sus delicadas manos en mi hombro.
Sentí una pequeña corriente eléctrica atravesarme entero y no supe discernir si fue una reacción de mi cuerpo o si ella me había dado una descarga. Yo apostaba más a la primera opción.
— Sobre eso. Jason me dijo que la cabina de Zeus es neutra— Sentí un alivio con sus palabras pero ese sentimiento desapareció casi tan rápido como llegó al escuchar el resto de lo que decía— Pero he consultado a Quiron y me dijo que no había problema si yo quería participar. Así que jugaré— Contestó.
Intenté persuadirla un poco para que, si al menos jugaba, lo hiciera a mi favor y no al contrario.
— Bueno. Pues, al menos si juegas deberías hacerlo con el equipo ganador. En este caso el equipo azul— Comenté con superioridad.
Escuché su risa melodiosa atravesar mis cavidades auditivas.
— Bien. Entonces creo que es tiempo de cambiar las estadísticas de victorias, ¿No te parece?— Respondió con astucia.
Rayos, esta chica si que es terca.
Quizás ya venía siendo tiempo que conociera a alguien que lo fuera casi tanto como yo.
— No te rindes nunca, ¿Cierto?— Inquirí con una risa.
Ella negó con la cabeza, moviendo su cabello en un gesto infantil.
— Me uniré al equipo azul solo si me lo pides de rodillas frente a todo el campamento, luego de una victoria de su equipo— Dijo riendo de sus ocurrencias.
Yo negué con la cabeza.
— Ya veremos quien le ruega a quien— Añadió con seguridad, guiñándome un ojo.
Si, sin duda algún día moriría de un paro cardíaco causado por esta chica.
Me tomó varios minutos reaccionar del estado de trance en el que ella me había dejado con ese simple hecho.
— ¿Muy segura de ti misma?— Objeté con una sonrisa.
Ella asintió con su cabeza como respuesta, nadie volvió a pronunciar nada.
Llegamos al pabellón tiempo después, atrayendo varias miradas curiosas e inquisitivas por parte de los campistas que se percataban de nuestra presencia.
Annabeth apareció a mi lado.
— Hey, hola chicos— Nos saludó.
Noté como _______ se ponía nerviosa al escuchar su voz.
Por más que lo negara sabía que estaba incómoda con respecto a mi "beso" con la hija de Atenea. No la culpaba, yo estaba peor.
— Uh, hola Annabeth— Respondió moviendo sus manos en el borde de su blusa con inquietud.
Ella y Leo tenían esos pequeños ataques de hiperactividad en común.
Vi cómo la rubia clavaba sus ojos grises en mi castaña amiga, pero solo se limitó a sonreírle con alegría.
— Hola, bien, buen provecho— Se despidió con rapidez de nosotros— Suerte con el equipo rojo en el captura la bandera _______— Masculló Annabeth, saludando con una mano.
Escuché un suave "Gracias" como respuesta.
— Así que...— Pasé un brazo por sus hombros— ¿Te voy a dejar a tu mesa?— Pregunté.
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Sangre de semidiós. |Percy Jackson y tú|
Fiksi PenggemarMi vida tomaba un rumbo normal hasta esa mañana. Bueno, tan normal como le es permitido a un mestizo. Al verla algo se removió interiormente. Un sentimiento de protección hacia ella, era extraño pero algo me decía que nunca me perdonaría si dejaba q...