Baje de las gradas justo en el momento en el que Clarisse se alejaba del área de combate.
Me acerqué a mi amiga, la cual onservaba su llave con nostalgia, como si a través de ella intentara conectarse con su padre.
La comprendía totalmente, el no saber quién es tu padre o madre olímpico es mucho peor de lo que suena. Lo se, lo digo por experiencia. Aunque en ocasiones era mejor no saberlo nunca, aunque claro, eso dependía de quien fuese.
— ¡Hola!— Le dije sonriendo. Ella se sobresaltó al escuchar mi voz y accidentalmente su llave/espada cayó al suelo. —Lo siento— Me agaché y tomé a Actíva con mi mano izquierza, limpiándola con la derecha. —¿Puedo…?— Pregunté.
— Claro— Asintió alzando los hombros.
Pasé mis dedos por el borde de la llave y esta se transformó en la espada de bronce celestial. Era realmente única. Tenía un leve brillo al conectarse con el sol, su forma era similar a la de un rayo, lo cual la convertía en un arma mucho más peligrosa que cualquiera, además de que su filo era el suficiente como para cortar la cabeza de cualquier criatura que se cruzara en su camino. Un arma que podría salvarte de las peores situaciones utilizada de la manera correcta, aunque mi Contracorriente no está nada mal. Y además noté otra cosa, tenía un balance perfecto como la mía, no la sentía ni muy pesada ni demasiado liviana.
— Genial— Acepté volviéndola nuevamente una llave y entregándosela.
— Gracias— Guardó silencio un momento. Se lo pensó bastante antes de volver a hablar— ¿Y tú tienes una?— Preguntó curiosa.
— Si— Asentí sacando a Contracorriente de mi bolsillo y entregándosela.
Normalmente nunca haría tal cosa pero ella inspiraba cierta confianza en mí.
Ella destapo el bolígrafo e instantáneamente apareció la brillante hoja de mi espada. ______ la examinó un poco, parecía totalmente absorta en eso. Paso sus dedos por la reluciente superficie y la sostuvo de manera firme con su mano derecha.
Volvió a colocar la tapa y me lo entregó.
— Muy bonita— Dijo mostrando una sonrisa.
— Fue un regalo de mi padre— Alcé los hombros.
— Y…— Tomó una leve bocanada de aire— ¿Has visto a tu padre?— Titubeo.
Sentí una especie de tristeza al recordar a mi padre y que no lo había visto desde el verano pasado, no sabía que era de él.
— Un par de veces pero no tantas como quisiera.— Solté de manera sincera.
Su habitual sonrisa cambió por un gesto de preocupación.
— Lo-losiento por preguntar— Respondió ella apenada. Sus mejillas tenían una tonalidad rosa.
— No te preocupes, no es nada— Le resté importancia— ¿Te parece si vamos al Pabellón a cenar?— Pregunté.
— Si, esta bien— Afirmó y comenzamos a caminar a la salida del área de combate.
Los dos nos encontrábamos sumergidos totalmente en un completo silencio, supongo que ambos teníamos cosas en mente.
— Así que… ¿Estarás en el equipo de Clarisse para el captura la bandera?— Inquirí. Caminaba con las manos en los bolsillos del pantalón y observaba mis zapatos. Apenas era miércoles y ya comenzaba a temer por el equipo.
— Si. ¿Tú en que equipo estas?— Me observó peinando su cabello con sus dedos. Se veía muy linda haciéndolo.
— Eh. Ah si, en el equipo rojo.— Hice una muea extraña.
Ella me mostró una amplia sonrisa acompañada de una pequeña risa. Podría acostumbrarme a ese sonido sin problemas.
— Bueno pues, me temo decirte que perderás— Espetó rápidamente acelerando un poco más sus pasos y dejándome un poco atrás. Observé un momento su caminar, sus caderas moviéndose de manera rítmica, casi hipnotizante. Me sorprendió conocer esa faceta de ella, era competitiva.
— ¿Disculpa?— Apresuré mi caminar acompasándolo al suyo, ahora un poco más rápido— ¿Cómo que perderé?— Crucé los brazos haciéndome el ofendido. Aunque yo sabía que todo era un juego.
Ocultó un poco su rostro soltando una risa casi inaudible para mi y se giró nuevamente para observarme.
— Sabes que bromeo ¿no?— Giré mi cara hacia otro lado aguantando una risa al mismo tiempo en el que ella ponía una cara de sorpresa. — ¿En serio te enojaste?— Preguntó.— Lo siento, no fue mi intención. Yo solo…— En ese momento no pude más y de mis labios se escapó una carcajada sorprendiéndola.
______ frunció en ceño y me dio un golpe juguetón en el brazo, aunque eso no evitó que me doliera un poco.
—Auch— Me quejé entre risas.
— Eres un tonto— Dijo arrugando la nariz un poco, se veía simplemente adorable. — Mi venganza vendrá pronto Jackson— Me apuntó con su dedo índice.
— Sabes que bromeo ¿no?— Repetí lo que ella me había dicho segundos antes y me reí nuevamente — Eres fácil de engañar—
Ella me observó y me sacó la lengua.
Paró de repente y sonrió de manera desafiante, haciéndome señas para que me acercara donde ella estaba. Me posicioné al lado de ella y alcé una ceja.
— ¿Qué pasa?— Comenté.
— ¿Te parece una carrera?— Optó con una media sonrisa.
— Si, si tú quieres perder— Dije confiado. Su sonrisa se extandió.
— En tus sueños Jackson. A las tres ¿te parece?— Asentí.— Uno— Comenzó.
— Dos— Seguí preparándome para correr. Estaba bien saber a quien me enfrentaría en un par de días.
— Tres— Finalizó y ambos comenzamos a correr.
Mis pies se movían rápido y preciso, justo lo que necesitaba. No quería perder.
[…]
— ¡Gané!— Gritó ______ deteniéndose de golpe. Respiraba entrecortadamente y su cabello se encontraba un poco despeinado. Se apoyó en una columna del pabellón y suspiró largamente.
— Pero, ¿qué?— Dije yo tratando que el aire volviera a mis pulmones. Hasta ahora caia en cuenta que el área de combate y el pabellón no estaban nada cerca — ¡Eso no es cierto!— Resongué limpiándome el sudor con mi camiseta — ¡Yo gané!—
— Ha sido muy claro Percy, admítelo. He ganado yo— Se quejó ella apoyando la mayoría de su peso en un pie.
—Lo admitiría si fuese verdad Lancaster— Bociferé con mi entrecejo fruncido.
— No mientras Jackson, sabes que es cierto— Puso una de sus manos en su pecho tomando grandes bocanadas de aire.
— ¿Quiéres la revancha?— Pregunté un tanto inseguro. Si corria medio metro más seguramente mis piernas se caerían.
— Paso— Dijo haciendo una mueca— Creo que habrá que posponerlo hasta que podamos respirar al menos ¿no crees?— Asentí— Bien ¿Te parece que esto quede como un empate?— Accedí, era lo más justo.
— Vamos a sentarnos— Le dije. —Tu mesa esta por allá— Señalé la mesa destinada a los hijos de Hermes— Yo me sentaré ahí— Ahora le mostré la mesa de Poseidón.
— ¿No te sentaras conmigo?— Preguntó. Negué con la cabeza— ¿Por qué?—
— Porque cada quien debe sentarse en su mesa correspondiente. Por lo tanto debo estar ahí—
Ella hizo un gesto de tristeza.
— ¿Soy hija de Hermes?— Espetó ______.
— Oh no. Emmm… Bueno, eso no se sabe todavía. Te quedarás con los hijos de Hermes por un tiempo.— Respondí pasando las manos por mi cuello de manera nerviosa, era algo difícil de explicar.— Ahí se quedan todos los semidioses que no han sido reconocidos por sus padres olímpicos—
— ¿Cuánto tiempo estaré ahí exactamente?— Suspiró ella un tanto confundida.
— Uh. No lo se. Depende del tiempo en el que tu padre te reconozca— Solté rápidamente.
— Ah, ya entiendo.— Bufó un poco molesta.
El no saber cuando tu padre o madre te reconocería como hijo era algo verdaderamente frustrante.
Busqué a Travis y a Connor con la mirada hasta observarlos en su mesa riendo y tirando comida unos furiosos hijos de Ares. Típico de ellos.
Les hice señas para que se acercaran. Ambos llegaron donde nos encontrábamos _______ y yo.
Ella los observó de manera tímida.
— Hola chicos ¿Cómo les ha ido?— Pregunté sonriéndoles.
— Muy bien ¿y a ti Percy?— Respondió Travis Stoll. —¿Quién es ella?— Señaló a mi amiga.
— Se llama ______, es nueva— Corroboré.
— Genial— Connor la observó.— Hola— La saludó. Ella sonrió y alzó la mano saludándolos. — ¿Y bien? ¿Se te ofrece otra cosa Percy?—
—Si, los llamaba para asegurarme que ustedes la ayudaran a incorporarse en la cabaña de Hermes, claro si no es mucha molestia chicos— Ambos sonrieron.
— ¿Una nueva hija de Hermes?— Preguntó Travis. Negué.
— No exactamente. ¿Puedo contar con ustedes?— Me cercioré antes de dejarla con ellos.
— Claro, no tienes de que preocuparse. — Aceptó Connor y pasó un brazo alrededor de los hombros de ______, ella se sorprendió ante eso pero no se apartó.— Nos aseguraremos que aprenda lo necesario de nosotros y a que se sienta cómoda ¿No es así Travis?— Su hermano meneó la cabeza de manera afirmativa.
Me acerqué a ella y le susurré al oído — Ten siempre cuidado especial con tus cosas ¿si?—
Asintió de manera rápida.
— ¡Ah! Se me olvidaba. No toquen sus cosas y no roben nada.— Los apunté a los dos de manera acusadora— ¿Esta claro chicos?— Ambos levantaron las manos de manera inofensiva.
— No prometemos nada— Finalizó Connor sontándo una risa y llevándose a mi amiga con ellos.
Caminé hacia mi mesa tomando mi comida para acercarme a la fogata. Ví a ______ hacer lo mismo, arrojó un poco de sus cereales y del resto de su comida, seguido de eso murmuró un “para mi padre”. Iba a sentarse cuando al parecer recordó algo y regresó arrojando un poco más diciendo ahora “gracias Hermes”.
Sonreí e hice lo mismo solo que se la dí como ofrenda a Poseidón.
Me senté en mi respectiva mesa y apoyé mis codos sobre esta. Sin ______ estaba realmente aburrido. Jugué un poco la comida con mi tenedor dando un par de bocados, no tenía mucha hambre, cosa rara en mi. Alejé el plato con la mitad de comida todavía en este y mi mirada fue a parar a la mesa de Hermes.
________ estaba sentada entre Connor y Travis. El primero de ellos tenía uno de sus mechones castaños entre sus dedos intentando formar una trenza, o eso parecía, mientras que Travis le decía cosas y ella soltaba pequeñas risas y le respondía sonriente.
Los tres se percataron de mi mirada y los gemelos sonrieron malvadamente. Le susurraron algo a mi amiga en cada oído a lo que ella asintió con una mirada alegre, casí traviesa.
Los chicos de Apolo dirigían el coro ese día, cantaban “If I Ain’t Got You” de Alicia Keys.
Quirón se presentó al comedor junto con Dionisio. Todos los campistas prestamos atención cuando el primero de estos empezó a hablar.
— Buenas noches chicos— Comenzó Quirón— Supongo que muchos ya se habran enterado. Si no, es mi deber presentarles a nuestra nueva campista— Él le hizo señas para que ______ se acercara. Ella se paró dubitativa, pero recibió un pequeño empujón de apoyo por parte de los Stoll. Se posicionó a la par del centauro— Es un honor que la señorita _______ Lancaster esté con nosotros. Espero que la reciban como se merece, y que los chicos de Hermes sepan darle una buena acogida en su tiempo de estadía— Los de la cabaña de Hermes asintieron sonrientes.
Un silencio reino en el lugar al momento en el que todos nos percatamos que una luz azul eléctrico se extendía alrededor de ________.
Nadie logro ver lo que sucedía por unos instantes. La luz era tan fuerte que logro perder la visión de todos.
Refregué mis ojos con ambos puños y regresé mi vista al frente.
Era notoria la sorpresa en el lugar. Mi amiga estaba extremadamente distinta.
Llevaba puesto un vestido blanco con detalles dorados. Su cabello castaño estaba suelto y adornado con hojas de olivo doradas. Sus ojos naturalmente cafés, de vez en cuando mostraban destellos azul metálico. Levemente maquillada, eso la hacía lucir aún mejor. En su muñeca llevaba un brazalete que desprendía una luz dorada, a juego con el resto de ropa que llevaba.
Se veía simplemente hermosa.
Sin duda mucho más guapa que cualquier hija de Afrodita.
Pero lo que más llamó la atención fue un símbolo sobre ella, un ave majestuosa pintada de distintos tonos de azul, un águila que portaba orgullosa un rayo en sus garras.
Todo estaba claro ahora.
Quirón se aclaró la garganta, suprimiendo la sorpresa e intriga que alteraba el orden para poder hablar.
Prestamos la mayor atención que pudimos, pero era imposible. El nerviosismo de todos era palpable, un problema se avecinaba. De eso no había duda.
El centauro soltó las palabras con voz firme y grave. A pesar de estarlo viendo todos contuvimos el aliento con sus palabras.
— Salve _______ Lancaster. Hija de Zeus—
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Bueno... Lo prometido es deuda. Espero les haya gustado el capítulo. Comenten si les pareció. Favor leer lo siguiente:
AVISOS:
1. En el siguiente capítulo aparece nuestro chico sombras... ¡Nico Di Angelo!
2. La novela de Leo que les dije en la Nota de Autor, ya la comencé a subir. Búsquenla, se llama "Audiciones para ser la señora Valdez (Leo Valdez y tú)
Gracias
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Sangre de semidiós. |Percy Jackson y tú|
Fiksi PenggemarMi vida tomaba un rumbo normal hasta esa mañana. Bueno, tan normal como le es permitido a un mestizo. Al verla algo se removió interiormente. Un sentimiento de protección hacia ella, era extraño pero algo me decía que nunca me perdonaría si dejaba q...