Martes, 20 de octubre (aún).
—¿Qué significa eso de que el pendrive se programó desde la sesión de Hana Song? —pregunto.
—Significa que ya tenemos a la responsable de lo que te ha ocurrido —asevera Satya.
—Pero no puede ser Hana —protesto.
Hana no es Katya.
—¿No es ella quien te ha estado acosando, Amélie?
—No, Angela, no es ella.
Es la única que aún no sabe a qué se dedica Katya en su tiempo libre.
—Oh —murmura, y apura la última gota de su café. Después mira por mi cuarto, supongo que buscando una papelera para el vaso vacío.
Señalo con el pulgar.
—Allí tienes el cubo de reciclaje.
—¡Danke!
Vuelvo a mi crisis existencial: esto no puede ser responsabilidad de Hana porque Katya es quien está obsesionada conmigo. Es cierto que la rusa no es informática y que tendría que recurrir a un tercero, pero... la última vez le encargó todo a una única persona: Olivia. ¿Por qué iba a implicar a Hana, a Jamie y a Toa? ¿No sería más lógico que le diese instrucciones a Hana para programar primero y allanar después? Aunque, bien pensado, la coreana no habría tenido necesidad de preparar un pendrive ya que sabría obtener lo que quisiera de mi ordenador...
Katya la habría contratado para entrar y hackear.
No parece probable que haya sido ella.
El único escenario donde podría tener sentido que Hana programe el pendrive y lo ponga en manos de terceros es en el que ella misma perpetra la idea y no quiere ser descubierta con las manos en la masa.
Entonces, ¿es la responsable? ¿¡Por qué!?
Y se me viene una única palabra a la cabeza a modo de respuesta: Huntress.
—No puede ser Hana —afirmo en voz alta, más para convencerme a mí que a mis interlocutoras—. ¿Verdad?
Ellas, ajenas a mis reflexiones, me miran sin saber qué decir.
—¿Sabe algo de informática tu acosadora habitual? —me pregunta Olivia por fin.
Ya sabe la respuesta.
—No.
—¿Y ha hecho previamente algo parecido a esto de recurrir a terceros para violar tu privacidad?
—Sí..., pero...
Antes de que pueda encontrar la forma de expresar mis dudas de un modo que no enmarañe aún más este puto enredo, Satya tira a la basura el envase del café que nadie se estaba bebiendo. El ruido hace que, nerviosas como estamos, nos volvamos hacia ella sobresaltadas.
—Lo siento, me lo he bebido sin preguntar.
—¡No te preocupes! —asegura Angela demasiado rápido y demasiado sonriente—. Me alegra que no se haya echado a perder.
La india asiente sin captar la actitud excesivamente complaciente de su interlocutora.
Yo poso la vista en mi ordenador. ¿De verdad está Hana intentando localizar a Huntress? Con unas sospechas tan graves, no puedo dejar las cosas así. Tengo que indagar.
Respiro hondo. Sí. Si eso es lo que tengo que hacer, lo haré. Llegaré al fondo de este asunto. Me yergo y analizo mis opciones: no quiero exigirle respuestas a Katya, especialmente sabiendo que quizá no esté implicada. Ir a Hana sería lo más directo, pero no sé si eso le confirmaría que soy Huntress. Supongo que lo más sencillo sería interrogar a Toa y a Jamie. Ojalá hayan hecho esto por dinero, pues así bastará con ofrecerles una suma mayor para que me cuenten todo lo que saben.
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Suave como la seda [Overwatch]
FanficAmélie, una estudiante de artes escénicas en la prestigiosa universidad femenina de Overwatch, mide cuanto hace y dice para dejar en buen lugar a su familia. Tiene la ventaja de ser muy popular, pero le da pánico que alguien descubra su pasión por e...