Nocturne

Después de la tempestad.

- Jajaja Noiz-san basta me haces cosquillas.

- Es solo una pequeña mordida en la oreja.

- Si pero me hace cosquillas.

Al día siguiente Noiz-san y yo amanecimos de mejor humor, él ya se iba a trabajar así que estábamos en la cocina, le preparaba el desayuno mientras él estaba a un lado de mi.

- Hoy creo que llegare tarde ¿no te molesta?

- No te preocupes tal ves me ponga a visitar por los alrededores, no me quiero perder.

- Puedo darte a Usagimodoki para que te guíe a algunos lados.

- ¡¿Ohw en serio Noiz-san?! Eso me agradaría bastante podría conocer más el país, también podría ir a una biblioteca y buscar trabajo.

- Sabes a mi no me molesta que no trabajes.

- No quiero ser una carga...

- Podrías trabajar en donde yo lo hago.

- Pero no quiero ser una molestia, no se nada de robótica o hackear cosas... Irónico ¿no?...

- Deberías de intentarlo, tal vez se te de, bueno tengo que irme, piénsalo y me dices ok. Toma.

Me dio a Usagimodoki y un beso en los labios, me quede inspeccionando el lugar, ayer no tuve tiempo de hacerlo y la verdad es que era un lugar muy amplio, Noiz-san debe de estar acostumbrado a este tipo de vida... Ahora que lo pienso él y yo vivimos de diferente manera desde nuestra niñez, alejé esos pensamientos de mi cabeza antes de que fueran incrementándose fui a la cocina para limpiar todo lo del desayuno, cuando termine mire a Usagimodoki.

- ¿Te gustaría salir un rato Usagi?

- Claro Clear ¿a dónde quieres ir?

- Umh que te parece a alguna biblioteca ya sabes para conocer más sobre este país.

- Muy bien Clear, vamos.

Salimos de la casa y Usagimodoki estaba, como siempre en mi cabeza íbamos muy felices no me preocupaba el idioma porque Noiz-san había configurado mi sistema del habla. Estábamos caminando por las calles de Alemania cuando llegamos a nuestro destino, entre y me quede increíblemente maravillado con el lugar tan grande ¿que todo aquí es de ésas proporciones? Había libros por doquier y unos estantes enormes en donde se leían títulos de muchísimas variedades, libros de todos los colores y tamaños; delgados y gruesos. Llegue a un escritorio donde una señorita muy amable me ayudo a encontrar muchos libros sobre lo que yo quería saber, me dio al rededor de 15 libros todos iguales de gruesos que una enciclopedia. No me molesto pase gran tiempo en ese lugar leyendo la mitad de los libros que tenía en la mesa hasta que me dio hambre.

- ¿Nos vamos? Tengo mucha hambre.

- Hay una cafetería muy cerca de aquí.

- Bueno vamos. Y también hay que pasar a comprar cosas para la cena.

- Claro.

Salimos del lugar rumbo a la cafetería que dijo Usagimodoki, era un lugar que al fin no se veía exageradamente grande al contrario era muy linda y sencilla. Me senté en una de las mesas que se encontraban en la calle, llego una chica y me tomo la orden recordé mis días en el bar, tal vez busque un trabajo igual que el de allá después de todo no lo hacia tan mal. Llego mi orden que consistía en unas albóndigas, sabia muy bien de hecho fue una comida muy deliciosa terminando de comer pague y fui por las compras para la cena; me sorprendía de cada cosa que veía en este país ahora entiendo porque Noiz-san quería venir a vivir aquí aunque debo admitir que extraño mi antigua vida pero al lado de él soy feliz.

- Bienvenido a casa Noiz-san.

- Gracias.

- ¿Como te fue?

- Muy bien ¿que hiciste hoy?

- Bueno fui a la biblioteca, se me fue el tiempo ahí y luego fuimos a comer.

- ¿Ya pensaste si vas a trabajar conmigo?

- Me gustaría intentarlo...

- Entonces lo arreglaré todo para que puedas presentarte lo mas pronto posible.

- ¿Tanta prisa tienes?

- Tú eres el que decía que quería trabajo.

- Si no funciono ahí prometes que puedo buscar otro trabajo.

- Me gustaría que te quedaras conmigo para estar juntos todo el día pero si quieres buscar otro trabajo esta bien, puedes hacerlo.

Noiz-san es muy amable, me pregunto que podré hacer yo para devolverle tantos lindos detalles que ha tenido conmigo.